Por Hernán Andrés Kruse.-

Estado Islámico volvió a sacudir Europa. Esta vez el turno le tocó a Barcelona, escenario de un atentado terrorista protagonizado por un individuo que se valió de un vehículo para atropellar a centenares de personas, provocando varios muertos y numerosos heridos. Escribió Página/12 (“Terror y muerte en La Rambla de Barcelona, 18/8/017): “El terror se instaló ayer en Barcelona cuando una persona atropelló con una camioneta a un grupo de transeúntes en La Rambla y mató al menos 13 de ellos e hirió a más de 100. El atentado que fue reivindicado por el Estado Islámico disparó un masivo operativo de seguridad para rastrillar la ciudad y encontrar al conductor que está fugitivo. Por la madrugada los Mossos d´Esquadra habrían desbaratado un segundo atentado al balear a cinco sospechosos con un saldo de cuatro muertos y un herido” (…) “El consejero del Ministerio del Interior del gobierno catalán, Joaquín Forn, informó a la prensa que entre los heridos hay 25 de gravedad, al tiempo que anunció dos detenciones por posibles vínculos con el ataque, cuyos móviles no fueron definidos por las autoridades españolas. Unas horas después del atentado, la milicia islamista EL se adjudicó la autoría en un comunicado de la agencia de noticias Amaq, un medio cercano al grupo. Sin dar ningún detalle, dijo que fue cometido por sus soldados, quienes llevaron a cabo la operación en respuesta a los llamados a atacar a los estados de la coalición (en referencia a la alianza militar internacional que encabeza Estados Unidos, y de la que participa España en Medio Oriente) que bombardea al grupo extremista en Irak y Siria” (…) “El jefe de la Policía local, Josep Lluis Trapero, informó en conferencia de prensa que ninguno de los dos detenidos (uno de origen marroquí Driss Oukabir y otro sin identificar de Melilla, el enclave español en el norte de África) conducía la camioneta que protagonizó el atentado de La Rambla. Esa persona sigue prófuga y es activamente buscada con redadas y controles de seguridad. La Policía difundió en un primer momento el nombre y la foto de Oukabir, que reside legalmente en la localidad catalana de Ripoll (Girona), quien aparentemente fue quien alquiló en Santa Perpètua de Mogoda (un municipio próximo a Barcelona) la furgoneta. Sin embargo, el propio sospechoso se entregó luego a la policía explicando que le habían robado la documentación, aseguraron autoridades locales. Una hipótesis es que su hermano menor haya robado los documentos y esté implicado en el atentado” (…) “Mientras se empezaban a conocer los detalles de la investigación oficial, el despliegue de seguridad para encontrar al o los responsables seguía en marcha con redadas y controles alrededor de toda la ciudad e inclusive en las afueras. Trapero desmintió muchas de las versiones que corrieron a lo largo del día. Aseguró que no tienen evidencia de que el conductor de la camioneta haya salido del vehículo armado después del atentado, lo que pone en duda también la versión de que éste después protagonizó un tiroteo en el famoso Mercado de la Boquería. La confusión en la zona generó durante horas el rumor de que un terrorista se había atrincherado en un bar próximo al lugar del suceso” (…) “El jefe policial catalán también aclaró que el atacante tampoco subió a un techo y comenzó a disparar sobre las calles céntricas de Barcelona, y explicó que las personas que quedaron encerradas en algunos locales comerciales o casas de la zona de La Rambla se podrían retirar pronto, cuando las fuerzas de seguridad terminasen de rastrillar el área y pudiesen garantizar que no hay personas armadas” (…) “Por su parte, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, fue uno de los primeros dirigentes en reaccionar y a través de su Twitter informó que está en contacto con las autoridades catalanas, que su prioridad es atender a los heridos y emprendió viaje a Barcelona. “Los terroristas nunca derrotarán a un pueblo unido que ama la libertad frente a la barbarie. Toda España está con las víctimas y familias”, sentenció el líder conservador” (…) “Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos”, escribió el monarca en la cuenta oficial de la Casa Real. Mientras, el Parlamento regional y dirigentes de todo el espectro político de Cataluña condenaron el ataque, el gobierno autonómico reunió a su gabinete de crisis (compuesto por las autoridades autonómicas, la delegación del Gobierno, los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía) para definir cómo responderá al ataque y qué medidas de seguridad tomará” (…) “Al mismo tiempo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, convocó para hoy a realizar un minuto de silencio en la Plaza Cataluña, el mismo lugar desde donde salió la camioneta que terminó provocando el peor atentado en España desde el ataque de Al Qaeda contra la estación de trenes de Atocha, en el 2004. “Es para demostrarles que no tenemos miedo”, puntualizó”.

En su edición del 18 de agosto página/12 publicó artículos de Eduardo Febbro (“Nuevo golpe del lobo solitario”), Rodrigo Fresán (“Así es el terror”) y Claudio Scaletta (“La fiesta de Gramsci”).

