Una investigación realizada por una organización no gubernamental sobre las percepciones en cuanto a la actividad de drogas en Latinoamérica refleja cambios en las rutas del narcotráfico y en los hábitos de consumo, así como opiniones cambiantes sobre las políticas de drogas.

El más reciente informe (pdf) del Observatorio Latinoamericano de Políticas de Drogas y Opinión Pública (OPDOP) recoge los resultados de encuestas sobre consumo y políticas de drogas en la región. Los investigadores realizaron casi 9.000 entrevistas en nueve países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Perú y Uruguay.

A continuación, InSight Crime destaca algunas de las conclusiones más importantes del informe.

Se percibe mayor disponibilidad de drogas

Muchos latinoamericanos creen que el tráfico de drogas y la disponibilidad de las mismas están aumentando; en promedio, el 67 por ciento de los encuestados consideró que el narcotráfico ha aumentado en los últimos cinco años, con excepción de Colombia, donde sólo el 34 por ciento siente que la actividad del narcotráfico aumentó durante ese tiempo. Argentina tuvo el mayor porcentaje de encuestados (92 por ciento) que consideran que el narcotráfico ha aumentado (vea el gráfico a continuación).

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Porcentaje de encuestados que perciben un aumento en el tráfico de drogas en los últimos cinco años. Fuente: OPDOP.

En cuanto a la disponibilidad de drogas específicas, el 78 por ciento de los encuestados dijeron que la marihuana se ha vuelto más fácil de conseguir. De nuevo, Argentina tuvo la mayor proporción de encuestados (90 por ciento) que expresaron esta opinión, seguida de cerca por Bolivia, con el 87 por ciento (vea la tabla a continuación).

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Porcentaje de encuestados que perciben que la marihuana es cada vez más disponible. Fuente: OPDOP.

Asimismo, el 74 por ciento de los encuestados en todos los países perciben un aumento en la disponibilidad de la cocaína. Esta percepción fue más alta en Bolivia (88 por ciento) y Argentina (87 por ciento) y menor en Colombia (63 por ciento) (vea la tabla a continuación).

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Encuestados que perciben que la cocaína es cada vez más disponible. Fuente: OPDOP.

Opiniones diversas sobre las políticas de drogas

En toda la región, el 45 por ciento de los encuestados siente que el consumo de drogas ilícitas se debe considerar un problema de seguridad ciudadana, y un número similar (44 por ciento) siente que debe tratarse como un problema de salud pública. Los mexicanos son los más propensos a ver el consumo de drogas como un problema de salud (58 por ciento), mientras que los bolivianos (67 por ciento) son los mayores partidarios de una respuesta de seguridad al consumo de drogas (vea la tabla a continuación).

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En cuanto a un tema relacionado, el 40 por ciento de los encuestados siente que las estrategias de reducción de drogas que dependan de la policía y de la persecución de los consumidores son ineficaces. Más de la mitad de todos los encuestados mexicanos están de acuerdo con esta afirmación, la cual obtuvo el menor porcentaje en Perú (16 por ciento) (vea el gráfico a continuación).

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Porcentaje de encuestados que perciben que las políticas de reducción de drogas basadas en la policía y la persecución de los consumidores son ineficaces. Fuente: OPDOP.

Regionalmente, el 33 por ciento de los encuestados respondieron que la producción de drogas se debe despenalizar o legalizar, y un porcentaje similar está de acuerdo con la despenalización o la legalización de la venta de drogas (27 por ciento) y su consumo (38 por ciento). Los mexicanos son quienes están más a favor de la despenalización o legalización de las drogas, mientras que los bolivianos y los salvadoreños son los menos propensos a tener esta opinión (vea la tabla a continuación).

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Análisis de InSight Crime

Los hallazgos de OPDOP dan cuenta de varias tendencias actuales en Latinoamérica en cuanto a las drogas ilícitas. Por ejemplo, la alta tasa de narcotráfico que se percibe en Argentina y Bolivia es coherente con el creciente papel de estos países en el tráfico de drogas a nivel regional.

Estos cambios en las actividades relacionadas con las drogas son especialmente evidentes en Argentina. En los últimos años, en este país se ha presentado un marcado aumento en el número de drogas sintéticas y en los laboratorios de cocaína; por otra parte, el consumo de cocaína, el microtráfico y la violencia relacionada con las drogas también van en aumento.

Así mismo, aunque Bolivia ha sido tradicionalmente un productor de coca (el ingrediente básico de la cocaína), en años recientes ha emergido como un importante centro del narcotráfico en Suramérica, abasteciendo a los mercados regionales e internacionales.

Las percepciones de mayor actividad del narcotráfico en Bolivia y Argentina quizá también han estado influenciadas por la creciente presencia de organizaciones narcotraficantes extranjeras en estos países.

Por otro lado, los distintos resultados del estudio en cuanto a políticas de drogas ponen de relieve la falta de un consenso regional sobre la manera de abordar este tema.

Hay un creciente grupo de líderes y políticos latinoamericanos que piden una revisión de las políticas de drogas en la región. Estos llamados se han enfocado en buscar alternativas a las agresivas políticas de lucha contra las drogas, promulgadas como parte de la llamada “guerra contra las drogas”. Uruguay ha dado el paso más grande hacia la aplicación de reformas progresistas, con la legalización de la marihuana en 2013.

Sin embargo, el estudio de la OPDOP muestra que todavía hay un gran porcentaje de personas -sobre todo en países tradicionalmente conservadores como El Salvador y Bolivia- que sienten que las drogas ilícitas no deben ser legalizadas, lo cual demuestra algunas de las contradicciones y las continuas diferencias de opinión sobre la reforma de la política de drogas en la región. (Michael Lohmuller | InSightCrime)

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