Por Agustín Monteverde.-

  • La otra semana, los acreedores pidieron al juez T. Griesa que bloquee el pago de los vencimientos del BONAR 24 e investigue y sancione a las entidades intervinientes.
  • Los tiempos juegan a favor del gobierno.
  • Los abogados de la Argentina -el estudio Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton- tienen hasta el 29 de mayo para contestar el escrito presentado por el fondo Aurelius.
  • Una nueva audiencia sería recién en junio y luego vendrían las réplicas cruzadas, con lo que una definición sobre el BONAR 24 demandará al menos cuatro meses.
  • Si bien no es claro que puedan frustrar una nueva colocación, es seguro que el reclamo de los demandantes encarecerá una eventual colocación.
  • La estrategia de los hold-outs -con Aurelius a la cabeza- es complicar las proyectadas emisiones de deuda que el gobierno necesita imperiosamente efectuar, especialmente para cubrir el vencimiento del BODEN 2015 el 3 de octubre.
  • El vencimiento de BODEN 2015 suma unos U$ 6300 MM.
  • A ello hay que agregar la recomposición de las divisas que se pierden por vía del régimen de dólar ahorro y del dólar tarjeta.
  • Si bien es difícil hallar pruebas sólidas que demuestren la intervención de una entidad financiera en la oferta y colocación de la deuda argentina, la participación del Deutsche Bank tuvo divulgación pública y ha quedado en una posición incómoda frente a la Justicia de Nueva York.
  • El daño provocado por las advertencias de los demandantes se hizo notar en el riesgo de los títulos de corto y mediano plazo.
  • Los rendimientos se dispararon hasta 250 puntos básicos desde la sorpresiva colocación del 19 de abril, de BONAR 24 por U$ 1415 MM.
  • La tasa de interés de entonces fue de 8,95% anual, más del doble de lo que pagan nuestros vecinos.
  • Pero ahora se ubicaría seguramente en torno a 11% anual.
  • Mientras el riesgo-país de los emergentes cayó en las últimas semanas, el de la Argentina tuvo una pequeña suba. La suba no fue mayor porque el indicador está conformado por los rendimientos de bonos de largo plazo -Discount y Par- y no los de mediano y corto plazo, que son los que actualmente usa el gobierno para financiarse.
  • La arremetida de los hold–outs podría complicar el plan de ofrecer precisamente BONAR 24 en canje por el BODEN 2015, de forma de reducir la salida de divisas.
  • El otro temor es que los tenedores de bonos nuevos en default disparen la aceleración de los pagos. Lo que hasta ahora mantuvo en calma a esos tenedores es que sus títulos cada vez cotizaban más alto, pero si la tendencia bajista continúa podrían ejecutar la cláusula de aceleración.
  • El mismo día en que hicieron su pedido para trabar los pagos del BONAR 24, la Argentina presentó a la Corte de Apelaciones de Nueva York un escrito para que se libere la liquidación de los títulos en dólares bajo jurisdicción nacional.
  • El argumento argentino es que el fallo original de Griesa de 2012 no incluía estos bonos.
  • Si la corte hiciera lugar al reclamo argentino, el país quedaría autorizado a pagar los bonos emitidos bajo jurisdicción nacional.
  • Se cree que la corte seguramente rechace el pedido, pero eso no ocurriría en menos de un mes, con lo que se ganaría tiempo y se demoraría la decisión de Griesa.
  • El objetivo es poder colocar nueva deuda para llegar sin complicaciones al crucial pago del 3 de octubre.
  • No se puede descartar que el juez Griesa se pronuncie antes de octubre sobre la condición de deuda externa de los BONAR 24, colocándolos bajo su arbitrio, complicando el canje en semanas que serán electoralmente críticas.
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