Escribió Febbro: “El lobo solitario a bordo de un vehículo hundiéndose en la multitud para matar volvió a ensangrentar una ciudad europea. Barcelona es el noveno intento que tiene como escenario una urbe del viejo continente. Desde el método inaugural del auto suicida aplicado en Niza el 14 de julio de 2016 por el tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel, decenas de personas han muerto o resultaron heridas atropelladas por un auto lanzado a toda carrera” (…) “El 14 de julio de 2016, día de la fiesta nacional francesa, Mohamed Lahouaiej ingresó en la historia del terrorismo global cuando, al volante de un camión, se introdujo en el Paseo de los Ingleses de la ciudad de Niza, recorrió cerca de dos kilómetros atropellando a las personas que estaban a su paso y mató a 85 personas antes de que fuera neutralizado por la policía. Hasta esa noche, nadie había oído hablar de este tunecino que, según los investigadores y los responsables políticos, se “radicalizó” rápidamente y en la sombra” (…) “Su entorno jamás lo vio participar en una práctica religiosa activa y lo describen más bien como un seductor innato y un hombre abyecto. Hajer, su esposa, declaró que “no era creyente, comía puerco, bebía alcohol, fumaba. Nunca lo vio rezar ni hacer nada ligado a la religión”. Lahouaiej Bouhlel no figuraba tampoco en ningún informe de los servicios secretos pero el año pasado se convirtió en el modelo que más tarde fue reiterado en otras capitales, casi siempre bajo las banderas del Estado Islámico” (…) “La segunda matanza con un auto tuvo lugar en Berlín, el 19 de diciembre de 2016. Al volante de un camión robado a un chofer polaco, otro tunecino, Anis Amri, entró en un mercado de Navidad y mató a 12 personas (48 heridos)” (…) “El tercer conductor asesino apareció el 22 de marzo de 2017 en la capital británica. Adrian Russell Ajao, un británico de 52 años convertido al Islam que se hacía llamar Khalid Masood, entre otros tantos seudónimos. Ajao, manejando un todo terreno, irrumpió en los alrededores del Parlamento Británico y, sobre el puente de Westminster, arrolló a la multitud para luego, con cuchillo en mano, atacar a los centinelas del Parlamento. En total, murieron cinco personas. El Estado Islámico también se atribuyó más tarde el atentado” (…) “El 7 de abril de este año, un camión mató a cuatro personas e hirió a otras 15 en Estocolmo cuando se introdujo a toda velocidad en una arteria peatonal del centro de la capital sueca. El autor del atentado, Rakhmat Akilov, un uzbeco de 39 años, reconoció tener “simpatías jihadistas” así como el “carácter terrorista” de su iniciativa” (…) “El episodio del auto asesino se repitió el pasado 3 de junio, en Londres. Una furgoneta arremetió contra los transeúntes que se encontraban sobre el Puente de Londres. Los tres ocupantes descendieron luego y apuñalaron a varias personas. En total, hubo 8 muertos y 40 heridos. Los responsables eran Khuram Shazad Butt, un ciudadano británico de origen pakistaní, Rachid Redouane, con doble nacionalidad libia y marroquí, y Youssef Zaghba, un italiano de origen marroquí” (…) “Poco más de dos semanas más tarde, Darren Osorne, un galés de 47 años, atacó con su auto a un grupo de musulmanes en las inmediaciones de la mezquita de Finsbury Park, en el norte de Londres. Hubo un muerto y nueve heridos” (…) “El 20 de junio, Adam D dirigió su auto contra una furgoneta de la gendarmería que se encontraba estacionada en la Avenida de los Campos Elíseos. Adam D estaba fichado como “radicalizado” y muró asfixiado en su auto” (…) “El 9 de agosto de 2017, Hamou Benlatreche, a bordo de un BMW, atropelló e hirió a seis militares en la localidad de Levallois-Perret”.

