Por César Augusto Lerena.-
No basta con que de vez en cuando se detecten en el Atlántico Sur buques extranjeros pescando en aguas argentinas o en la zona adyacente recursos pesqueros que migran desde éstas. Todos los días, desde hace unos 40 años pescan nuestros recursos y se los llevan por un valor aproximado a los 2 mil millones de dólares/año. Es decir, unos 14 mil millones de dólares en la comercialización final de los productos y, más de 20 mil empleos perdidos, entre otros daños, que ocasiona al país la pesca extranjera. Pero el problema es aún muchísimo más grave.
La superficie continental de Argentina asciende a los 2.791.810 Km2; el territorio marítimo argentino y su plataforma continental dentro de las 200 millas marinas alcanza los 3.146.345 km2, dentro del cual, están los archipiélagos Malvinas (11.410 km2), Georgias del Sur (3.850km2), Sándwich del Sur (310 km2), Shetland del Sur (3.687 Km2) y las Orcadas del Sur (750 Km2). Más allá de las 200 millas marinas la Plataforma Continental Argentina asciende a los 1.784.000 km2.
La Antártida Argentina alcanza los 965.597 km2 y, la parte correspondiente de los 20.237.000 Km2 del Océano Antártico o Austral que se encuentra comprendido en el marco del Tratado Antártico.
Dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), ya contabilizada y, la ZEE Uruguaya, hay un área denominada Zona Común de Pesca y, fuera de ella, el Río de la Plata de 30.212 Km2 de superficie, espacio, donde se acordó la navegación y explotación entre ambos países en 1973 por el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo.
La Argentina a su vez, debe tener muy en cuenta que, del total de la ZEEA, el Reino Unido de Gran Bretaña, ocupa y explota por la fuerza 1.639.900 km2; a lo que se agrega que, como consecuencia del Tratado de Paz y Amistad con Chile del 29 de diciembre de 1984 se acordaron condiciones de uso dentro del límite jurisdiccional, del Canal interoceánico del Beagle. Además de ello, las cuestiones derivadas de la libre navegación en el Estrecho de Magallanes, en acuerdo al Tratado de Límites de 1881 y, las relativas a la navegación y control territorial del Cabo de Hornos, que une el Atlántico y el Pacífico.
A esta complejidad y amplitud marítima, se agrega la presencia en Malvinas de la Base Misilística más importante del cono sur y la presencia permanente de más de quinientos buques extranjeros que pescan los recursos pesqueros argentinos en la ZEEA y, los migratorios y asociados en el área adyacente a ésta.
No se puede dejar de tener en cuenta, a la luz de lo ocurrido durante la guerra de Malvinas, la presencia de Chile a las espaldas del continente argentino, la radicación en año 2015 de la Estación Satelital de China en Neuquén y la existencia de numerosos aeropuertos privados en la Patagonia. Ello, sin evaluar los modernos sistemas de control satelital y la propaganda que se difunde a través de algunos medios probritánicos de penetración en el continente que buscan revalorizar el rol de los habitantes de Malvinas.
Se suma a todo ello el reclamo de derechos por parte de la Argentina, entre la longitud de los meridianos 25ºO y los 74ºO (1904); del Reino Unido, en los meridianos 20°O y 80°O (1908); Nueva Zelanda (1923); Francia (1924); Australia (1933); Noruega (1939) y, Chile, entre la longitud de los 53ºO y 90ºO (1940), con la dificultad de que el Reino Unido se superpone totalmente al reclamo argentino y, en el caso de Chile, parcialmente entre los 53ºO y 74ºO al reclamo de nuestro país. A estos países, en el Tratado Antártico, del 1 de diciembre de 1959, se sumó Bélgica, Japón, Sudáfrica, Rusia y Estados Unidos de América, y, otros países, que siguen reclamando derechos pese a encontrarse congelados los reconocimientos.
Este complejo escenario encuentra a la Argentina, sin una estrategia diplomática destinada a ocupar los espacios marítimos argentinos -entre otras cosas-, carente de una regulación general de la actividad en el mar y sus espacios aéreos y con unas fuerzas armadas sin consignas ni capacidad material de control.
