A poco más de dos semanas para poner fin a 2016, las miras se centran ya en qué ocurrirá el próximo año. Un ejercicio que promete estar marcado por la nueva administración del presidente electo en Estados Unidos, Donald Trump, así como por otros eventos geopolíticos, como la resaca dejada por el referéndum en Italia, que votó no a la reforma constitucional, o las elecciones presidenciales en Francia y Alemania.

La consultora IHS Markit realizó el martes una conferencia telefónica para dar a conocer sus principales predicciones económicas de lo que ocurrirá en la economía global en 2017. Precisamente la primera de estas proyecciones señala que la economía del planeta crecerá un 2,8% el próximo año, una mejora con respecto a 2016, pero el sexto año consecutivo en que la actividad económica mundial se mantiene por debajo del 3%.

«La expectativa de que la nueva administración estadounidense promulgue importantes estímulos fiscales ha aumentado el optimismo sobre el crecimiento de Estados Unidos y global», aseguraba Nariman Behravesh, economista jefe de IHS Markit . «Por otro lado, el elevado rendimiento de los bonos estadounidenses tendrá un impacto negativo en los mercados emergentes, reduciendo significativamente el margen para una mayor relajación monetaria», añadió. Aún así, Behravesh consideró que estos giros financieros están ocurriendo en un momento en que los precios de las materias primas están subiendo mientras que tanto la confianza de los consumidores como el de las empresas ha mejorado».

IHS Markit considera que estas tendencias serán moderadamente positivas para el crecimiento global, que aumentará del 2,5% en 2016 al 2,8% en 2017 y superará el 3,1% en 2018. A este lado del Atlántico, se espera que la economía de EEUU coja impulso gracias a la mejora de confianza tanto de empresas como de los consumidores.

También debería influir para bien la posible implementación de recortes de impuestos así como las inversiones en infraestructura previstas por la administración Trump, que tomará posesión oficial de su cargo el próximo 20 de enero. En el lado negativo, la subida de los tipos de interés y el dólar erosionarán algunos de los efectos positivos de este estímulo. IHS Markit estima que el PIB estadounidense crecerá un 2,3% en 2017 y un 2.6% en 2018.

Por su parte, la eurozona afronta enormes desafíos políticos que podrían perjudicar la confianza y el crecimiento del próximo año, incluyendo la materialización del Brexit, las consecuencias de la reciente derrota del referéndum en Italia y las próximas elecciones en Francia, Alemania y los Países Bajos. IHS Markit no descarta que estas fuerzas debiliten el crecimiento de la zona euro desde el 1,7% este año hasta el 1,4% el próximo año mientras el crecimiento en Reino Unido caerá hasta situarse en el 1,3% en 2017.

Los precios de las materias primas mantendrán su tendencia alcista. IHS Markit espera que el Brent ronde una medida de 55 dólares por barril gracias al reciente acuerdo de la OPEP para reducir la producción. A ello hay que sumar, como se comentaba anteriormente que la previsión de un crecimiento más fuerte y, en particular, de más gasto en infraestructura en EEUU ha impulsado este mercado.

Entre otras predicciones, IHS Markit apunta que la economía de Japón ganará algo de impulso, creciendo un 1% gracias a un yen más débil. Por otro lado, el crecimiento de China seguirá perdiendo fuerza ante la desaceleración de la construcción de viviendas y la eliminación de los estímulos del gobierno. Seguramente, el renminbi regresará a los niveles de 2008, con el gobierno imponiendo controles de capital en un intento de aliviar la presión sobre la divisa y limitar la depreciación, IHS Markit cree que las contradicciones políticas de Pekín darán lugar a un crecimiento que se reducirá hasta el 6,4% en 2017.

Al mismo tiempo, los mercados emergentes mejorarán su comportamiento a pesar de las recientes presiones de los mercados financieros. Los fundamentos económicos en la mayoría de los países emergentes han mejorado en los últimos dos años y, con la excepción de China, los ratios de deuda global son en su mayoría más bajos. Esto significa que estas economías podrán disfrutar de los frutos de una perspectiva global más optimista.

Además, IHS Markit estima que la inflación subirá en muchas partes del mundo. En lo que se refiere a los tipos de interés en EEUU, la consultora aventura que la Fed elevará los tipos de interés al menos tres veces en 2017. Esta dinámica seguirá apreciando al dólar, aunque su escalada no será uniforme.

Su fortaleza será más sensible en su cruce con el euro y el yen, debido a la política acomodaticia que todavía imponen tanto el Banco Central Europeo como el Banco de Japón. Para el cuarto trimestre de 2017, el euro tocará brevemente la paridad y el dólar se cambiará en los 120 yenes. En lo que se refiere a las divisas emergentes, la caída será menor de lo previsto dado que muchas monedas ya han sufrido grandes ajustes a la baja en su cambio con el billete verde.

Desde IHS Markit, consideran que los riesgos de una recesión estadounidense o global seguirán siendo bajos en no más del 25 por ciento. (José Luis De Haro | Nueva York | El Economista)

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