Escribió Fresán: “EL TERROR, sí. Con mayúsculas. Ahora y aquí. Porque con minúsculas, por estos lados y desde hace tiempo, uno convive con el terror (el terror de todos los días a que ese sea el día en que toque EL TERROR muy gordo en la loterroría) como si se tratase de un conocido muy pero muy indeseable” (…) “Así, el terror cuando se espera a un amigo en un aeropuerto” (…) “El terror cuando uno lleva a su hijo al colegio” (…) “El terror cuando se mira esos cruceros mastodónticos perfectos para home-movie catástrofe. El terror cuando se sube al autobús un tipo con mochila y cara de lobo solitario listo para poner a aullar a nosotros los desdibujados corderitos clamando que Allah es grande y que Al-Ándalus es suyo. El terror cuando se repite que la comunidad islámica catalana es la más “radical” y “fanatizada” dentro del Estado Español” (…) “Y llegó EL TERROR que se veía venir” (…) “Cada vez más cerca desde hace años en que se supo por aquí pasaron los pilotos locos del 9/11. O desde los trenes de Atocha. O, más próximo aún, desde que se informó que se habían desactivado planes de big bangs a último momento en Plaza Catalunya y centros comerciales. O desde lo de Niza y Berlín y Londres y Estocolmo y Londres y Levallois-Perret y Londres y de que a partir de entonces uno no pudiese evitar cruzar La Rambla de Barcelona como si se tratara de una pista de Bowling. Y le recomendara a los amigos de visita (saludos) que se anden con cuidadito por ahí, por favor, ¿sí?, porque nada te va a ayudar cuando pienses demasiado tarde en que “esto es un atropello” (…) “Y desde que-hace apenas unas horas-uno mismo haya caminado por ahí nomás mirando a izquierda y derecha y adelante y atrás y arriba y abajo” (…) “Quien firma estas líneas recorre unas cuadras y la gente camina abanicándose, algunos corren como el viento, muchos siguen mirando los escaparates de las tiendas-top de Paseo de Gracia mientras pasan patrulleros y ambulancias y autobuses turísticos vacíos. Y en el cielo un helicóptero parece detenido y como pintado en el aire ardiente de un agosto que, de golpe, es más caliente de lo que era” (…) “Y, con náuseas, uno se sube en el ferrocarril de regreso a su casa. Y ahí, en el vagón, todos mirando sus pantallitas y parlotean solos. Y uno pregunta aquí y allá, a los pasajeros, que se sabe de nuevo y nadie contesta porque están muy ocupados tecleando mensajes. Ahora, las malas noticias vuelan y viajan cada vez más rápido. Así que el desafío pasa por llegar primero a todas partes” (…) “Mientras tanto y hasta entonces las autoridades han pedido/rogado/implorado/suplicado, en vano, a la ciudadanía toda que-mal signo de los tiempos-por favor, no suban a la Red fotos y filmaciones de cuerpos tirados y de sangre derramada, ¿si? Y sugieren que mejor quedarse en casa” (…) “Y todos están muy conectados y nadie sabe nada acerca de lo que todos opinan pero, eso sí, lo demuestran con pasmosa y poco creíble y nada convincente autoridad. Como cuando uno era chico y hacía todo lo posible para que no se notase que uno estaba-, más vivo que nunca-muerto de miedo” (…) “Así es EL TERROR”.

Escribió Scaletta: “Quizá algunos no lo sepan, pero no hay nada más gramsciano que el concepto de hegemonía. Y si la palabra hegemonía sonaba fuerte antes de las PASO, después, literalmente explotó. Una parte de la explicación es que los momentos post eleccionarios son los minutos de fama de los politólogos, que son gramscianos hasta sin saberlo. Que la Alianza Cambiemos no haya experimentado un fuerte retroceso tras el censo a padrón abierto del pasado domingo sería una prueba irrefutable de la consolidación del nuevo bloque histórico” (…) “Los politólogos fueron también los primeros en descubrir el “secreto” de Cambiemos, su capacidad de interpelar científicamente los ánimos sociales, especialmente, los de la denigrativamente mayoritaria clase media y la “heterogeneidad” de sus demandas de época. Como describió el historiador Ezequiel Adamosky en su “Historia de la clase media”, sectores que no funcionan políticamente como clase, sino como una “identidad” colectiva. Una identidad que hoy aparece fundida con los valores tácitos de Cambiemos, es decir blanca, antiliberal y antipatriótica, casualmente lo contrario del peronismo, pero también unida a sus valores explícitos, es aspiración, moderadamente antiestética y creyente en el progreso individual, que a su vez sería tributario del espíritu inmigrante. Es el mundo del rubio teñido de las Elisa Carrió y las Mirtha Legrand, del trabajador aristocrático al que le molestan “los planes”, del hombre suburbano que desde tiempos inmemoriales repite que los políticos “son todos chorros”, mientras los empresarios no, “porque ya tienen” (…) “Por detrás aparece la realidad concreta. El gran éxito de la alianza gobernante está en su “disciplina partidaria”. Una disciplina que junto con la lectura científica de la realidad le permitió en 2015 unificar discursos y campañas para llegar al poder y que en el presente, ya con todo el poder del estado, el gobierno y el dinero, le permite constituirse como partido nacional” (…) “Los cultores de la nueva hegemonía dejan de lado que la fuerza más demonizada de los últimos años por la abrumadora mayoría de los medios de comunicación se impuso en el principal distrito electoral del país” (…) “Y esa victoria se obtuvo desde el llano, con una campaña austera, con un sello partidario nuevo y contra todos los factores de poder, locales y globales” (…) “Sin ser fundamentalistas del marxismo teórico, es decir siguiendo con Gramsci, no existe consolidación superestructural sin una sólida base material, lo que lleva inmediatamente a preguntarse por la economía de Cambiemos, por las posibilidades reales del funcionamiento exitoso del neoliberalismo en una economía capitalista periférica de tamaño medio como la Argentina. La respuesta ofrece menos dudas que la dimensión estrictamente política. Con prescindencia de la evolución de los indicadores puramente coyunturales, el dato estructural es que el actual modelo se sostiene exclusivamente con entrada de capitales y que no hay en él nada que lo libere de esa dependencia. Es decir, la presunta hegemonía política es un fenómeno de patas cortas en tanto el modelo económico es insustentable. Volver inviables los procesos políticos desde lo económico no es una predicción, sino un fenómeno conocido y repetido en la región. La única contratendencia podría encontrarse en la voluntad del resto del mundo de continuar financiando la contrarreforma, pero no debería sobrevaluarse el peso estratégico de Argentina en la geopolítica mundial”.