En primer lugar, el Atlántico Sudoccidental y el Océano Antártico debieran considerarse, no como una ribera del continente, sino, como parte integrante de éste y, como primera barrera de defensa del continente y, ello supone, tomar algunas medidas que permitan regular, tener bajo control y explotar los espacios aéreos y marítimos argentinos, la plataforma continental y los archipiélagos en el Atlántico Sudoccidental y el Océano Antártico y, las cuestiones pertinentes de la Antártida Argentina.
La organización
Debiera crearse el Ministerio del Atlántico Sur, Islas y Antártida Argentina, que entienda sobre toda práctica, extracción, captura, exploración, explotación o investigación de los recursos naturales vivos o no vivos en el Atlántico Sudoccidental, el Océano Antártico y la Antártida y, aquellos que estén vinculados a éstos territorios, directa o indirectamente con la Plataforma Continental Argentina, la Zona Económica Exclusiva o la Alta Mar cuando se traten de recursos migratorios y/o asociados y/o que intervengan en la cadena trófica de los recursos vivos propiedad de la República Argentina y que, tenga este Ministerio, como primera misión y función, la de promover la legislación aplicable para revalorizar y demostrar la vocación soberana de ocupar, explotar y cuidar ambientalmente estos espacios argentinos.
La regulación de los espacios
Será necesario, para efectuar las reformas profundas indispensables, modificar o reglamentar algunas leyes argentinas, tales como la de Defensa Nacional (Ley Nº 23.554 y afines); Código Aeronáutico (Ley Nº 17.285 y mod., Nº 23.399); Seguridad Interior (Ley Nº 24.059 y mod.); Espacios marítimos y líneas de base (Ley Nº 23.968); CONVEMAR (Ley Nº 24.543); Pesca (Leyes Nº 24.922 y Nº 26386); Hidrocarburos (Leyes Nros. 17.319, 26.197, 26.659, 27.007 y 27.444); Puertos (Ley Nº 24.093 y provinciales del litoral marítimo); Navegación (Leyes Nros. 20.094, 2.637, 17.371, 21.763, 22.228, 26.354, 26.994, 27.077 y 27.419); Ley de Marina Mercante y Flota Fluvial (Ley Nº 27.419, Art. 10º y 13º); Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo (Ley Nº 20.645); Ambiente (Ley Nº 25.675); Ministerios (Ley Nº 22.520 y mod.) y, toda Ley aplicable al Atlántico Sudoccidental, Océano Antártico y la Antártida Argentina, para ajustarla al objeto. Dar por finalizado el Tratado de Madrid, con fundamento, en no haber sido ratificado en el Congreso Nacional y ser contrario a los intereses nacionales.
La defensa nacional, pesca y flota mercante
Resulta indispensable poblar el mar argentino con más buques pesqueros argentinos; acordar y controlar todos los buques extranjeros que navegan y pescan en las áreas adyacentes a la ZEEA y dentro de ésta, en especial aquellos licenciados por el Reino Unido. El plan pesquero debe priorizar la captura de la población sud-patagónica de calamar que migra a Malvinas y al área adyacente a la ZEEA.
Declarar zona de emergencia pesquera y ambiental dentro de las 200 millas alrededor de Malvinas, entendiendo que la explotación en esa área afecta al ecosistema del Atlántico Sur, por cuanto la captura biológicamente sostenible, no puede ser determinada por la Autoridad de Aplicación Argentina.
Ejecutar la Ley de Marina Mercante y Fluvial (Nº 27.419) para asegurar que todo el flete en el mar y los ríos se realice mediante buques argentinos y, sancionar el proyecto de Ley de Promoción de la Industria Naval Pesquera (S-2131/18, 27/6/18) para garantizar la construcción nacional.
Equipar a la Armada Nacional, la Fuerza Aérea Argentina y a la Prefectura Naval, y dotar a estas armas de los medios necesarios para patrullar en forma permanente los espacios marítimos y aéreos y, disponer de un sistema satelital, que permita en tiempo real, conocer lo que pasa en los mares y espacios aéreos argentinos del Atlántico Sudoccidental y Océano Antártico, los Archipiélagos y la Antártida.
