Por Piergiorgio M. Sandri | Barcelona | La Vanguardia.-

El restaurante Le Carillon, cerrado después de los ataques terroristas (Simon Dawson/Bloomberg).

Este año se batirá el récord histórico: 49.000 millones de euros.

La ola de atentados terroristas está pasando factura. Además del coste en términos de pérdidas de vidas humanas, los ataques perpetrados a escala global suponen, sólo este año, un impacto económico de más de 49.000 millones de euros, según las estimaciones hechas por el Institute for Economics & Peace. Es la cifra más alta desde que se tienen registros, el año 1997 y supone un incremento del 61% respecto al año anterior y diez veces más de lo que se estimó el año 2000. Es un monto comparable a la que se alcanzó el año 2001, la fecha del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York.

ESTIMACIONES DE DAÑOS

¿Cómo se consigue este dato? Los analistas de esta organización calculan el impacto en la valoración de los bienes físicos (propiedades), por ejemplo a raíz de una bomba en un edificio. A esto le añaden el coste de los heridos y de los muertos, medidos en gastos sanitarios, pólizas de seguros de vida y pérdida potencial de ingresos. En estas estimaciones no se tienen en cuenta el coste que supone el aumento de los guardas de seguridad o el aumento de las primas.

“Habrá con toda seguridad un impacto en el PIB de Francia en este trimestre, porque basta con mirar el cierre de una ciudad durante 48 horas para prever que esto tendrá algunos efectos”, decía a Bloomberg Steve Killelea, el presidente de este Instituto. “Además habrá que añadir el impacto que puede haber en la productividad las limitaciones a la libre circulación de las personas”, indica. Para tener una idea el Institute for Economics and Peace ha calculado que el conjunto de medidas para contener la violencia (es decir, aquellas as actividades económicas dirigidas a prevenir la violencia sobre bienes o personas) pueden llegar a pesar, en el caso de España, el 2,9% de su PIB.

MENOR CRECIMIENTO

Ante la dificultad de estimar el coste del terrorismo, hay que recurrir a varias fuentes. Por ejemplo, el informe Small Armey Survey, sin entrar en el impacto de los ataques yihadistas, ha calculado que cuánto suponen los conflictos armados (a menudo llevados a cabo con armas ligeras, sin ejércitos tradicionales, como los militantes del ISIS) en términos de menor crecimiento económico global. Pues bien, consideran que “los conflictos civiles violentos –terrorismo incluido– causan un retroceso del 2% del crecimiento del PIB en una economía mediana durante al menos dos años. “La pérdida de productividad y de inversiones medidas en 90 países generada por la inseguridad de los conflictos armados ya alcanza a escala global el 0,14% del PIB mundial”, indican.

IMPACTO FISCAL

Asimismo, los atentados de París podrían causar consecuencias económicos indirectas y todavía poco cuantificables: la incidencia en los presupuestos de los estados occidentales.

Justo ayer, la agencia de calificación Standard & Poors señaló que es poco probable que los ataques terroristas debiliten los ratings soberanos de los países miembros de la UE, aunque podrían dañar “de forma indirecta y gradual” las perspectivas de crecimiento. Sin proporcionar una estimación concreta, considera que “ataques repetidos podrían reducir la confianza de los inversores y consumidores y afectar negativamente sectores como el turismo, la aviación el ocio”. La agencia resalta que si los mayores controles se vuelven casi permanentes, podrían elevar el coste de hacer negocio. “Unas fronteras menos permeables perjudicarían la integración económica y el crecimiento de las economías de la UE”, agregan.

En un aspecto parece haber especial preocupación: explicaba el responsable global de riesgo Moritz Kraemer, que una ola de atentados podrían tener “posibles consecuencias fiscales para los gobiernos”.

Una opinión que comparte Sam Perlo-Freeman, jefe del SIPRI Military Expenditure Project de Estocolmo. En unas declaraciones a este diario reconoce que la actual situación “con toda probabilidad llevará a un incremento de los gastos militares en muchos países. El Reino Unido ya lo ha anunciado, así como Francia. Estas partidas presupuestarias sólo pueden ir subiendo en el futuro”.

De acuerdo con este especialista, “en lo que se refiere a otros países, dependerá de si se van a involucrar en la lucha al ISIS. Más allá de su implicación armada, deberán en todo caso destinar recursos para la protección civil. Y, de todas maneras, lo ocurrido en París puede haber creado un clima político favorable al incremento de los gastos militares, aunque éstos no tengan ninguna relación directa con actividades de lucha al terrorismo o operaciones militares concretas”.

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