En su edición del 17 de agosto, Página/12 publicó artículos de María Seoane (“Sombra terrible de Cristina, yo te evoco”), José Natanson (“El macrismo no es un golpe de suerte”) y Raúl Dellatorre (“Por el empleo y la producción”).

Escribió Seoane: “No queremos aguar el éxito del macrismo en estas elecciones. Nos gustan las fiestas democráticas y entonces no echaremos cenizas sobre el asado. Pero para comer la carne se necesita algo más que decir que hay carbón. Se necesita saber prender el fuego. Y saber cuándo la carne está a punto. No vale sacarla antes. O después. Ocurrió que la madre de todas las batallas, la elección en la provincia de Buenos Aires, se pareció más a un asado con carne cruda por parte del macrismo porque se anticipó a festejar un triunfo que no tuvo. No hizo fraude, pero manipuló la carga de datos hasta lo indecible para la historia electoral argentina del último medio siglo. Una sombra de década infame y fraude patriótico que no merecen los republicanos, claro, aunque muchos de los integrantes del macrismo sean sus descendientes. Lo cierto es que la operación de posverdad armada hasta las once de la noche del domingo 13 de agosto por la cual festejaban con globos y papel picado una victoria no parida tenía por objetivo no sólo evitar que Macri saludara como corresponde a Cristina por el triunfo sino por la instalación de una percepción global: que la alianza de la derecha vernácula se imponía en todo el país sin oposición. Hubo republicanismo cero en esa manipulación. Ni qué hablar en que como una verdadera fuerza política deberían haber felicitado al contrincante nacional: Unidad Ciudadana. El problema del régimen macrista-un estado sostenido por la tríada poder económico-político-mediático-judicial-, con un comando indelegable y unificado por primera vez en cien años, es que esa oposición es el kirchnerismo, su archienemigo demonizado en la figura desafiante de Cristina Fernández de Kirchner. El régimen macrista explotó la técnica de la posverdad como pocas veces se vio en escena” (…) “Y esa operación de posverdad desesperada, que engarza con mentir a sabiendas para lograr engañar al otro, empañó lo que fue evidente: el macrismo se transformó en estas primarias en la primera minoría política nacional con un comando unificado, con unos 8 millones y medio de votos. Pero también reveló que enfrente se levantó como una muralla-a pesar del fuego demoledor de persecución y estigmatización-la sombra terrible de Cristina como líder de la oposición con unos 6 millones y medio de votos a nivel nacional, quedándose con dos de los territorios más importantes: PBA y Santa Fe” (…) “Los problemas del macrismo están en curso: el saqueo, endeudamiento, arrasamiento de derechos sociales-sumado a un indisimulable montaje de un aparato represivo pertinaz que tiene una presa política como Milagro Sala y un desaparecido como Santiago Maldonado-tarde o temprano disipará la nube de la propaganda goebbeliana sobre la cabeza de la gente” (…) “La vasta avenida del medio entró en colisión con lo extremo del momento del capitalismo: se trata de un comando de tareas en estos pagos del capital financiero que busca primarizar y desindustrializar la Argentina arrasando el siglo XX” (…) “Se trata de hacer desaparecer la categoría trabajo. Por tanto, quedan en pie los dos modelos históricos que se enfrentaron desde 1825, cuando fue derrotada la revolución de Mayo y sus próceres muertos o perseguidos o exiliados, con la era rivadaviana. Dos modelos, la grieta histórica que expresan sin duda Macri y Cristina: el agroexportador financiero; el de desarrollo industrial basado en el mercado interno, integrado nacionalmente y regionalmente, con altos salarios. Un modelo de deuda externa y saqueo donde sobran 20 millones de argentinos o un modelo inclusivo socialmente”.