Prohibir en las Provincias del litoral marítimo la instalación de aeropuertos privados con capacidad para operar aviones de gran tamaño o militares y, desactivar los existentes.
Instalar un puerto y una base militar aérea y de logística en la Isla de los Estados y otorgar cuotas de pesca a las empresas que instalen industrias procesadoras en el lugar.
Los puertos y la relación con Uruguay
La Argentina debe reformular la política portuaria nacional y su emplazamiento estratégico. Sus puertos deben estar aptos para realizar las operaciones de buques mercantes y portacontenedores, de modo de asegurar el traslado marítimo y fluvial de mercaderías en todo el litoral patagónico y bonaerense y la hidrovía y, debiera llegar un Acuerdo con Uruguay para que en forma inmediata este país suspenda todo el apoyo logístico que le presta a los buques extranjeros que operan sin permiso de Argentina o Uruguay en el Atlántico Sur. Al mismo tiempo, convenir la construcción de un amplio puerto binacional concentrador de aguas profundas, cercano al límite exterior del Río de la Plata, que facilite las operaciones de los grandes buques, el comercio, optimice el control aduanero, reduzca costos, resguarde el acceso a la Cuenca del Plata y el ingreso norte al Atlántico Sudoccidental.
La relación con Chile
Debería profundizarse las relaciones culturales, comerciales y turísticas con Chile de modo de fortalecer los vínculos con este país. En este sentido, es necesario mejorar la vinculación de Chile con la Argentina a través de corredores bioceánicos; acuerdos de libre comercio y disponibilidad de energía e, intercambios universitarios: Promover el dictado de una legislación pesquera única que facilite el control de la pesca ilegal (INDNR) en ambos océanos y acuerdos relativos a la investigación y conservación pesquera para optimizar los recursos de la ciencia y la tecnología; coordinar un plan turístico binacional de modo de promover la explotación de ambos mares y sus archipiélagos australes.
Explotación de hidrocarburos
El gobierno debería promover la realización de exploraciones y explotaciones de hidrocarburos en el Atlántico Sur, teniendo en cuenta, que el offshore en aguas profundas es el segundo tipo de explotación de hidrocarburos de mayor expansión detrás de la no convencional. La Argentina, debería ocupar un espacio destacado en esta materia en el mar austral, de modo de oriental el interés de las inversiones a YPF y, además de los efectos económicos que habría de generar esta actividad, tener una presencia argentina en las áreas que lindan entre Malvinas y el continente.
La educación, capacitación, turismo y deportes
Promover la educación relativa al mar argentino; los hábitos culturales, alimentarios y ambientales y, alentar la capacitación científica, profesional, técnica y de oficios vinculados con el mar, la industrialización y el consumo de los productos originados en el mar.
Promover y subvencionar el turismo marítimo de todo el litoral bonaerense y patagónico, los archipiélagos, la Antártida y los territorios nacionales limítrofes con Chile, entre ellos el Canal del Beagle, el Estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos y, otros que fueran de interés del gobierno provincial de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Los planes de turismo debieran promover y subvencionar la visita de argentinos a las Malvinas, como forma de reafirmar la titularidad argentina de esos territorios nacionales.
Promover la construcción de puertos deportivo-pesqueros en el litoral bonaerense y patagónico para incentivar la práctica deportiva náutica y la pesca artesanal.
El Continente Antártico
En atención al Tratado Antártico, sin menoscabo a los derechos de soberanía territorial, que se dejan en claro en el artículo IV inciso 1 y 2 del referido Tratado, y teniendo en cuenta las superposiciones territoriales en los reclamos, el gobierno argentino debería invitar a todos los países de América del Sur a adherir al Tratado, de acuerdo a lo previsto en el artículo XIII inciso 1 para acordar con ellos la transformación del Continente Antártico en la “Reserva Ambiental, Científica, Acuífera y Alimentaria de Latinoamérica” y convenir con estos países, en el marco de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CRVMA) la explotación de los peces, crustáceos y moluscos al sur de la latitud 60ºS.
