Por Otto Schmucler.-

Con la gravísima denuncia del periodista Pagni que involucra a la Secretaría de Comercio con un pequeño hotel de Puerto Madero, donde quienes necesitan autorización para importar deben pedir la llave de la habitación “X”, dejar el bolso con el dinero de la coima y retirarse, queda claro que tendremos que pensar “muy bien” nuestro voto, porque sólo alguien con una convicción de hierro para luchar contra esta gente podrá revertir el grado de putrefacción y connivencia que existe entre muchos empresarios y la casta política a la que hay que erradicar definitivamente.

Parece ser que Uruguay y Juncal le pasó la posta a Puerto Madero.

Seguramente, cuando la justicia actúe y abra la instrucción para juzgar a estos verdaderos traidores a la Patria, volveremos a escuchar a sus abogados defensores clamar por el lawfare mientras realizan todo tipo de jugarretas, presentando todo tipo de nulidades, recusaciones y postergaciones en defensa de sus clientes.

El dolo quedará develado muy probablemente pronto (porque algún fiscal deberá tener que actuar de oficio), ya que se trata de un modus operandi demasiado utilizado por la corrupción.

Es de esperar que aparezca en escena un “Inspector Columbo” (que bien podría ser protagonizado por un tal Luciani), que con el master realizado en el Juicio a la Obra Pública podrá jugar un rato como hacía el inolvidable Inspector hasta que por el peso de las pruebas terminaba encarcelando a quien correspondía. Y que el Honorable Congreso modifique la ley que les permite a los condenados hacer cursos de carpintería, cocina, jardinería, peluquería, etc., etc., con los que les reducen los años de cárcel a los condenados.

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