Por Guillermo Cherashny.-

Desde el 15 de septiembre, cuando el BCRA decidió imponer restricciones a la compra de los 200 dólares por persona imponiendo serias limitaciones para que financistas que utilizan coleros compren cantidades importantes, como fue en el mes de agosto donde hubo 4 millones de personas que compraron, los bancos no vendieron las divisas por inconvenientes técnicos. Sin embargo, desde el 15/9 se perdieron 515 millones de dólares de reservas correspondientes a retiro de depósitos de quienes los tenían en los bancos y en total hasta ese miércoles 23 el drenaje de reservas fue de 13.500 millones de dólares. Es decir que la instalación de ese supercepo y declaraciones imprudentes de funcionarios en el sentido que hay que invertir en pesos metieron miedo en la sociedad y comenzó el retiro de depósitos cuyo stock actual quedó en 16.850 millones.

Desde el lunes, la ANSES les entregó a los bancos la lista de beneficiarios de planes sociales, que no podrán comprar, y muchas otras categorías de personas, lo que limitará seriamente la utilización de coleros por parte de financistas. Pero instalado el miedo, ahora la cuestión principal es evitar el retiro de depósitos y restablecer la confianza en la solvencia de los bancos y dejar de lado el intento de convencer a los argentinos para que inviertan en pesos.

El restablecimiento de la confianza es un requisito fundamental para un gobierno que parece no tomar conciencia sobre la grave situación que se vive en el país y que requeriría un cambio de gabinete con nuevos ministros que generen la confianza imprescindible.

Será muy importante el comportamiento de los argentinos en estos últimos días del mes sobre si sigue el drenaje de depósitos sobre el sistema bancario y, si no se interrumpe, deberían rodar cabezas en el área económica y el Banco Central, y eso tiene que ocurrir antes de que sea tarde.

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