Por Guillermo Cherashny.-

El consenso de los economistas sostiene que en el último trimestre de este año la economía dará un pequeño saldo positivo por la comparación con el último del 2015 y en agosto se prendió una luz de esperanza cuando aumentaron los despachos de cemento, pero en septiembre cayeron fuertemente y la inflación, que fue de casi el 0% por el fallo de la Corte Suprema que dio marcha atrás con el aumento de la tarifa del gas y que en septiembre seguirá por abajo del 2%, ya que se calcula que no pasará del 1,5% en el mes de octubre, cuando empieza a regir de nuevo el aumento es posible que supere el 2%, y los alimentos vienen subiendo desde mitad de agosto según un sistema de medición de precios por internet que releva Eduardo Cavallo, hijo del ex ministro y que es muy respetado en los mercados.

Esta situación abre una expectativa sobre el resultado de la inflación para noviembre y diciembre, especialmente este último mes, que suele subir. Así, Ricardo López Murphy señala que la inflación anual estará entre el 38 y 39% pero para el gobierno estará entre 35 y 36%, un poco menor peor muy alta. Para el año que viene, el gobierno espera entre el 12 y el 17% y los mercados esperan entre 22 y 25%, con un aumento salarial del 27/28%, por lo cual habría una suba del consumo. Hay que tener en cuenta que en agosto bajó el 7% año contra año, pero todos los índices muestran una baja con respecto al mes anterior, por lo cual se cree que la caída de la economía llegó a su piso y el año que viene puede haber un rebote del 4%, aunque el FMI dice que será del 2,7% y, si se produce esto último, este crecimiento no llegará a la gente. Pero si se crece al 5%, como dice Miguel Bein, sí se notará en la realidad. Como sea, hay pronósticos para todos los gustos pero todavía sin una certeza absoluta.

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