Por Guillermo Cherashny.-

Finalmente se conoció el índice de inflación del mes septiembre del INDEC, que dio 1,9%, muy cercano al 2,1% que había anunciado el centro de estudios Fiel, que en sus informes señaló que semejante suba se dio por dos motivos: en primer lugar, por los agregados monetarios que suben por arriba del 30% y por la expansión del crédito, que se eleva al 45%, lo que generó que en el mes de septiembre apareciera el más importante brote verde que esperaba el gobierno, cual es que el consumo masivo subió por primera vez el 0,4%, aunque en la realidad eso no se vea, porque en la mayoría de los comercios y en bares y restaurantes sigue la recesión. Pero como el consumo engloba también autos, motos y televisores, y estos últimos después del triunfo de Argentina del martes se espera un nuevo boom de compras que seguramente impulsará más los precios.

En momentos en que en Mar del Plata se realiza el coloquio de IDEA y se reclaman reformas para después de las elecciones y que celebren el triunfo de la ola amarilla, seguramente deberán esperar dos años más, porque el 23 de octubre se lanza la carrera por la reelección de Mauricio Macri para el 2019, a lo que hay que agregar los aumentos de gas, luz, transporte y nafta, que pueden llevar la inflación a un tope del 25%, aunque el consenso de los economistas habla del 22%, pero todo dependerá de la magnitud de esos aumentos.

Pero lo cierto es que este modelo amarillo inflacionario es muy eficiente para ganar elecciones de medio término y quizás para una reelección presidencial, pero con unas graves inconsistencias económicas que pueden generar una crisis futura, aunque por ahora al gobierno y al grupo Clarín y al periodismo que le da al gobierno un blindaje mediático el futuro les importa poco o nada.

Share