Desarrollo de Malvinas
El gobierno nacional debería elaborar un proyecto de desarrollo portuario, vial, industrial, agropecuario, social, turístico y ambiental de las Islas Malvinas e incorporarlo al presupuesto nacional, de modo, de poner de manifiesto ante la comunidad internacional y los habitantes de las Islas, la voluntad argentina de que habrá de trabajar para el desarrollo sostenido de Malvinas, en el caso de extinguirse la invasión británica de este territorio argentino, asegurándoles a sus habitantes los recursos necesarios para garantizarles la felicidad y el modo de vida.
Tal vez sea necesario aquello de la Rima VII de Bécquer: ¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz como Lázaro espera, que le diga «Levántate y anda»!
25/01/2019 a las 6:48 PM
Muy buen trabajo. Es hora de despertar.
25/01/2019 a las 7:39 PM
https://www.urgente24.com/285618-espert-tiene-la-solucion-imitar-a-chile-uruguay-y-peru
25/01/2019 a las 8:23 PM
https://www.urgente24.com/285612-cobran-jubilaciones-que-rozan-la-indigencia-pero-financian-reelecciones
26/01/2019 a las 8:36 PM
Ud. si que sabe dar en la matadura, Don Guillermo.
26/01/2019 a las 11:30 PM
Muy agradecido por su elogiosa y justa observación.. hermano.
Guille
03/02/2019 a las 12:32 AM
ESPERT UNA BASURA MÁS
25/01/2019 a las 9:25 PM
Si la Isla Maciel decidiera independizarse. Dudo que la podamos recuperar por la fuerza.
Diplomacia , diplomacia. Para nuestros reclamos justos.
Un camino que nunca debimos abandonar.
Nostalgicos , abstenerse. O a llorar al campito -diria alguo por ahi-.
03/02/2019 a las 12:33 AM
LADRÓN DE MIERDA
26/01/2019 a las 7:05 AM
Buen artículo. Bien pensado. Para mi se olvido de Brasil.
27/01/2019 a las 6:16 AM
El 40% “ni-ni”
Los ni-ni son un peligroso fenómeno transcultural que arribó a la política y amenaza con deformarla o destruirla si el Estado no reconoce el problema y asume la necesidad de autopreservarse limitando la expansión de esa realidad consecuencia de malas decisiones.
Por LUIS ALEJANDRO RIZZIAbogado especializado en Derecho Comercio, con experiencia en la gestión del aerocomercio.
Domingo 27 de enero de 2019
0:23 hs
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Elecciones 2019 Ni-ni
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El 40% “ni-ni”
Entre 25% y 35% son jóvenes ni-ni en las diferentes sociedades.
Creo que no quedan dudas que para la elección de fondo, la presidencial, la clave pasará por ese 40% “ni-ni”, que serian los anti “K”, los desilusionados de “Cambiemos” y ese segmento que le daría lo mismo votar por un “peronismo alternativo” (como si lo hubiera), por “Cambiemos” o por cualquier otro que se presente con buenos modales y algún antecedente valioso como podría ser Roberto Lavagna a quienes algunos ya pretenden convertirlo en una suerte de “hombre providencial”, con lo cual lo estarían comenzando a demoler.
Registrarme a las Alertas de Urgente24.
Las encuestas que se hagan de acá en más seguirán mostrando mas o menos lo mismo, que hay un 60% que no votaría nunca a Macri y Kristina. En cuanto a la imagen, la intención de voto, la valoración de unos y otros nada indica que varié más allá de dos o tres o cuatro puntos, según varíen los humores circunstanciales. Salvo claro está que, una bandada de cisnes negros o blancos invadiera el territorio político. Con uno solo seria insuficiente.
Por eso poco valor le doy a las encuestas actuales y sobre todo a las que se hace sobre la base de que “se votaría hoy”. Falacia política, quizás muy lucrativa.
En este panorama electoral, para mi sobradamente claro, hay hechos objetivos, si lo pensamos bajo el escrutinio de la razón, como le gusta decir a Amartya Sen, que de todos modos, como se pregunta el mismo Sen, ¿la razón es un buen remedio para corregir el mal razonamiento, la ira o el furor?
Hay no solo regímenes políticos sostenidos por esos vicios humanos, sin ir más lejos el régimen “Madurista bolivariano venezolano” que, se sustenta en la ira anti imperialista norteamericana y la llamada “derecha” y el furor de la lucha liberalizadora de demonios ficticios. Con esto basta para permanecer en el poder durante un tiempo que pueden ser 5, 10 o 20 años.
