Los intendentes del conurbano son sin duda los grandes protagonistas de los comicios de hoy, no sólo por el volumen de votos que representan sino por la variada gama de maniobras que están aplicando para asegurarse el mantenimiento de la mayoría propia en cada Consejo Deliberante. Por supuesto que el reparto de boletas cortadas hasta con tres candidatos -CFK, Bullrich y Massa- es uno de los operativos más extendidos.

La cuestión es que se señala generalmente a los alcaldes peronistas como los grandes distribuidores de boletas cortadas, pero a los del PRO les caben también las generales de la ley.

Una excepción sería Néstor Grindetti en Lanús. Y un caso de abundante reparto de boletas locales propias con las de CFK es Martiniano Molina en Quilmes, partido donde el voto peronista sigue siendo sumamente fuerte pero en dispersión. El ex intendente Francisco “Barba” Gutiérrez, por ejemplo, se pasó del cristinismo al randazzismo y ahora este sector estaría debajo de Néstor Pitrola en los cómputos.

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