Por Alfredo Nobre Leite.-

¿Cómo es posible que un tribunal de Morón haya absuelto el 29 del actual a dos peligrosos delincuentes que el 27 de julio de 2015, en su huida al fracasar un asalto en Merlo, sin poder apoderarse del dinero, y a los tiros asesinaron a la niña Mayda Saccone, de tres años, con un balazo que ingresó de arriba abajo por el tórax y rozando su corazón le provocó la muerte? Los dos individuos de pésimos antecedentes: uno acusado de «robo con resultado homicidio y robo agravado por el uso de arma en dos hechos» y el otro por «tenencia de arma de guerra y robo agravado», hayan estado en libertad, prosiguieron sus raids delictivos, y dicho tribunal, cometiendo, seguramente, prevaricato, ahora los absuelve por falta de prueba, es decir por no hallar el arma que dispararon matando a la niña de tres años. Según la madre, Verónica Acuña, «fue una sorpresa que (los jueces) tiren para el lado de los chorros», es decir, los dos sospechosos por el asesinato de su hija. A la supuesta falta de pruebas, aducida por el tribunal de marras, la madre, sostuvo: «Para mí son ellos, yo estuve ahí, reconocí todo y nadie me va a sacar de la cabeza que son ellos», agregando: «Para mi hubo dinero, compraron al juez» (sic). Por supuesto, que la fiscal del juicio Cecilia Corfield adelantó que apelará el fallo porque tanto la madre de la víctima, como un vecino identificaron la moto, la ropa y los cascos a los sospechosos cuando fueron detenidos.

Algo huele muy mal y no es Dinamarca, con la Justicia, los jueces de la provincia de Buenos Aires, y la legislación penal lábil, que el tribunal tuvo el tupé, ante las evidencias expuestas en el debate, de absolver a tan peligrosos delincuentes, que tampoco se entiende que con tan frondosos prontuarios penales estén libres. Urge reformar el Poder Judicial bonaerense (de igual modo que el nacional, según la opinión del fiscal general Germán Moles, que cuestionando el fallo de la Cámara Federal -Sala I, integrada por Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, afines al kirchnerismo, respaldo el criterio del juez federal Daniel Rafecas, quien insistió que no hubo delito en la acusación del malogrado fiscal Alberto Nisman, siendo que la obligación del ministerio público es investigar-; que hay que hacer una desratización del Poder Judicial, refiriéndose al colectivo «Justicia Legítima» kirchnerista) a fin de que cesen esos fallos descarados e inadmisibles, protegiendo a delincuentes, a costa de la pérdida y sufrimiento de los familiares de las víctimas.

Share