El resultado fiscal del primer cuatrimestre del año muestra un aumento de los ingresos públicos del orden del 21% interanual mientras que los gastos en jubilaciones y pensiones crecen al 31% interanual. Es decir, el gasto previsional sigue subiendo a una tasa superior a los ingresos y a la inflación. Teniendo en cuenta que las jubilaciones y las pensiones son el principal componente del gasto primario nacional (42% del total), se trata de una dinámica fiscalmente insostenible.
En la búsqueda de restablecer la sustentabilidad de las finanzas públicas son muchas las tareas pendientes. Una de las más importantes es el ordenamiento del federalismo transfiriendo gastos nacionales que hoy se hacen en favor de la región metropolitana a las jurisdicciones correspondientes y eliminar los derroches que generan programas nacionales que se superponen con funciones provinciales y municipales. Sin embargo, el desafío más sobresaliente y complejo de resolver es el ordenamiento del sistema previsional.
Para abordar este tema resulta pertinente reflexionar sobre los datos publicados recientemente por la Secretaría de Seguridad Social. Según esta fuente, la ANSES paga beneficios previsionales a 5,7 millones de jubilados y pensionados de los cuales:
- El 80% cobra un solo beneficio que se integra por un 32% de personas que hicieron aportes y 48% de personas beneficiadas por las moratorias (sin aportes).
- El 20% tiene doble beneficio, es decir, son personas que cobran de manera simultánea una jubilación y una pensión.
- Del total de las personas que cobran doble beneficio, el 69% accedió al segundo beneficio gracias a las moratorias.
Estos datos muestran que apenas 1 de cada 3 jubilados recibe una jubilación o una pensión como compensación a haber realizado los aportes correspondientes durante su vida activa. La mitad recibe una jubilación o pensión gracias a las moratorias que otorgaron beneficios sin acreditar aportes y sin evaluación de la situación socioeconómica de la persona. El 20% restante cobra doble beneficio donde también la mayoría lo hace gracias a que accedió a un segundo beneficio a través de las moratorias. Se trata de una estimación de mínima ya que estas estadísticas no computan los pensionados de otros sistemas previsionales (como provincias, militares, fuerzas de seguridad, etc.) que aprovecharon las moratorias para solicitar jubilaciones sin aportes a la ANSES.
No hay antecedentes en el mundo de una distribución tan masiva e indiscriminada de jubilaciones sin aportes. Por lejos, es la medida más irresponsable tomada en la Argentina desde el regreso de la democracia. En lugar de limitar y focalizar las jubilaciones sin aportes en personas en estado de vulnerabilidad, se regalaron jubilaciones a personas que no hicieron aportes y que no estaban en situación de vulnerabilidad generando una irritante inequidad ya que se les dio los mismos beneficios que a las personas que hicieron aportes y, en muchos casos, ahora duplican con otro beneficio previsional. La otra consecuencia previsible es un severo problema de insostenibilidad del sistema previsional.
En el corto plazo, un paliativo podría ser establecer un doble mecanismo de movilidad. Para los beneficios con aportes o con moratorias pero que llegan a personas en situación de vulnerabilidad, mantener la fórmula general. Para los beneficios que se duplican o que siendo un único beneficio por moratoria va en favor de personas con otros ingresos establecer una movilidad más reducida. Con este esquema se podría lograr que el gasto previsional no siga creciendo por encima de la inflación encuadrándolo en la misma regla que la ley de responsabilidad fiscal estipula para el resto del gasto público nacional y provincial.
Parte de la cuestión de fondo está resuelta con el fin de las moratorias en el 2019 y su reemplazo por la Pensión Universal de Adulto Mayor. Pero sigue pendiente revisar la regla de pensión por fallecimiento. Desde el punto de vista de la equidad y la sustentabilidad no debería haber pensión por fallecimiento cuando el cónyuge tiene otro beneficio previsional. En contraposición, debería considerarse la cobertura –hoy no contemplada– de los hijos que estudian y no tienen otro medio de vida cuando fallecen sus progenitores. (IDESA)
29/05/2018 a las 8:47 AM
Algo tendran que hacer, porque el sistema no aguanta. La irresponsable de Cristina » jubilando » a personas que no habian hecho aportes es inaudita, pero la culpa no es solamente de la retardada mental, sino de los que apoyaron y y estuvieron de acuerdo en hacerla ley.
Lo mas justo es suspender la movilidad a quienes hicieron los aportes de manera irregular. Las pensiones por fallecimiento no deberian correr si hay otra entrada jubilatoria.
Elevar a 70 años y para ambos sexos igual los beneficios jubilatorios, dejando unicamente jubilaciones con menor edad a trabajos riesgosos, o insalubres, como ser estibadores, etc etc.
De lo contrario será ir pateando hasta el colapso del sistema. Seria como la otra irresponsabilidad cristinista de congelar las tarifas de servicios, que solo se ajustan cuando no tenemos mas energia o gas.
Pero para que haya justicia, el pais necesita saber si van a ir presos solo los giles, o los culpables de la corrupcion kirchnerista.
29/05/2018 a las 11:19 AM
Las pensiones de cónyuges fallecidos deben ser respetadas, ya que no son una dádiva, es un derecho para todos aquellos cónyuges beneficiados con la misma, que tienen el derecho natural de tener ese beneficio tal cual fue y es, la intención de quiénes aportaron a las cajas correspondientes.
Las jubilaciones mínimas actuales están alejadas de la realidad t.sus beneficiarios se encuentran afuera del circulo laboral mas que nunca en la miseria, teniendo en cuentas las tarifas que se deben pagar en concepto de servicios de todo tipo que superan sus ingresos debiendo recurrir, si los tienen a la caridad de familiares y amigos, si existen.
Vale decir si un trabajador decidió sacrificarse aún mas, trabajando mas horas para dejar a su pareja, hijos etc. una tranquilidad económica para cuando no estuviese, graciosamente por alternativas de emergencia económica, mandan a la muerte, miles de estos beneficiarios, para peor los ancianos viven un poco mas en esta época, con lo cual se alarga la agonía de la miseria y la tristeza en el final de su existencia.
Señores los jubilados aportaron lo suyo, no les roben ni los condenen a la miseria en los últimos años de sus vidas, por caprichosas interpretaciones , hagan el esfuerzo con quiénes pueden tener una vida ñaboral útil y que están vigentes laboralmentel.
No puede ser que no se respete a los ancianos y en su indefensión y poco tiempo real de vida, se base el éxito del ajuste del Gobierno de Cambiemos, Recorten en otras áreas, el campo, la administración nacional y sus jubilados de privilegio. Pero no le saquen las monedas de sus ingresos a los ancianos.
29/05/2018 a las 7:59 PM
eso de no poder xobrar pension por fallecimiento los que tenian una jubilacion ya lo intento Cavallo y no pudo
Lo que no me quedo claro es si esa pension es a los que se habian jubilado sin aportes,estonces no pueden pasar a ser pension a la viuda
29/05/2018 a las 10:01 PM
Tampoco no queda muy en claro. Si es igual la situación de aquel que nunca aporto, a la del que aporto; pero no llegó a completar los 30 años requeridos.
01/06/2018 a las 7:32 PM
….si hay algo para no tocar son la jubilaciones,los aportes fueron legítimos que se debe nrespetar….si quieren ajustar …que ajusten a los beneficiarios de planes …que hace años no trabajan ni producen nada ……BASTA de atropellos a los JUBILADOS.!!!