Por Luis Alejandro Rizzi.-

Cristina está en campaña, pero tiene dos finalidades: la primera es asumir que el capital electoral es de ella y, por tanto, es la accionista mayoritaria; su 25% -pueden ser unos puntos más o menos- son suficientes para imponer condiciones en su espacio. El resto posiblemente no sume un 10%.

La segunda finalidad es lograr participar del ballotage, lo que le permitirá asegurarse un buen número de diputados que -parecen incondicionales- sería su infantería, avanzada o retaguardia institucional, según las bancas que logre.

¿Le importa Sergio Massa? Diría que no, pero lo necesita; tiene “amigos capitalistas” y tendría un cierto nivel de tolerancia en el “círculo rojo”, garantizaría la “prebenda”, lo que significa dinero para la campaña. Siempre es bueno tener puentes con “la jefa”.

Cristina está convencida de que Massa -si creyera lo contrario no lo hubiera bendecido- perderá la elección, pero cumpliría la función del profiláctico perfumado, luego de usado se descarta, sirve para la política oral y para la tradicional. Massa está muy activo en la primera, la política militante sexual oral; no se priva de nada.

Sin embargo, en la Provincia de Buenos Aires, varios “barones” habrían iniciado negociaciones para afilar tijeras, y en esa tarea Grindetti y Santilli habrían puesto en suspenso su rivalidad. En ese territorio “La Cámpora” es mala palabra y el peronismo como tal no encuentra “candidatos” y los que están, parecería que “fueron”.

Alguien alejado de la militancia me decía días pasados más o menos esto: “el viejo relato peronista ya no convence a nadie. Hoy vale la realidad y el conurbano “salvaje” es más bien “rebelde”, busca alternativas; la gente está en un extremo insoportable…” Pero también me acotaba: “Mirá, Luis, Cristina tiene un capital propio, pero también tiene un capital importante de rechazo, mucho mayor y mucha gente votará contra ella, pese a su “proscripción”; te lo simplifico: no tiene “voto en blanco” como antaño; es una desventaja.”

Es un ancla de 65 (su porcentaje promedio de rechazo) de toneladas de votos en contra…

Y sí… respondí.

Lo cierto es que habrá una sola elección para Cristina: la provincia de Buenos Aires; el resto es de la oposición.

La cuestión que se plantea Cristina es que Kicillof a duras penas estará manteniendo su “capital electoral» y Massa no sumaría.

¿Siguen existiendo los “cinco” tercios?

Pienso que cuatro: JxC, UxP, Milei y la abstención.

El verdadero “plebiscito” será sobre “Cristina proscripta”. A su pesar, se votará en su contra o en su favor.

La Argentina sigue siendo «anti».

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