En cierto modo la ira y el furor, son los fundamentos electorales de Cambiemos y los “K” que, no advierten que cuanto mas ensanchan la grieta, se están disparando a sus pies.
No se puede engañar a todos durante todo el tiempo, solo se lo puede hacerlo con alguna minoría, parafraseando a Abraham Lincoln.
En nuestro escenario electoral, la ira y el furor son irracionalidades que, son usados tanto por el oficialismo “cambiemos” y la oposición “K”.
De ese modo el calificativo de “buenos” y “malos” va y viene, pero ninguno de ellos reconoce que son participes, de ahora, 16 años de decadencia. La pobreza, la inflación, la falta de crecimiento, la marginalidad, asi lo demuestran.
Este es nuestro oximorón político, los candidatos que a la fecha, si las elecciones fueran hoy, ficción inútil, solo llegarían a un máximo de 35%, con lo cual su legitimidad de origen sería muy precaria y la de ejercicio mucho más.
Admitamos, como realmente lo fue que, la herencia recibida fue muy pesada, pero el gobierno de “Cambiemos” la aceptó sin chistar, por aquello, como dijo días pasados Juan Jose Aranguren en LN+ que, no había que dar malas noticias. Malas noticias que era obvio que los votantes de Cambiemos no ignoraban.
Macri defraudó a sus votantes porque no tuvo idoneidad política para enfrentar la crisis y la financió con endeudamiento estéril, digo estéril porque se destinó a financiar la pesada herencia o gasto inútil, y además, como si eso fuera poco, se financió en 2018 una corrida cambiaria que duplicó el precio del dólar en unos pocos meses.
Esa financiación fue tan repudiable y perjudicial para la economía nacional, como los seguros de cambio que implementó, durante 2015 el Banco central, pero la vara de medición fue muy diferente porque unos están, mal procesados pese que los contratos de cambio se cumplieron por el gobierno de “Cambiemos” y jamás fueron declarados nulos como hubiera correspondido, y otros ni siquiera tuvieron que dar explicaciones mínimas por su pésima praxis.
Las delicias de la hipocresía política de nuestros gobiernos y sus opositores.
La cuestión, como lo vengo escribiendo desde hace varios años es que carecemos de “calidad política”.
Como decía antes, nuestros hechos objetivos muestran que el de “Cambiemos” ha sido y es un mal gobierno que se le empiezan a desmoronar varios de sus consideradas virtudes, como la “revolución de los aviones”, que valora un incremento de pasajeros, pero no tienen en cuenta que Andes devolvió aviones y despidió gente, que ARG/AU sigue y seguirá recibiendo ingentes subsidios, empresa que está implementando con un pésimo criterio financiero una política comercial insustentable en el tiempo para obtener fondos para hoy, para hacer creer que necesita menos subsidios, sobre la venta de vuelos que se realizarán mañana y que Dios sabe que seguirá bancando el estado.
Su política salaria es la de una empresa próspera y la ANAC no pudo sostener una resolución de reválidas de patentes del personal aeronáutico. Me pregunto, “Es esto lo que se debe hacer”.
Días pasados las inundaciones en el Norte, pusieron al descubierto la mala planificación de las obras de las vías del Ferrocarril Belgrano y fue la población la que de apuro tuvo que construir canales debajo de las vías, para que el agua pudiera descender.
El caso del famoso puente del ferrocarril Sarmiento en Lujan que debió ser remendado para que pudieran circular los trenes que, aun el servicio ferroviario a Rosario demore casi 7 horas, asi es imposible hacerlos competitivo. La inflación del 47%, el nivel de tasas de interés del 50%, siendo generosos y piadosos, acreditan no solo falta de idoneidad y sensibilidad, sino que son el costo de la propia ineficacia profesional.
El inútil se empecina en su ignorancia.