Escribió Natanson: “¿Cómo se explica la victoria de Cambiemos en las elecciones del domingo?” (…) “Como viene ocurriendo, Cambiemos desplegó una campaña profesional que se ajustó a lo que Jaime Durán Barba define como “disciplina estratégica”, es decir que no se apartó de la línea trazada, y que incluyó esfuerzos importantes como la abrumadora blitzkrieg mediática de María Eugenia Vidal de las 48 horas previas a la veda. Sin embargo, hay algo más que una simple habilidad táctica detrás del triunfo del macrismo, que el domingo pasado logró consolidarse como la fuerza más votada a nivel nacional, mejoró su performance respecto del 2015 y derrotó al peronismo en bastiones históricos” (…) “En primer lugar, el gobierno identificó temas que venían generando una creciente preocupación social y sobre los cuales el kirchnerismo no había elaborado una política concluyente, entre los que se destaca el del narcotráfico” (…) “La política exige muchas cosas, entre ellas la capacidad de detectar las angustias sociales: el narcotráfico puede parecer extraño para quienes nos relacionamos con la droga a través de una maceta y vivimos en barrios alejados de la densa trama de relaciones entre capos, transas y soldaditos, pero aparece como una amenaza cotidiana, casi existencial, para quienes se ven obligados a convivir con él todos los días. La línea antimafia que subraya Vidal, presentada como una cruzada contra los poderes oscuros de la provincia, y las diversas declinaciones del giro punitivista oficial, son la respuesta-insisto: equivocada y peligrosa-a este problema” (…) “Cambiemos expresa una nueva derecha: democrática, dispuesta a marcar diferencias económicas con la derecha noventista, y socialmente no inclusiva pero sí compasiva. Para transmitir con eficacia esta idea fuerte, el macrismo se apoya en dos pilares. El primero es la decisión de prolongar el generoso entramado de políticas sociales construido por el kirchnerismo” (…) “El segundo es su gestión en la ciudad de Buenos Aires: como durante sus dos mandatos como jefe de gobierno Macri no rompió el consenso en torno a la universalidad de los servicios públicos (no privatizó las escuelas ni los hospitales y no les prohibió a los bonaerenses, ni siquiera a los paraguayos, atenderse en ellos), pudo construir la imagen de una administración eficiente y moderada, que además produjo una mejora importante del transporte público y que volcó recursos tanto al espacio público de parques y plazas como a la oferta cultural orientada a la clase media” (…) “La consigna “Macri basura/vos sos la dictadura”, en particular, reflejaba la incapacidad para comprender la verdadera naturaleza de la criatura política que tenía enfrente” (…) “El de Macri es un neoliberalismo desregulador, aperturista, anti-industrialista y, por supuesto, socialmente regresivo, pero no privatizador ni anti-estatista. Quizás esto explique por qué, pese al deterioro ostensible de la situación socioeconómica, un sector importante de la sociedad cree en la promesa oficial de que las cosas mejorarán pronto. Sucede que el neoliberalismo macrista incluye también una propuesta de justicia, sintetizada en la perspectiva de igualdad de oportunidades, la única referencia más o menos abstracta que el presidente se atreve a incluir en sus discursos. A menudo acompañada por exhortaciones a recuperar la “cultura del trabajo” y evitar “los atajos y las avivadas”, la igualdad de oportunidades es la respuesta que filósofos liberales notables, como John Rawls y Amartya Sen, han encontrado a las dificultades para congeniar igualdad y libertad en las sociedades contemporáneas. Aterrizada en la Argentina de hoy, la perspectiva encarna en el trabajo meritocrático, el verdadero sujeto social de esta nueva batalla cultural, y sintoniza con la tradición inmigrante que es parte constitutiva de nuestra cultura política: la idea de progreso en base al esfuerzo individual que le permite al que llegó con una mano atrás y otra delante progresar hasta ascender al mundo alfombrado de la clase media: el mito de “mi hijo el dotor” (…) “El macrismo ha logrado expresar también ciertas marcas de la época. Sus apelaciones a los valores pos-materiales, aquellos que van más allá de las necesidades cotidianas de supervivencia, resultan seductoras para las clases medias acomodadas en un contexto de hipersegmentación social, en donde los sectores más privilegiados llevan una vida más parecida a la de sus pares sociales de Nueva York o París que a los sufridos compatriotas que viven en el Conurbano, a un colectivo de distancia” (…) “Todos estos aspectos, fomentados por una gestión multi-target que se segmenta en sectores tan específicos como la secta de los runners, los reclamos éticos de los veganos y las demandas insondables de los amantes de mascotas, terminan de completar la idea del macrismo como una fuerza política moderna y cosmopolita, a la altura de los tiempos” (…) “Por último, Cambiemos se presenta como una renovación modernizante de la política” (…) “Más pendiente de la época que de la épica, el oficialismo defiende una visión anti-heroica de los asuntos públicos, una reivindicación de la normalidad cuya gran escenificación es el timbreo. Concebido como un contacto directo entre el funcionario y las personas, el timbreo es espontáneo, informal, casi diríamos puro, en contraste con la forma favorita del populismo: el acto de masas y toda su parafernalia de organización, traslado, protocolo de oradores y largas negociaciones previas por los lugares del palco. Decisivamente, el timbreo permite desplazar el eje del ciudadano al vecino” (…) “El mensaje es que son los problemas inmediatos y cotidianos los que realmente importan, los que el político, como muestran las fotos que luego circulan por los medios, se acerca a escuchar” (…) “El efecto es individualizante. Lejos de las asambleas, las movilizaciones o cualquier otra forma de apelación colectiva, el timbreo es la operación ideal de la política macrista porque sintoniza con su concepción de la sociedad como una agregación de individualidades. Al limitarse a un contacto bilateral funcionario-vecino, el timbreo apunta a la particularidad de cada persona: la singularidad de su problema concreto prevalece sobre su condición de clase o filiación política, que es lo que al fin y al cabo lo que hermana a los individuos en una identidad común y lo que, en última instancia, los construye como iguales” (…) “El macrismo no es, por recurrir a la fórmula de Ricardo Forster, una anomalía, un accidente o un golpe de suerte; es una fuerza potente que se encuentra en el trance de construir una nueva hegemonía. Los resultados socialmente negativos de sus políticas, el fondo individualista que late detrás de sus decisiones, la concepción liberal de justicia sobre la que sostiene su discurso lo empujan sin remedio a la derecha del cuadrante ideológico, pero es una derecha renovada y democrática, que hasta el momento estaba ausente de nuestra escena política. Esa es la gran novedad, la noticia que la oposición debería registrar si de verdad desea ganarle en octubre”.

