Por Luis Américo Illuminati.-

Un fallo histórico. Una noticia que fortalece la fe en la justicia y pone fin a una oscura cuestión que tenía al país en un callejón sin salida. Una cuestión que a todas luces era una afrenta a la soberanía argentina. Un ignominioso impasse judicial que por motivos sinuosos no se resolvía. Una vergüenza para la Nación Argentina. Dos atentados terroristas. El primero fue blanco la Embajada de Israel (1992), el segundo, la sede de la AMIA (1994), ocurridos durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, dos causas que atravesaron infinidad de obstáculos, vicisitudes y trabas de todo tipo. Parecía que en medio del profundo dolor de los familiares de las 85 víctimas y de la desidia de los magistrados intervinientes, se interponía, por así decirlo, un poder diabólico que conspiraba para que el caso no se esclareciera nunca y permaneciera en la nebulosa de una justicia amancebada con el Poder Ejecutivo (jueces de servilleta). Pasaba el tiempo y los mismos colaboradores de Menem (SIDE) quedaron envueltos en un manto de sospecha y corrupción con los fondos ofrecidos para solventar la obtención de pruebas, sin importar la confiabilidad de las fuentes. El propio juez de la causa Juan José Galeano y el secretario de la SIDE (Hugo Anzorreguy) terminaron presos. Llegó un momento que el atentado a la AMIA literalmente fue el monumento a la impunidad. Un infame baldón que pendía en el despacho de los inquilinos ocasionales del Congreso. El reciente fallo de la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal en la Causa AMIA II por fin hizo Justicia. Un impecable fallo de 991 páginas, que analiza los hechos y repasa las circunstancias de la causa con objetividad y equidad admirable. No son pocos los que opinan que este fallo, complica la frágil situación procesal de Cristina Kirchner, ya que la conecta con el execrable «memorándum de entendimiento con Irán» celebrado a los fines de encubrir el atentado. Algo nunca visto, salvo en los anales de los gobiernos que consideran el Derecho un medio o instrumento justificador de fines incompatibles con los valores y principios republicanos irrenunciables. El gobierno kirchnerista «cedía la jurisdicción penal a Irán para que éste resolviera si era culpable o inocente». El juez Carlos Mahiques dejó sentado que fue un crimen de lesa humanidad. Los familiares de las víctimas -que nunca se rindieron- quieren que se reabra la causa donde Cristina y sus cómplices fueron sobreseídos por el TOF Nro. 8 con fundamentos muy precarios. Corresponde ahora sea llevada a Juicio como lo exige la lógica y la memoria de los muertos, incluido el fiscal Alberto Nisman, a quien todo el kirchnerismo cerró filas para calumniarlo después de muerto cuando ya no se podía defender. Repudiable desde todo punto de vista. Había que salvar a la Jefa a toda costa, so pena de acusar a los jueces de Comodoro Py (cuyos legajos pasaron por sus manos) de organizar en su contra un «Lawfare». Inocente como una carmelita descalza. Una abogada exitosa. Sus conocimientos jurídicos son tan profundos e irrefutables que ningún magistrado puede igualarla.

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