La política de incentivos para acelerar la explotación del “shale gas” de Vaca muerta, diseñada, con alguna lógica, por el ex ministro J.J. Aranguren debió ser revisada, más que nada por imposibilidad presupuestaria y por lo que se presentó como una variación de los precios del BTU, pero parecería que no se enfrentó la cuestión sino se trató de imponer una rectificación sumando una vez a las tantas arbitrariedades que, algunas podrían justificarse que, ratifican nuestra fama de imprevisibles.
Estoy convencido que Macri ni Cristina, sucesora de Néstor, deberían de una buena vez dar un paso al costado porque entre ellos se construyeron 16 años de decadencia continuada, sin desconocer que este gobierno tiene un mayor margen de honestidad económica, pero no se puede decir los mismo de su honestidad profesional política.
La intención de voto de ellos dos llega al 37%, 22% Cristina y 15% Macri.
Es tan magra la situación que el resto de los postulantes no llegan, sistema de lemas mediante, al 20%.
Esto es lo que nos debe preocupar, no tenemos ofertas políticas de calidad.
Lo cierto es que los “ni-ni” resolveremos la elección, y seguramente al votar cerraremos los ojos y nos taparemos la nariz.
Asi algo cambiará para seguir peor, porque la soberbia sin causa será la materia prima del que gane.
27/01/2019 a las 4:21 PM
Si la oposicion a su propuesta seria. No la baña , la peina y le compra traje y zapatos.
Gana Macri. Y es asi , por que mucha gente entre piñon fijo y la Porota, vota piñon fijo.
Y entre macri y la doña . Gana el mauri.
Solo hay un referente potable , por lo visto , de la oposcion. Habra que ver si se anima , si le dan los tiempos y quien lo acompaña. Despues el Pueblo decidira.
Sino, hay ingeniero por otro periodo.
No hay nada mejor en el menu de opciones. Lo demas -son boludeces-
Y no estan los tiepos para improvisados , oportunistas -voluntaristas.
O experimentos politicos audaces.
28/01/2019 a las 11:40 AM
“Depende de cuánto peronismo cargue Lavagna, que suma tres creencias:
que es peronista,
que es radical,
y que salvó al país con Duhalde en 2002.
No importa, a esta altura de los acontecimientos, si es cierto o no.
Basta con que los demás lo crean” (Zuleta)
29/01/2019 a las 1:57 AM
Un visionario, mire . ¡Que quiere que le diga! . A Zuleta , me refiero.
03/02/2019 a las 12:34 AM
QUE TE VAS A CAMBIAR EL NIK HIJODEPUTAS LADRÓN
27/01/2019 a las 6:52 PM
Todos los vínculos del kirchnerismo con el narcotráfico
En los últimos meses, diferentes informes periodísticos —y algún que otro expediente judicial— revelaron puntuales vínculos de funcionarios del kirchnerismo con el tópico narcotráfico. No solo aparecen funcionarios oficiales relacionados con el tráfico de estupefacientes, sino que además existe una suerte de metodología concreta para desactivar los controles sobre ese flagelo.
El menos avispado podría pensar que se trata apenas de una suma de coincidencias, que no tienen relación entre sí. Sin embargo, no es así: el kirchnerismo ha acumulado a lo largo de una década innumerable cantidad de elementos que revelan que existe un vínculo directo entre la fortuna de ciertos referentes K y el negocio oscuro de los narcóticos.
En estos días, es el comentario usual de ciertos periodistas “de investigación” y hasta abundan informes a ese respecto. Sin ir más lejos, Jorge Lanata presentó varios reportes a través de su programa Periodismo Para Todos.
Hoy parece sencillo hablar del tema, pero ¿qué ocurría en los albores del kirchnerismo?
En esos días, casi en soledad, quien escribe estas líneas comenzó su prédica sobre la relación de los Kirchner y sus funcionarios con el comercio de estupefacientes y el posterior lavado de este. Había demasiados elementos como para desconocer la cuestión: los vínculos de Néstor y Cristina con la firma Conarpesa, vinculada al narcotráfico a España; la relación de ambos con Eduardo Caffaro, narcolavador relacionado con el cartel de Juárez; la “sociedad” de los K con Cristóbal López, sospechado por la DEA de estar conectado al mismo negocio; etc. Docenas de etcéteras.