Escribió Dellatorre: “Nadie, salvo los sectores más concentrados, se va a beneficiar con esta política económica, por eso los empresarios nacionales y los sindicatos de trabajadores tenemos que recorrer un camino común, el de defender el trabajo y la producción nacional”, sentenció Marcelo Fernández, presidente de Cgera, en una muy particular celebración del Día del Empresario Nacional que tuvo lugar ayer” (…) “Queremos volver a tener a la Aduana jugando a favor de la producción nacional, no como ahora”, definió Fernández, en alusión a la flexibilización de normas de control que prácticamente liberó de cualquier tipo de verificación a las importaciones. “Estamos viviendo un apagón informativo aduanero”, apuntó uno de los dirigentes que participó del encuentro, en conversación con Página/12” (…) “El ánimo entre los 200 asistentes que ocupaban el salón del primer piso del Hotel Castelar (en el centro de la ciudad autónoma) podía advertirse a simple vista. Caras de preocupación, corrillos en los que se expresaba el temor a los alcances de una política que está pulverizando el mercado interno, relatos de reuniones con funcionarios que los reciben, escuchan los reclamos, prometen considerarlos pero jamás dan respuestas. Relatos sobre otros funcionarios que jamás los reciben” (…) “Un video que Cgera preparó para la ocasión, proyectado antes de los discursos, muestra a obreros y empresarios entrevistados, en talleres pymes, contando sus respectivas experiencias de 15 años o de 40 de antigüedad en el lugar” (…) “El video fue el prólogo a la propuesta de conformar un bloque único entre pymes y trabajadores para defender el trabajo y la producción nacional. Yasky señaló que “esta demostración sirve para desmentir el discurso oficial, según el cual el crecimiento del empleo sólo puede venir por la inversión extranjera. Siete de cada diez empleos lo generan las pymes, que si hoy están en crisis no es por ineficiencia, sino por la incapacidad del Estado para garantizar el control a las importaciones, por el tarifazo, por la caída del consumo consecuencia de la recesión, por las dificultades para acceder al crédito en un país que es muy próspero para la bicicleta financiera pero duro con quienes quieren producir”. Héctor Amichetti, a su turno, repasó las instancias de encuentros entre pymes y trabajadores, alertando sobre la “necesidad de entender que hay una fuerza conjunta que se está conformando para defender un mercado interno, condiciones de igualdad para competir con el producto importado y sobre esa base defender el empleo. El mensaje es seguir delante con esta línea, la realidad nos impone buscar ese espacio”. Marcelo Fernández recordó que “las acciones comunes” entre entidades empresarias y de trabajadores empezaron “desde el momento que vimos que estas políticas no nos contenían”, aunque había quienes lo venían pensando ya desde antes. “Nuestros reclamos no pueden ir por separado; después de resolver las paritarias, somos un solo sector”.

En su edición del 17 de agosto, La Nación publicó artículos de Carlos Pagni (“El gobierno quiere socavar a Massa y potenciar a Randazzo”), Marcos Novaro (“¿Macri es transición, normalización o reforma?”) y Emilio Cárdenas (“Hezbollah” después de la guerra civil siria”).

