Por Paul Battistón.-

Entre los 10 más destacados en cuestión economía, destacado específicamente en “no sabemos qué”, pero el modelo top ten es siempre una buena y astuta propaganda.

La salida Batakis en su momento tenía una única buena salida y fue justamente la adecuada la que se tomó, adecuada para la preservación del Frente. Para el país hubiera sido más conveniente la salida del Frente (casi imposible) pero de seguro esto habría dañado cualquier posibilidad de darle pompa y brillo a nuestro venidero festejo cuarentón de algo parecido a la democracia. Las salidas de Alfonsín y De La Rúa ya están lo suficiente lejos como para quitarle el peso que se pretende darle.

Un nuevo Néstor ha comenzado a dibujarse con cada ilustración numérica del INDEC, en cada pequeño engaño llevado con el pecho de austeridad disfrazada con saco negro y dejado pasar con el descuido de la mirada distante de estadista actuado.

La suma de diferencias favorables objetando esa realidad que siempre los contraría, se refleja descontada en las grandes condonaciones a empresarios de la construcción candidatesca. Erigiendo en un vaivén (toma y daca) su futuro benefactor de reglas no necesariamente claras, más bien precisas, del talle justo a la medida de la necesidad para facturar sin competencias.

Los empresarios de la palabra envolvente no son la excepción. Tres envolturas, una de político más relevante, la de superministro y finalmente la de bien ponderado dejan claro que una Fuentevieja no es la excepción en pretender crear una realidad más que contarla. Casi armándole un Perfil.

El amiguismo en construcción no tiene lugar para cobijar ciertos adornos paisajísticos. Quizás el muchacho tenga finalmente que cumplir con su promesa forzada de barrer con los pintorescos ñoquis, esos que llevan el nombre del “Tío”.

Todo esto claro, en la esperanzada imaginación de quien según Maslatón es el más hábil político argentino. Quizás lo sea, está vivo. Aunque no en el sentido de integridad.

Es el único candidateable con posibilidades de buenos resultados lográndolo por mérito propio desde el espacio donde el mérito es desmerecido. El otro es Máximo, por mérito reflejado; el resto no cuenta y Cristina juega al pedido clamoroso de una multitud que deberá esperar el paso vacacional.

¿Cómo es posible este muestrario de terror? Sencillo, el peronista es incorregible y el fin de ciclo (si ocurriera) apunta a un nuevo “ismo”. En este caso, la posibilidad es el Massoquismo y su liberal amiguismo. Un verdadero capitalismo de amigos, un desarrollismo de álgebras retocadas en la dirección conveniente.

Numeritos forzados para sacar a Argentina de los 3 dígitos temidos y estigmatizantes. Una gran obra de arte titulada quizás 97%. Aunque, teniendo en cuenta el antecedente del 4,9% de noviembre, quizás se animen a un 90,5%. Trampolín ideal para el Massoquismo amiguista en sus pretensiones de tomar el timón pero al mismo tiempo respiro indirecto para el resto de la banda lo que augura una partida hacia un nuevo enfrentamiento interno de “los todos”. Camporas vs Barrenderos, para sacar boletos en primera fila en marzo.

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