Por Jorge Omar Alonso.-
Por su inmensa destructividad, por la violencia que infringió a los principios éticos y las tensiones que dejó intactas, en lugar de la paz y el orden, el régimen kirchnerista será recordado sólo por estas consecuencias por mucho tiempo. Ya habrá tiempo para que algún intelectual pueda estudiar con rigor las causas de la decadencia en los principios y valores. Argentina ha extraviado su centro y no creo que su sociedad desee volver a creer en valores y obligaciones. Los argentinos parece que no estamos dispuestos a admitir que hemos perdido la capacidad de creer y de enfrentarnos a los hechos que nos han llevado a perder la fe. Nuestra sociedad hoy más que nunca, está sometida a los dioses de la masa y la velocidad, del consumismo y el goce. El culto que se les rinde conduce a la uniformidad y a la adulteración de la calidad. Es la tendencia populista a recelar de la excelencia, tanto intelectual como moral. Estamos inmersos en un verdadero problema: ya no distinguimos lo bueno y lo malo. ¿El ciudadano argentino de hoy en día está dotado de una escala de valores mínimamente racionales? Sólo entiendo que el estado en que nos hallamos es el de la caída. No somos capaces de comprender qué significa la superioridad de un ideal.
12/08/2015 a las 3:21 PM
No sólo valores hemos extraviado sino además, principios e identidad nacional, pilares fundamentales de una verdadera República….Y en ese contexto, se ha engendrado la mayor perversidad política de nuestra historia, que no repara en exaltar con extremo desenfado, la auto denominada “década ganada”….Vamos por todo, es su bandera de campaña,….menos por la decencia, la moral, el respeto por nuestros padres fundadores, por la equidad, la justicia modelo, la hermandad….Podría continuar pero….¿vale de algo?….Es como predicar en el desierto o, peor aún, expresar en soledad el dolor de ver como destruyen la Patria ladrillo por ladrillo sin que nadie despierte de su siesta y entienda que se está quedando sin futuro…..para sí y para sus hijos…..Martín.-
12/08/2015 a las 4:47 PM
MEJOR DIGA CIUDADANOS SIN FE!
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Festividad de Santa Filomena
11 agosto, 2015lavsdeo
Saint Philomena Holy Card
Santa Filomena, Virgen y Mártir
Sobre su vida
Santa Filomena fue una joven mártir de la Iglesia primitiva, prácticamente desconocida hasta el 24 de mayo de 1802, cuando en una excavación en Roma, encontraron una tumba cerrada con piedras (que incluimos más abajo), conteniendo los restos mortales de Santa Filomena (de los cuales tenemos una reliquia en nuestra parroquia). Aunque se tenían sus restos mortales, aún no se sabía nada de la vida de Filomena, pero gracias a revelaciones privadas, recibidas en respuesta a oraciones de muchos para saber quien era y cómo llegó al martirio, en 1863 por tres diferentes personas, obtuvimos la respuesta.
Las personas favorecidas fueron un joven artista de buena moral y vida piadosa, un devoto sacerdote y una piadosa religiosa de Nápoles, la Venerable Madre María Luisa de Jesús quien murió en olor de santidad. (Estas revelaciones han recibido el Imprimátur de la Santa Sede dando testimonio de que no hay nada contrario a la fe. La Iglesia no ha hecho ningún otro pronunciamiento y no garantiza la autenticidad de las supuestas revelaciones. La Santa Sede dio la autorización para la propagación de estas el 21 de diciembre de 1883.)
Historia de la vida según las revelaciones a la Madre María Luisa de Jesús
O SOY LA HIJA DE UN PRÍNCIPE que gobernaba un pequeño estado de Grecia. Mi madre era también de la realeza. Ellos no tenían niños. Eran idólatras y continuamente ofrecían oraciones y sacrificios a sus dioses falsos. Un doctor de Roma llamado Publio, vivía en el palacio al servicio de mi padre. Este doctor había profesado el cristianismo. Viendo la aflicción de mis padres y por un impulso del Espíritu Santo les habló acerca de nuestra fe y les prometió orar por ellos, si consentían a bautizarse. La gracia que acompañaba sus palabras, iluminaron el entendimiento de mis padres y triunfó sobre su voluntad. Se hicieron cristianos y obtuvieron su esperado deseo de tener hijos.