Escribió Pagni: “En la aritmética electoral del domingo pasado están cifradas algunas características del mapa político que serán determinantes para el juego de poder después de octubre” (…) “Una de las novedades tiene que ver con la crisis del peronismo” (…) “Las dos figuras en condiciones de amenazar la reelección de Mauricio Macri tuvieron resultados desparejos. Juan Manuel Urtubey se impuso en Salta. Pero la suya no fue una marcha triunfal. Hizo rivalizar seis listas entre sí, consiguió un modesto 37,9% y fue derrotado, por décimas, en la capital. Juan Schiaretti, en Córdoba, perdió. Debe estar arrepentido de haber rechazado, siguiendo un consejo de José Manuel de la Sota, la alianza que le había ofrecido el Presidente” (…) “Las de San Luis y La Pampa fueron dos victorias que también se celebraron en Olivos con singular algarabía. Los Rodríguez Saá, igual que Carlos Verna, son algo más que opositores. Son antimacristas” (…) “Macri podría aspirar en octubre a que su ola se extienda a la provincia de Santa Fe. El PJ superó allí a Cambiemos por 74 centésimas. Pero es dudoso que el kirchnerista Agustín Rossi pueda retener los votos de su rival, Alejandra Rodenas, que fueron el 9,75% de toda la elección” (…) “La otra cara de este panorama es que los gobernadores que perdieron van a aplicar en estos meses todos sus recursos a revertir el resultado. Y no sólo los que fracasaron. Cristina Kirchner instruyó el lunes a sus jefes territoriales a sembrar de obstáculos la campaña de Esteban Bullrich. El peronismo que Macri enfrentó en agosto no es el mismo que enfrentará en octubre. El pronóstico se extiende a los neuquinos y los socialistas de Santa Fe” (…) “El éxito de Cambiemos revela también su contextura. Sus alegrías provienen de las grandes ciudades” (…) “Se trata de una coalición destinada a ocupar la vacante que han dejado los dos partidos del siglo XX que mejor interpretaron la clase media. El radicalismo y el socialismo. Pero puede haber otro factor que delimite esa frontera. Cierto menosprecio por la política que se sostiene en estructuras. Cambiemos llega hasta donde llegan las redes sociales” (…) “Los primeros en tomar nota del nuevo cuadro de poder fueron, como siempre, algunos sindicalistas. Ayer se consolidó una liga de gremios dialoguistas, liderados por Antonio Cassia y Oscar Mangone” (…) “La unidad sindical está en problemas. La movilización del martes próximo quedó fuera de contexto. Son cada vez menos los que fantasean con un paro general” (…) “El resultado (en la CABA) sembró una nueva incógnita. ¿Cómo aplicará Carrió el gran capital acumulado? La primera respuesta la dio ella misma. Y no estuvo destinada a Ricardo Lorenzetti. “Lilita” emitió un tuit poniéndose a disposición de María Eugenia Vidal, quien había prescindido de ella en la provincia” (…) “Lo relevante es desentrañar si Carrió está viendo el 49,55% del domingo como un trampolín para 2019” (…) “La provincia de Buenos Aires sigue siendo el gran campo de batalla. Es probable que Cambiemos haya perdido por muy poco” (…) “Bullrich puede mejorar su performance en octubre. Según todas las encuestas, la mayoría de los votantes de Sergio Massa ha tenido como segunda opción al oficialismo. Ahora que la postulación de Massa perdió verosimilitud, es probable que sufra una fuga hacia Cambiemos. El caso de Florencio Randazzo sigue la misma lógica, pero en provecho de la señora de Kirchner. La elección de Senador es, de facto, un ballottage. Quiere decir que María Eugenia Vidal y Federico Salvai, máximos responsables de la campaña bonaerense del gobierno, al menos hasta que acepten la oferta de Carrió, deberán socavar a Massa y potenciar a Randazzo. Lo primero es más fácil que lo segundo” (…) “La estrategia se basa en las orientaciones generales del voto. Pero también tiene un soporte territorial. Macri tal vez recate la sugerencia que formuló Emilio Monzó a mediados del año pasado: seducir a los independientes peronistas” (…) “El sacrificio de Massa es otro placer que quiere darse Macri. El verdugo ya fue seleccionado: es el ministro de Gobierno de Vidal, Joaquín de la Torre. Líder de San miguel, donde ganó Bullrich, de la Torre procede de las filas del Frente Renovador. Le bastará con relatar su historia de éxitos ante sus viejos compañeros” (…) “Cristina Kirchner consiguió el domingo 400 mil votos menos que los que Daniel Scioli había sacado en la primera vuelta del año 2015. Randazzo obtuvo 500 mil. La presunción de que hay una relación entre los dos caudales se refuerza con otros indicios. Cambiemos sacó las mayores diferencias respecto del kirchnerismo allí donde los candidatos de Randazzo hicieron sus mejores elecciones: Ameghino, Chivilcoy, Castelli, General Belgrano. Se entiende, entonces, que el gobierno pretenda sostener al ex ministro del Interior. La ex presidenta pretende, por supuesto, lo contrario. Para lograr su propósito, el oficialismo debe persuadir a los dos intendentes que acompañaron a Randazzo en el conurbano, Gabriel Katopodis, de San Martín, y Juan Zabaleta, de Hurlingham. Con Zabaleta tal vez sea demasiado tarde. Está en conversaciones con Cristina Kirchner. La ex presidenta amplió la gama de sus interlocutores de manera sorprendente. Son las ansias de poder. Sólo falta que llame a Héctor Magnetto. Vamos por todo”.