Entonces, los medios de comunicación se mostraban embelesados con el actual gobierno y omitían reparar en esos y otros detalles, como el poco apego de los Kirchner a las reglas de la democracia, su curioso interés por el dinero y la persecución al periodismo crítico. En esas jornadas, este periodista recibía furiosas presiones por parte del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, hoy paradójicamente en las antípodas del kirchnerismo.
Durante esos malogrados días, comenzaron mis denuncias contra los funcionarios del oficialismo que mostraban cierta simpatía por hacer negocios con el imperdonable negocio de los narcóticos. Una de mis primeras notas fue sobre Aníbal Fernández, entonces ministro del Interior de la Nación.
“Drogas en el conurbano” se llamó el artículo en cuestión y allí se revelaban los detalles de dos expedientes judiciales que lo rozaban en el tema drogas, uno de ellos del año 1994. Eran los idus de mayo de 2004 y los medios seguían de luna de miel para con los Kirchner.
A ese artículo le siguieron varios más donde se mostró cómo el hoy Senador de la Nación aparecía relacionado una y otra vez con los estupefacientes: Southern Winds, la mafia de los medicamentos, la muerte del comisario Oscar Beauvais y hasta el triple crimen de General Rodríguez eran solo algunas de las causas que lo comprometían.
En total, publiqué 20 artículos de investigación que desnudaron la figura de Fernández y hasta fueron utilizados por la Justicia para avanzar en las investigaciones de marras. Mientras, el entonces ministro del Interior iniciaba dos querellas penales contra mí: una por vincularlo con las drogas; la otra por relacionarlo con el triple crimen. En ambos juicios, fui sobreseído.
Pero volvamos al principio del kirchnerismo: seguimos en 2004 y nuevamente me tocó denunciar los vínculos de un intendente K —ex duhaldista— con las drogas, Hugo Curto, mandamás de la localidad de 3 de Febrero… hasta el día de hoy. Nuevamente aparecieron las esperadas cartas documento e intentos de apriete. Los medios seguían embelesados con los K.
Llegó septiembre del mismo año y un escándalo salpicó todo el progresismo de los Kirchner: el caso Southern Winds, a través del cual una valija diplomática con 60 kilos de cocaína apareció en el aeropuerto de Barajas, Madrid. Conté entonces cómo y por qué había funcionarios del gobierno metidos en la trama, con Ricardo Jaime a la cabeza. A esa nota, le siguieron media docena más, con la publicación incluso de documentos inéditos que fueron tomados por la Justicia.
Ya en el año 2005, seguí revelando más y más historias comprometedoras para el kirchnerismo, esta vez en torno a una firma de micros llamada El pingüino, ubicada en Río Gallegos. El mismísimo Néstor Kirchner indultó en secreto a un directivo de esa firma vinculado con el tráfico de narcóticos. ¿El motivo? Así lo publiqué entonces: “El verdadero dueño de El Pingüino a través de un testaferro llamado Raúl Carlos Lopetegui Benitez es Néstor K”.
Ese mismo año, llegó el momento de hacer una suerte de compendio, puntualizando que era imposible que fuera casualidad que funcionarios del gobierno aparecieran una y otra vez rozados por cuestiones vinculadas con las drogas. El artículo en cuestión se tituló “El kirchnerismo y sus vínculos con el narcotráfico”. ¿Los medios? Bien, gracias. Aún de luna de miel.
La cantidad de notas de investigación publicadas por mí sobre esta problemática, son incontables. En todas se aportaron datos concretos, fuentes y hasta documentos públicos y privados. No solo eso: se comenzó a alertar acerca de los riesgos de que se permitiera el avance del narcotráfico en la Argentina, augurando un destino similar al de México y/o los peores días de Colombia.
En 2007, anticipándome a lo que sería el triple crimen y la llegada de mexicanos a la Argentina, publiqué un jugado artículo titulado “El Estado narco”, donde se alertó acerca de la elocuencia de que “hombres cercanos a Néstor Kirchner aparecen relacionados con el negocio de los estupefacientes”.
En esos mismos días, advertí sobre la conformación de una “Comisión Antidrogas” impulsada por Aníbal Fernández a efectos de analizar ese fenómeno en crecimiento. