Por Oscar Edgardo García.-

Ricardo Darín en una entrevista defendió la subsistencia del INCAA sosteniendo que lo que se conoce del país es por su cine.

Para respaldar su opinión, mencionó como ejemplo que una periodista en Málaga le pidió a Griselda Siciliani que le contara sobre la Argentina porque lo poco que conocía era a través de su cine.

El infantilismo de Darín es inigualable y la ignorancia de la entrevistadora es vergonzosa e inimitable

La producción cinematográfica es un negocio de riesgo que como cualquier otro produce resultados positivos o negativos, es decir que se gana o se pierde.

En el país, el INCAA se hace cargo de los gastos de producción con los impuestos que pagan los maltratados contribuyentes mientras que los productores gozan de las ganancias correspondientes. Esta es una ecuación totalmente inaceptable.

A menos que desee hacer papelones, sería oportuno que antes de hablar trivialmente Darín se interiorizara sobre los mecanismos y procesos que se utilizan comúnmente para los emprendimientos cinematográgicos en países desarrollados y concrete sus proyectos conforme a ellos, así como también comprender que las acciones del gobierno no conducen al desfinanciamiento del INCAA sino a la quita de prebendas y privilegios que reciben algunos beneficiarios elegidos.

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