El economista Agustín Monteverde le dio a IP su visión de la etapa económica que se abre para el gobierno a partir de las elecciones del domingo pasado. Opina que “a partir del resultado de las PASO el gobierno fue ganando en seguridad y esto podría traducirse en menos gradualismo económico. Sostuvo que con políticas monetarias exclusivamente no se puede combatir la inflación; menos aún si el circulante viene expandiéndose 35% interanual”. Monteverde trazó una analogía entre el alza de los precios y el proceso febril que puede padecer una persona como resultado de una infección. Atacar la inflación exclusivamente con política monetaria es como tratar la fiebre sólo con antipiréticos. La fiebre inicialmente baja pero, para controlarla en forma sostenible, hay que atacar con antibióticos la causa, que es una bacteria. En el caso de la inflación, que es reflejo de la emisión monetaria, la causa es el exceso de gasto estatal y el antibiótico es la política fiscal. Y agrega: “pese a los elogiables esfuerzos de Dujovne y de los dos vicejefes de gabinete por contener el gasto, éste sigue creciendo. Es necesario pensar en una reformulación del Estado, replanteando la estructura del gasto”. También se explaya sobre el humor social: “la gente, incluidos quienes votaron a Cambiemos, vota todos los días con sus bolsillos en el mercado y de forma no necesariamente compatible con el voto de confianza de este domingo”.
La bomba cuasifiscal
La deuda cuasifiscal -dijo Monteverde- ya equivale a 1,3 veces la base monetaria y supera también a las reservas.
Este volumen enorme, unido al atraso cambiario y los más de U$S 27.000 millones de déficit de la cuenta corriente externa constituyen un problema peligroso y autónomo que debe ser monitoreado con atención”.
“Aun en la hipótesis de que la emisión, y con ello la inflación, desapareciera por arte de magia, la masa de la deuda cuasifiscal seguiría creciendo por los intereses. Y sabemos que habrá que emitiendo para comprar los dólares tomados en deuda para pagar más gasto público” Monteverde sostiene que “ los inversores en LEBACS cuentan su plata en dólares y si advierten que hay un riesgo inminente de perder en esa moneda, se retirarían y el esquema se descompensaría bruscamente. Si en estos dos años se hubiera podido reducir el gasto, la deuda cuasifiscal crecería menos, pero en gran medida es el venenoso legado que nos dejó el kirchnerismo”.
25/10/2017 a las 7:33 PM
La verdad es que es muy complicado entender, cómo se va a terminar de salir del pantano en el que estamos metidos desde el Plan Martínez de Hoz. El país está muy dividido, muy polarizado, y hasta diría muy trivializado.
Gracias a estas columnas tan breves y luminosas, como lo son siempre las del Dr. Monteverde, es que se puede escribir y comentar los temas importantes con alguna normalidad. Coincido totalmente con el diagnóstico del Dr. Monteverde. ¡La dinámica de la deuda externa impondrá la agenda económica, incluso si el déficit fiscal se va a cero!.
Teníamos en 1975 una deuda externa de U$S 7.000 millones; en 1983 de U$S 45.000; en 1989 de U$S 63.000; en 2001 de U$S 95.000; en 2003 de U$S 125.000; en 2015 de U$S 220.000 y ahora estamos superando los U$S 300.000.
Pero simultáneamente en 1975 exportábamos por U$S 3.500 millones; en 1983 U$S 5.000; en 1989 U$S 7.000; en 1989 U$S 30.000 (en la década de los 90 aumentaron sideralmente nuestras exportaciones) y en 2015 U$S 90.000 millones (otra década demonizada pero que también ayudó a aumentar mucho las exportaciones).
Quiere decir que el peor momento fué en el gobierno del Proceso de Reorganización Nacional con el plan Martínez de Hoz, ya que la relación deuda/exportaciones fue de 9 veces, y en los demás períodos osciló en 3 veces. El plan Martínez de Hoz preparó las condiciones de los tres picos hiperinflacionarios entre 1989 y 1991, menos de una década después (1981 – 1989).
Pero estos números también nos enseñan que hay un factor estructural, que Frondizi y Frigerio llamaron la condición de nuestro país como «sub desarrollado». Es decir un país expuesto de manera significativa a los deterioros de los términos de intercambio.
No hemos podido NUNCA igualar a las exportaciones con el valor de la deuda externa, o bajar a DOS veces la relación. Imaginemos qué maravilloso sería, si pudiésemos exportar U$S 400.000 millones de dólares al año, es decir CUATRO veces más de lo que hacemos actualmente.
Necesitamos elaborar un plan integral de comercio exterior, que incluya como eje central la masiva producción de alimentos, con la llegada de agua a todo el territorio nacional (canales federales); un masivo plan ferroviario que conecte a toda la producción del país con los puertos, y mejorar los costos portuarios.
Bajar a CERO todas las retenciones del comercio exterior, ya sean agropecuarias, industriales y mineras. Sería importante alentar a los capitales nacionales para invertir masivamente EN NUESTRA PROPIA MARINA MERCANTE, con emisión de acciones en la bolsa, y comprar depósitos en la mayoría de los puertos del mundo, para almacenar nuestra producción, y venderla a los mejores precios CIF (en puerto de destino) y no FOB (en nuestros propios puertos, que siempre te pagan lo que quieren). Tenemos que tomar el control completo de nuestro comercio exterior.
Necesitamos abaratar el precio de la energía. ¡El plan de este gobierno con la masiva llegada de inversiones en energías renovables ES CORRECTA!. Los ingresos por turismo no deben ser menospreciados. ALENTAR AL MÁXIMO LA SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES, pero en un marco de libre comercio, con políticas impositivas y crediticias adecuadas.
Y NECESITAMOS QUE EL DÓLAR FLOTE LIBREMENTE, para desalentar la fuga de capitales. Y ahí empalma el problema del déficit fiscal. Nunca tendremos un dólar libre con este déficit fiscal y esta inflación.
Un cordial saludo.
26/10/2017 a las 10:11 AM
¡¡ EXCELENTE COMENTARIO !!
26/10/2017 a las 4:31 PM
lo q sucede es q macri`para combatir al k . esta usando su misma medicina , y una vez conseguido el objetivo lo habilita , a romper huevos para hacer la tortilla .
dentro de muy pocos días empieza el ajuste