Por Mario Meneghini.-

Debemos reiterar esta afirmación, con motivo de la nota (1) que comenta una conferencia del Lic. Carlos Campana en el Museo Mitre, sobre la presunta pertenencia del general San Martín a la masonería. Según la crónica, no se mencionó ningún dato que no se conociera ya; mucho menos que se haya citado la documentación correspondiente.

Ya que se dictó dicha conferencia en el Museo Mitre, debería tenerse en cuenta que el general Mitre, además de Presidente de la Nación, fue Maestro General de la Masonería Argentina. Pues bien, él escribió: “La Logia Lautaro, no formaba parte de la masonería y su objetivo era sólo político. Las sociedades secretas, compuestas de americanos que antes de estallar la revolución se habían generalizado en Europa, revestían todas las fórmulas de las Logias masónicas; pero sólo tenían de tales los signos, las fórmulas, los grados, los juramentos…” (2).

Lo mismo aseguró otro presidente argentino y Gran Maestre: Sarmiento (3).

Otro antecedente: la Revista Masónica Americana, en su Nº 485 del 15 de junio de 1873, publicó la nómina de las logias que existieron en todo el mundo hasta 1872, y en ella no figura la Lautaro (4).

Recordemos que la Masonería fue condenada por el Papa Clemente XII mediante la Bula In Eminenti, del 4 de mayo de 1738, donde se prohibe “muy expresamente (…) a todos los fieles, sean laicos o clérigos (…) que entren por cualquier causa y bajo ningún pretexto en tales centros (…) bajo pena de excomunión…”. Esta condenación fue confirmada por el Papa Benedicto XIV en la Constitución Apostólica Providas del 15 de abril de 1751, y como consecuencia, fue también prohibida la Masonería en España, ese año, por una pragmática de Fernando VI.

Por ello es importante esclarecer este punto, pues “el catolicismo profesado por San Martín establece una incompatibilidad con la Masonería, a menos que fuera infiel a uno o a la otra” (5). Consta en las Memorias de Tomás de Iriarte, que Belgrano rechazó la posibilidad de ingresar en la organización, “aduciendo precisamente, la condenación eclesiástica que pesaba sobre la secta” (6).

Aprovechamos para difundir tres documentos, publicados en una revista especializada (7), cuyo director, Patricio Maguire, ha realizado un aporte extraordinario a la historia argentina, demostrando lo que afirmamos en el título.

Consideramos que los documentos obtenidos por Maguire aclaran definitivamente esta cuestión, en respuesta a un cuestionario, solicitando informes a las tres grandes logias que actuaron en América en la época de la Independencia, sobre:

-Logias: Lautaro, Caballeros Racionales Nº 7 y Gran Reunión Americana.

-Las personas siguientes: Francisco Miranda, Carlos María de Alvear, Simón Bolívar, José de San Martín, Matías Zapiola, Vicente Chilabert, Bernardo O’Higgins, Luis López Méndez y Andrés Bello.

En conclusión, si no existe ningún documento que contradiga el contenido de estas cartas de las propias autoridades masónicas, y, además, el análisis de su obra demuestra que el Gran Capitán “hizo lo contrario de lo que la Masonería procuraba y fue hostigado por ésta” (8), el veredicto no merece ninguna duda: San Martín no fue Masón.

Anexos:

DOCUMENTO I

Gran Logia Unida de Inglaterra

Londres, 21 de agosto de 1979

Estimado Señor,

Su carta del 7 de agosto de 1979, dirigida al Gran Maestre, me ha sido derivada para su contestación.

  1. La Logia Lautaro era una sociedad secreta política, fundada en Buenos Aires en 1812, y no tenía relación alguna con la Francmasonería regular.
  2. La tres Logias que Ud. menciona en su carta, jamás aparecieron anotadas en el registro o en los Archivos ni de los Antiguos ni de los Modernos ni de la Gran Logia Unida de Inglaterra: no hubieran sido reconocidas como masónicas en este país entonces o posteriormente.
  3. Las seis personas mencionadas en su carta, de acuerdo a nuestros archivos, nunca fueron miembros de Logias bajo la jurisdicción de la Gran Logia Unida de Inglaterra.
  4. La Gran Logia de Inglaterra no era el único organismo masónico existente durante el período en el cual Ud. está interesado. Existían Grandes Logias independientes en Irlanda, Escocia, Francia, Holanda y Estados Unidos de América, todas las cuales autorizaban la instalación de logias propias.
  5. Nunca han existido medios legales para prohibir que extranjeros en Inglaterra crearan sus propias Logias, pero tal acción siempre ha sido considerada por la Gran Logia de Inglaterra como una invasión de su soberanía territorial, y las logias así creadas no serían reconocidas como regulares, ni se permitiría a sus miembros concurrir a las Logias inglesas, o que los masones ingleses concurrieran a aquellas.

Sinceramente suyo,

James William Stubbs

Gran Secretario

DOCUMENTO II

Gran Logia de Escocia

Edimburgo, 30 de junio de 1980

Estimado Señor,

Con referencia a su carta del 17 de junio concerniente a las seis personas mencionadas en su comunicación, le informo que las conexiones que la Gran Logia de Escocia tuvo con Sudamérica fueron establecidas en fecha muy posterior a las de la Gran Logia Unida de Inglaterra, ya que la primera Logia Escocesa no fue autorizada hasta 1867.

Lamento no poder ayudarle en su investigación.

Afectuosamente suyo,

Gran Secretario

DOCUMENTO III

Gran Logia de Irlanda

Dublin, 24 de junio de 1980

Estimado Señor,

Gracias por su carta del 17 de junio y por la copia de las cartas que Ud. recibió de la Gran Logia Unida de Inglaterra.

La Gran Logia de Irlanda nunca estuvo activa en Sud América y no hemos tenido relación alguna con los organismos que Ud. menciona.

La respuesta a las preguntas que Ud. específicamente formula son:

  1. No hemos emitido patentes (Cartas de Instalación) a ninguna de las Logias arriba mencionadas y no existe registro alguno de ninguno de los nombres que menciona, como miembros de logias irlandesas.
  2. No existe posibilidad alguna de que una logia nuestra haya emitido patentes o iniciado a ninguna de las personas mencionadas, por cuanto no estaban activas en sus áreas.
  3. Desde el establecimiento de la Gran Logia de Irlanda en 1725 se estableció que temas de Política o Religión no podían ser considerados en ninguna de nuestras logias, ni éstas tampoco debían comprometerse en actividad política alguna. Este principio permanece vigente hasta el presente día.

Sinceramente suyo,

J.O. Harte

Gran Secretario

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Referencias:

1)        Infobae, 25-10-23.

2)        Bartolomé Mitre. “Historia de Belgrano”; Biblioteca del Suboficial, 1942, Tomo II, p. 176.

3)        Domingo Sarmiento. “El General San Martín”; Galería de Celebridades, Buenos Aires, 1857.

4)        Armando Tonelli: El General San Martín y la Masonería, Buenos Aires, 1944, pp. 23-24.

5)        Roque Raúl Aragón. “La Política de San Martín”; Córdoba, Universidad Nacional de Entre Ríos, 1982, p.19.

6)        Tomás de Iriarte: “Memorias”; Tomo I, cit. por Aragón, op.cit., nota 8, p.19.

7)        Revista “Masonería y otras sociedades secretas”, Buenos Aires, Nº 2, noviembre de 1981, pp. 20-25; Nº 3, diciembre de 1981, pp. 15-20; Nº 5, febrero de 1982, págs 30-35.

8)        Aragón, op.cit., p. 21.

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