Por Alberto Buela.-

La suerte está echada en Francia. Le Pen, tildada por los mass media como de ultra derecha, esto es, que no se puede ser más de derecha que ella, pero que lleva como candidato a vicepresidente a un homosexual declarado y que tiene un programa político de corte social demócrata, y son los más pobres la que la votaron, sacó el 20%.

Macron el candidato socialista y progresista pero que viene de ser ministro del desastroso gobierno de Hollande y candidato puesto por la banca eternamente usuraria de los Rothschild, sacó otro 20%.

En la elección del 7 de mayo próximo el pueblo va a ser llevado, dirigido, condicionado y colonizado a votar por Macron. Y en esta tarea se van a destacar dos partícipes necesarios: los mass media y la izquierda, ambos manejados por los Rothschild y sus múltiples tentáculos.

La periodista inglesa Diana Johnstone titula la próxima elección Governance versus the people. Y así sostiene que la Gobernanza, el poder de las élites financieras transatlánticas para poner a los Estados al servicio del mercado y de la libre circulación del capital, junto con el discurso mediático de demonización de Le Pen, ya eligieron a Macron.

Francia no es los Estados Unidos en donde un mono con navaja, pero millonario y señor de su dinero, jugó todos sus bienes y venció a la candidata de la banca norteamericana. Francia está golpeada por adentro, el extrañamiento de sí misma no le permite reaccionar. La gran sustitución de su población, el abandono de su fe cristiana, la perdida de su élan vital, todo ello nos indica que la suerte está echada y el pueblo francés será llevado de las narices a votar por el candidato de los Rothschild y todo va a seguir como hasta ahora, o peor aún.

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