Por Ovidio Winter.-

Pepe Galleta, el recordado personaje de Pepe Biondi exclamaba: “dónde me pongo” cuando era él quien recibía el cachetazo. Eso mismo tendríamos que decir la gente de a pie, cada vez que los políticos cínicamente se tiran cachetazos al aire (cuyos destinatarios terminamos siendo los ciudadanos) enrostrándose los robos que hicieron los de enfrente (nunca ellos) y, para peor, buscando complicidad entre los asistentes a sus actos de campaña.

Así entonces, CFK les dirá a sus militantes que si su hermana la denunciara que transfirió 35 millones de dólares al exterior no tendría cara para presentarse ante el pueblo (aludiendo al libro “Hermano” que Mariano Macri utilizó para denunciar a su hermano Mauricio de muchas cosas turbias, aunque sin haberlo hecho ante la justicia).

¿Habrá olvidado que la televisión la mostró acompañando a su hija Florencia depositando 6 millones de la misma moneda en el Banco Galicia, todos precintados, nuevitos?

¿Habrá sido, nomás, honorarios atrasados de una abogada exitosa?

¿Habrá tomado registro que denunció una obscenidad habiendo cometido otra?

Estos son los políticos a los que tendríamos que darles la espalda, para siempre.

Cuando nos animemos, dejaremos entonces de preguntarnos, “¿dónde me pongo?”

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