Al momento de nacer me pusieron el nombre de Lumena, en alusión a la luz de la fe, de la cual era fruto. El día de mi bautismo me llamaron Filumena, hija de la luz (filia luminis) porque en ese día había nacido a la fe. Mis padres me tenían gran cariño y siempre me tenían con ellos. Fue por eso que me llevaron a Roma, en un viaje que mi padre fue obligado a hacer debido a una guerra injusta.
Yo tenia trece años. Cuando arribamos a la capital nos dirigimos al palacio del emperador y fuimos admitidos para una audiencia. Tan pronto como Dioclesiano me vio fijo los ojos en mi.
El emperador oyó toda la explicación del príncipe, mi padre. Cuando este acabó y no queriendo ser ya más molestado le dijo: yo pondré a tu disposición toda la fuerza de mi imperio. Yo solo deseo una cosa a cambio, que es la mano de tu hija. Mi padre deslumbrado con un honor que no esperaba, accede inmediatamente a la propuesta del emperador y cuando regresamos a nuestra casa, mi padre y mi madre hicieron todo lo posible para inducirme a que cediera a los deseos del emperador y los suyos. Yo lloraba y les decía: ¿Ustedes desean que por el amor de un hombre yo rompa la promesa que he hecho a Jesucristo? Mi virginidad le pertenece a Él y yo ya no puedo disponer de ella.
Pero eres muy joven para ese tipo de compromiso -me decían- y juntaban las más terribles amenazas para hacerme que aceptara la mano del emperador.
La gracia de Dios me hizo invencible. Mi padre no pudiendo hacer al emperador ceder y para deshacerse de la promesa que había hecho, fue obligado por Dioclesiano a llevarme a su presencia.
Antes tuve que soportar nuevos ataques de parte de mis padres hasta el punto, que de rodillas ante mi, imploraban con lágrimas en sus ojos, que tuviera piedad de ellos y de mi patria. Mi respuesta fue: No, no, Dios y el voto de virginidad que le he hecho, esta primero que ustedes y mi patria. Mi reino es el Cielo.
Mis palabras los hacía desesperar y me llevaron ante la presencia del emperador, el cual hizo todo lo posible para ganarme con sus atractivas promesas y con sus amenazas, las cuales fueron inútiles. El se puso furioso e, influenciado por el demonio, me mandó a una de las cárceles del palacio donde fui encadenada. Pensando que la vergüenza y el dolor iban a debilitar el valor que mi Divino Esposo me había inspirado. Me venía a ver todos los días y soltaba mis cadenas para que pudiera comer la pequeña porción de pan y agua que recibía como alimento, y después renovaba sus ataques, que si no hubiera sido por la gracia de Dios no hubiera podido resistir.
Yo no cesaba de encomendarme a Jesús y su Santísima Madre.
Mi cautiverio duró treinta y siete días, y en el medio de una luz celestial, vi a María con su Divino Hijo en sus manos, la cual me dijo: “Hija, tres días más de prisión y después de cuarenta días, se acabará este estado de dolor.” Las felices noticias hicieron mi corazón latir de gozo, pero como la Reina de los Angeles había añadido, dejaría la prisión, para sostener un combate más terrible que los que ya había tenido. Pasé del gozo a una terrible angustia, que pensaba me mataría. Hija, ten valentía, dijo la Reina de los Cielos y me recordó mi nombre, el cual había recibido en mi Bautismo diciéndome: “Tu eres LUMENA, y tu Esposo es llamado Luz. No tengas miedo. Yo te ayudaré. En el momento del combate, la gracia vendrá para darte fuerza. El ángel Gabriel vendrá a socorrerte, Yo le recomendaré especialmente a él, tu cuidado”.