Escribió Novaro: “Lo que Macri va a significar en nuestra historia, un gobierno de transición o uno reformista, y si es lo segundo con qué programa, se define en estos meses. Por lo tanto, también lo que será la política argentina tal vez por muchos años para delante” (…) “Con ella (la elección legislativa) concluirá la transición de salida del kirchnerismo. Y de cómo concluya esa transición depende que la tendencia de cambio se consolide o no: o se prueba que lo de Macri en 2015 fue un accidente pasajero o se confirma que la sociedad quiere apostar en serio a un cambio, a pesar de las dificultades y costos que ha tenido ya tiempo de comprobar que el cambio implica. Por eso también los que no quieren saber nada con que éste avance y viven el gobierno de Macri como una pesadilla de la que necesitan despertar cuanto antes, no algo que requiera de su reflexión o, menos que menos, su aceptación, están más desesperados también que hace dos años: es cuestión de vida o muerte ahora, o su mundo se derrumba o lo que siempre dijeron se confirma y Macri empieza a irse a su casa” (…) “Y es que estamos en un punto de quiebre, una bifurcación del camino, y parece que, si no una mayoría, al menos sí una contundente primera minoría va a empujar el barco en dirección a los cambios que Macri representa. Bastó con el ensayo de las PASO para que se desarmara la cadena que iba de “Cristina candidata” pasaba por “protesta de la CGT” y terminaba en “dólar desbocado”. Éste se desinfló, los sindicatos grandes se bajaron de la protesta del 22 de agosto, y por más que patalee y convoque al “60% que no quiere al gobierno”, Cristina perdió su posibilidad de encabezar una oposición desafiante” (…) “Como sea, llegó la hora de preguntarse: ¿cuáles son estos cambios que representa Macri? La normalización tras la radicalización populista es una de sus notas desde el comienzo. Pero, si es normalización hacia el capitalismo prekirchnerista, ya bastante opaco y politizado, colusivo e inestable, poco dinámico y aun menos inclusivo y competitivo, lo de Macri sería más un regreso a viejos problemas que un auténtico avance” (…) “Supongamos que estamos de acuerdo en que esa no es buena idea. ¿Cuál es entonces la de Macri? ¿Qué piensa hacer con su oportunidad, con el tiempo que la sociedad le está por conceder para que la transforme?” (…) “Por de pronto se puede anticipar lo que no va a hacer. No habrá, para empezar, un nuevo discurso de Parque Norte. Esa condensación de saber político e intelectual que Alfonsín lanzó para guiarse en 1985 le duró, como instrumento efectivo de gobierno, apenas unos meses” (…) “Lo segundo que no va a haber es Pacto de La Moncloa. Los españoles lo usaron para salir del corporativismo autoritario, excesivamente rígido pero por lo menos estable; nosotros tenemos que salir de la crónica inestabilidad de un corporativismo fallido y faccioso, no es lo mismo” (…) “Que el gobierno “debió promover acuerdos y no lo hizo” es una afirmación muy difundida. Pero antes de insistir en ella conviene prestar atención a los problemas que han llevado a que hasta aquí casi ningún gobierno democrático los impulsara: ocasionalmente negociaron cuestiones puntuales, con actores también acotados, para reinar dividiendo y solo cuando no era viable o más rentable el unilateralismo” (…) “¿Se puede romper la trampa de este desequilibrio? Fortalecer las entidades empresarias sería una buena opción pero lleva demasiado tiempo. Encarar acuerdos por sector puede ser más útil en lo inmediato, porque a ese nivel los desequilibrios de poder tal vez se morigeren y eventuales fracasos no serán tan costosos. Pero seguimos dando vuelta al problema ya mencionado: esos acuerdos no alcanzan para definir una idea de conjunto, un “para dónde vamos” (…) “Otro paso en esa dirección, complementario de lo anterior, sería dar un carácter más definido a la alianza de actores en la que el gobierno aspira a asentarse. ¿Quiénes son? Las PASO han ofrecido una buena pista: tiende a consolidarse la alianza entre el capitalismo competitivo con raigambre social de las zonas agroindustriales y el electorado de sectores medios de las grandes ciudades” (…) “¿Es esa una base suficiente para el desarrollismo del siglo XXI con que aspira identificarse el tiempo de Macri? No está mal para empezar”.

Escribió Cárdenas: “El movimiento libanés “Hezbollah”, enemigo acérrimo de Israel y de su existencia misma, nació como grupo paramilitar, en la década de los 80. Pero con el tiempo evolucionó en dirección a transformarse en una organización religiosa y, a la vez, política, que en su accionar responde dócilmente a los impulsos precisos que le llegan desde Teherán. La influencia iraní sobre “Hezbollah” es hoy absolutamente decisiva. El flujo de armas y dinero que llega desde Irán es incesante” (…) “Hoy “Hezbollah” es entonces, a la vez, una fuerza guerrillera típica y un ejército regular, bien entrenado por la guardia revolucionaria iraní. Ambas cosas. Y una pieza esencial de la expansión regional iraní” (…) “Hasta China reconoce su nueva dimensión, a punto tal que en una reciente visita a la zona un enviado especial de Beijing no vaciló en conversar con el presunto “canciller” de “Hezbollah” (…) “El movimiento sigue proveyendo toda suerte de eficientes coberturas sociales, educativas y de salud a sus adherentes y ha construido un verdadero imperio económico en su derredor” (…) “Con su experiencia en la reconstrucción de la devastada Beirut, “Hezbollah” aparece hoy como uno de los candidatos que presumiblemente habrán de participar-en su momento-en la próxima reparación de la infraestructura siria” (…) “En marzo pasado, “Hezbollah” anunció la creación de una brigada especial a la que está entrenando con el objetivo público de recuperar las alturas del Golán que, desde hace medio siglo están militarizadas y en manos de Israel” (…) “Por todo esto, la creciente presencia regional de “Hezbollah” es profundamente intranquilizadora. Ocurre que no estamos hablando de una fuerza de paz, sino de una máquina de guerra, lo que es bien distinto”.

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