Por Jorge Azar Gómez.-

Antes de comenzar, sé que este artículo, dará mucho que hablar y será muy controversial y muchos tratarán de descalificarme.

Meses pasados leí una nota al ex alcalde Nueva York Giuliani en el que contaba anécdotas sobre su exitosa gestión al frente de la comuna de N.Y. y en su función actual de empresario privado y referente de la lucha contra el crimen. En la entrevista daba detalles sobre su consultora y los sofisticados sistemas tecnológicos que ofrece al mundo para controlar la criminalidad. Tiene créditos de sobra para darnos cátedra a cualquiera de nosotros acá en el paisito. De hecho el hombre logro en una década transformar a Nueva York en una de las ciudades más seguras del mundo, luego de haber estado en el tope del ranking de las más inseguras.

Su famosa política de Tolerancia Cero lo ha transformado en un Gurú viviente del tema seguridad y obviamente en alguien a quien todos deberíamos escuchar cuando habla.

Algo así como la Palabra de Dios en tema de seguridad del estado y control de crimen.

Yo era un convencido de esto, de hecho, repetí como un loro todo lo que este hombre decía a quien quisiera escucharme, transformando sus dictados en mi verdad a la hora de debate con amigos y colegas. Si Giuliani lo decía entonces era irrefutable y con mi mejor cara de satisfacción lograba anular al que se me pusiera adelante con otras teorías sobre el control de crimen. Total, yo estaba esparciendo la palabra de Giuliani, y quien en Uruguay podía contradecirme? Nadie,

Giuliani y yo habíamos formado una dupla imbatible a la hora de explicar como la Tolerancia Cero es la solución. Con el correr de los días vi como lideres de diversos partidos se fueron sumando a la teoría de Giuliani, y algún integrante del Gobierno hasta sugería que deberíamos contratar a su consultora para asesorar y organizar a nuestras fuerzas del orden y algún candidato, dice que se animó a contratar su asesoramiento.

Con la inseguridad y el crimen pegándonos todos los días, pasamos a ser miles los que señalamos, con razón, al gobierno por su inoperancia frente al crimen y nos alineamos con soluciones cómodas como las planteadas por Giuliani.

No hay nada más cómodo para el gobierno que decir que la culpa es del gobierno anterior y que lo mejor que podemos hacer con los chorros es pegarles un tiro o meterlos a la cárcel.

El gobierno actual del Frente Amplio es el responsable de la ola de criminalidad, y es el responsable de no saber cómo pararla.

Es así como el gobierno tiene hijos sin reconocer. Esos hijos son los Pibes Chorros que nos atemorizan cada día, y no se trata de dos o tres sino de muchísimos más.

Bueno, al gobierno y al presidente Vázquez,, les tengo noticias, Giuliani no es un gurú, Giuliani no es el que solucionó el problema de la inseguridad en Nueva York y Giuliani no es más que otro vendedor de teorías baratas, que tuvo un golpe de suerte durante su gestión.

Sorprendidos, ¿verdad? Los invito a leer y sorprenderse.

Hace poco leí en un libro llamado «Freakonomics» un informe sobre la verdadera razón de la disminución de la criminalidad en Estados Unidos. Este libro se sostiene con un sólido caudal de evidencia que no ha podido ser refutado por ninguna autoridad americana.

Resulta que los hoy auto-proclamados gurús en temas de control de crimen como el ex-alcalde de Nueva York Rudy Giuliani se están atribuyendo éxitos que no son de ellos. Se han hecho una carrera como consultores cobrando tarifas millonarias para la aplicación de sistemas de control de crimen que no lograron los resultados que ostentan.

Estados Unidos tuvo una ola de crimen brutal que lo azotó durante los años 80 y disminuyó durante los 90. A simple vista, esa disminución del crimen fue obra de dos factores. La mejora en la economía y la mano dura de las fuerzas del orden mediante políticas como la Tolerancia Cero, famosamente aplicada por el ex alcalde Giuliani.

Las fuerzas gubernamentales americanas del momento, sabían que la detención del crimen en los noventa no era obra suya, pero los buenos resultados servían a sus fines electorales y merecidos o no, los laureles tenían que tener dueño y de seguro no se los iban a regalar a la oposición. Así fue que pusieron la maquinaria publicitaria a trabajar y con el correr del tiempo, de horas de publicidad paga y de interminables discursos, paso a ser una verdad popular que el crimen en Estados Unidos se había detenido con la política de Tolerancia Cero y que Giuliani era su creador.

Pero siempre hay quien mira un poco más allá y escarba un poco más hondo que lo que está a simple vista y ese es el caso de los autores de Freakonimics (Levitt y Dubner).

Ellos demostraron como un famoso caso judicial en los años 70 que abrió el camino para legalizar el aborto en varios estados americanos, fue lo que realmente provocó la caída del crimen 20 años después.

Resulta que una mujer joven, pobre, alcohólica y marginal denominada Jane Roe, logro batir al fiscal general de Estados Unidos en un juicio que marcó la historia en la legalización del aborto.

Los autores se nutren de abundantes estadísticas que demuestran como la mayoría de los criminales tienen su edad de mayor actividad y violencia entre los 15 y 25 años.

Sus estadísticas muestran como a su vez la mayoría de los criminales proviene de hogares con situaciones familiares violentas, con madres solteras, con situaciones de abuso de alcohol y droga, con falta de recursos para necesidades mínimas y con falta de toda clase de guía social y moral en sus vidas. Es decir de situaciones marginales.

Siguiendo esa línea de razonamiento, los autores demuestran como a partir de los años 70 hubo mayor número de embarazos, pero menor número de nacimientos, lo que habla a las claras de que los abortos fueron muchos. Muestra como los estados donde quedo legalizado el aborto, tuvieron una mayor disminución del crimen 20 años después que aquellos estados donde no hubo legislación para el aborto.

Es decir que la legalización del aborto en los años 70 en Estados Unidos, provoco que no naciera una generación completa de potenciales criminales y que en los 90 la criminalidad disminuyera.

La Tolerancia Cero y los buenos resultados económicos de los 90 sólo fueron un broche de oro para concluir un proceso que se había iniciado de manera inconexa 20 años antes.

Soy católico y Anti-Abortista, y no pretendo con este artículo decir que para tener menos criminales hay que consolidar el aborto.

Solamente estoy poniendo información arriba de la mesa para demostrar porque el gobierno frenteamplista tiene muchos hijos no reconocidos y es hora de que se hagan cargo en lugar de pretender que otro se ocupe de ellos.

Y yo pienso, «Vázquez, Mujica y Bonomi de donde piensa que salieron los chorritos que quiere «reformar»?» La respuesta es: De sus propias entrañas. Ellos los parieron, y Bonomi los crió. Ellos son los padres de la criatura y ahora pretenden que otro los eduque y los ponga en orden y además pretenden decirle, al próximo gobierno, cómo lo tiene que hacer.

Eso es ser caradura, es ser irresponsable y sobre todo es ser hipócrita.

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