Las palabras de la Reina de las Vírgenes me dieron ánimo. La visión desapareció dejando la prisión llena de un perfume celestial.
Lo que se me había anunciado, pronto se realizó. Dioclesiano perdiendo todas sus esperanzas de hacerme cumplir la promesa de mi padre, tomó las decisión de torturarme públicamente y el primer tormento era ser flagelada. Ordenó que me quitaran mis vestidos, que fuera atada a una columna en presencia de un gran número de hombres de la corte, me hizo que me latigaran con tal violencia, que mi cuerpo se bañó en sangre, y lucía como una sola herida abierta. El tirano pensando que me iba a desmayar y morir, me hizo arrastrar a la prisión para que muriera.
Dos ángeles brillante con luz
13/08/2015 a las 9:08 AM
EL PADRE:
JESUS-EL ES MI HIJO AMADO.
(SOLO EN EL TENGO COMPLACENCIA).
TODOS LOS QUE SIGAN EL MODELO DEL LOCO SATANICO ,EZQUIZOFRENICO JEHOVITICO JUDAICO DEL “ERROR”,
IRAN DE MÁL EN PEOR HASTA AUTODESTRUIRSE.
EMPERO AQUELLOS QUESOLO ABRACEN LOS EVANGELIOS.
TODOS LOS QUE DEPOSITEN SU FE EN JESUCRISTO EL VERDADERO HIJO DE DIOS (EL PADRE) ,SERÁ ADOPTADOS POR JESUS MISMO.
LA VERDAD ES SENCILLA SIMPLE ELIJAN:
A JESUCRISTO Y SU MODELO DE PERFECCIÓN.
O ELIJAN LA PIEDRA DE TROPEZADERO DE JEHOVÁ EL SATAN DIFRAZADO DE DEMIURGO QUE LOS ARRASTRARÁ AL INFIERNO.
JESUS PIEDRA ANGULAR:
TODO EL QUE CON EL TROPIEZE SRÁ DESPEDAZADO.
14/08/2015 a las 10:25 AM
LOS VALORES ÉTICOS Y LA ECONOMÍA ARGENTINA
publicado en revista ON24 editada en Rosario, autor: Dr. Antonio I. Margariti
No sabemos porqué. Pero de un tiempo a esta parte los pronósticos económicos vienen fallando sistemáticamente. Tanto los vistosos gráficos multicolores como los abarrotados cuadros estadísticos de los power-point han perdido interés e importancia. Dejaron de ser útiles para tomar buenas decisiones .
1. PREDECIR O CONSTRUIR EL FUTURO.
En este sentido, estamos siendo interpelados por una tradición evangélica que nos inquieta con esta pregunta: “¿quién ha fuerza de discurrir puede añadir un codo a su estatura?”. Dicho de otra manera: nadie puede adivinar el futuro. Sólo Dios lo conoce. Y en eso estamos igual que los emperadores romanos quienes recurrían a los “augures” para predecir los “auspicios” por medio del “vuelo de las águilas” y a su pesar, no pudieron predecir la invasión de los bárbaros ni la decadencia del imperio.
Cada vez son más los individuos pensantes que reconocen que el futuro no puede ser pronosticado. Es imprevisible. Pero, sin embargo, puede ser construido. Porque el futuro se edifica con las decisiones de cada día. Entonces, hay que poner atención en algo más práctico y acertado que las proyecciones numéricas de los power-point.
Se trata de averiguar cómo se toman las decisiones en el gobierno y en la esfera privada e indagar si ellas siguen el sendero del conocimiento correcto, la sensatez y la honestidad o el camino de la ignorancia supina, la improvisación y la desfachatez.
Hace bastante tiempo, se decía que para triunfar en la vida debíamos “seguir el recto camino” y “alejarnos de la ruta del delito”. Lo mismo vale hoy para los gobiernos, las empresas y la vida de las naciones.
Obrar así, es la única manera que disponemos para advertir si se está construyendo un porvenir esperanzador o un futuro de miserias y desdichas.
En este sentido, en el decenio 2003-2015, ocurrió algo novedoso. Algo que traspasó, alteró, modificó y vulneró a la sociedad argentina. Algo invisible a nuestros ojos. Algo que no comprendemos bien. Algo que no puede ser captado por la macroeconomía, ni la retórica política, ni el análisis sociológico. Algo que no puede ser camuflado por la propaganda mentirosa. Algo que hace fracasar los pronósticos económicos, políticos y culturales. Algo misteriosamente provocador.
2. CAMBIOS PROFUNDOS.
Durante la década pasada hemos sido sometidos a un sigiloso pero feroz intento de alterar y cambiar de raíz nuestra esencia, los rasgos culturales, nuestra idiosincrasia, el modo de ser, pensar y obrar de los argentinos.
En la escena pública y cada vez más en la esfera privada, actuamos ahora de modo totalmente distinto a como lo hacíamos diez años atrás.
En la sociedad argentina se ha abierto una profunda grieta. Vivimos con temor a la agresión y la violencia, pero nos despreocupamos por la res-pública y nos escondemos como un caracol, adentro de nuestros intereses.
El mandato sagrado, que el preámbulo de la Constitución alberdiana ordena cumplir, se ha violado impunemente. ¡Los gobernantes lo incumplen y a pocos les interesa!
Ya no “constituimos una unión nacional”. No se “afianza la justicia”. No se “consolida la paz interior”. No se “provee a la defensa común”. No se “promueve el bienestar general”. No se “aseguran los beneficios de la libertad”. No recibimos más a esos “hombres honrados que quieran habitar el suelo argentino”. Hasta hemos cambiado la “protección de Dios como fuente de toda razón y justicia” por la voluntad caprichosa de gobernantes autistas, ávidos de poder.
El egoísmo social, la dureza de corazón y la cerrazón mental han ganado nuestro ser nacional. Por eso en los más altos sitos, gubernamentales y privados, hay tanto enriquecimiento soez, suma injuria, violencia extrema, inseguridad y crimen del narcotráfico.
3. LA SINDÉRESIS.
Este fenómeno puede definirse de manera simple y contundente. En Argentina ha ocurrido una profunda, sigilosa y constante mutación de la SINDÉRESIS.
“Sindéresis” es un término griego que significa “la capacidad normal del ser humano en reconocer los principios morales, obrar el bien y rechazar el mal”. Como dirían los analistas políticos: la “sindéresis” es el espacio donde transcurre la construcción política: es la trama y el hábitat de toda acción humana, inclusive la actividad económica.
Los generadores intelectuales de este cambio que nos afecta, son dos ideólogos que han influído poderosamente en el relato y la diatriba oficial: Ernesto Laclau (1935-2014) y Heinz Dietrich Steffan (1943).
El primero, fue el profeta laico que ayudó a armar el discurso oficial de los derechos humanos para guerrilleros setentistas y el que construyó la dialéctica política sobre la base de la irreconciliable brecha militante-enemigo.
El segundo, es inspirador de la actual política económica exacerbada por la inflación y el déficit, en la que el Estado asume la dirección y control total de cualquier decisión económica individual o social tendiendo a implantar sigilosamente el proyecto “socialismo siglo XXI”.
4. INFLUENCIA DECISIVA EN LA VIDA COTIDIANA
Cualquier acto humano -voluntario y deliberado- se desenvuelve en una “sindéresis”, es decir con determinada capacidad para juzgar y actuar.
Esa acción humana se produce dentro de un conjunto de condiciones geográficas, históricas, espirituales, intelectuales, políticas, agnósticas o creyentes, a partir de las cuales obramos según criterios personalísimos.
La “sindéresis” da coherencia a nuestros pensamientos y comportamientos habituales. Sin ella seríamos como bolas sin manija, palurdos, brutos, grotescos, guarangos, necios o imbéciles.
El publicitado modelo nacional y popular ha mostrado ser un proyecto de adulteración de principios éticos y de rechazo a la conciencia moral tradicional para convertirla en una conciencia setentista, colmada de codicia, violencia, revanchismo y destrucción. Parecieran haber adoptado los principios de la Jihad islámica que con su violencia extrema trastocó la pacífica cultura musulmana.
Han pretendido hacer de Argentina un país fundacional, distinto y contestatario, negando la tradición e intentando hacer la revolución mediante el menosprecio de las instituciones, el cambio violento de las leyes y la adulteración de la mentalidad popular forjando una nueva conciencia revolucionaria.
4. TRADICIÓN Y REVOLUCIÓN.
Con un poco de paciencia y cierta dosis de memoria, cada uno de nosotros puede recopilar los principios morales que nos transmitían nuestros padres y que ellos recibieron de los abuelos. Se trata de recordar cuál era la enseñanza que recibimos de niños.
Luego, con mayor prolijidad, podemos revisar los discursos oficiales del ex presidente y la actual mandataria para extraer su visión moral sobre el Estado, la Sociedad y la Vida de las personas.
Así podemos compendiar la “sindéresis de la militancia” oficializada por los aplaudidores y barras bravas que suelen ocupar los patios de la Casa Rosada.
Domingo F. Sarmiento definiría el resultado de este esfuerzo intelectual como “civilización o barbarie”. Nosotros podemos señalar que es la contradicción entre “tradición o revolución”.
5. PRINCIPIOS MORALES DE NUESTROS PADRES
La sindéresis tradicional o principios morales que nos inculcaron nuestros padres eran los siguientes:
1. Debes ser decente: pobre pero honrado, rico pero generoso.
2. Tienes que hacer el bien y evitar el mal.
3. Siempre decir la verdad, nunca mentir, ni jurar en vano.
4. Haz de mantener tu palabra y cumplir las promesas.
5. Debes respetar los bienes ajenos.
6. No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.
7. Tu primer deber es honrar a tus padres y maestros.
8. No vayas con malas compañías ni te expongas al peligro.
9. Las cosas se consiguen con trabajo, esfuerzo y perseverancia.
10. Se compasivo con los que sufren y requieren tu ayuda.
6. “SINDÉRESIS” DEL MODELO “K”
En cambio, la sindéresis del proyecto político que nos gobierna y que ha dado en llamarse “nacional y popular”, es muy distinta:
1. Importa el consumo, no el ahorro; el Estado velará por tu vejez.
2. La militancia es decisiva, no interesan el estudio ni la idoneidad.
3. Quien no piensa como nosotros, es el enemigo a destruir.
4. No dialogar ni debatir, el proyecto es perpetuarse en el “poder”.
5. La violencia social es derecho del pueblo y no debe judicializarse.
6. El delincuente es víctima de una sociedad excluyente.
7. Los jueces no deben hacer justicia sino obedecer a las mayorías populares.
8. La libertad de prensa es un privilegio que impide cambiar la realidad.
9. El gobernante elegido por el pueblo tiene derecho a quedarse con parte del excedente que administra.
10. Para construir espacios de poder, la política debe dominar a la economía,
la educación y la cultura.
7. SOMOS CULPABLES.
Han sido nuestras claudicaciones, los pequeños intereses, la despreocupación por la res-publica, nuestras cobardías y cómodas excusas las que permitieron que la moral individual y la conciencia cívica de una parte de los argentinos hayan sido cambiadas de raíz y ahora sólo podamos añorar los tiempos pasados, esperando vanamente que el milagro se produzca con un simple relevo electoral.
Rosario, 23 Junio 2015 Dr. Antonio I. Margariti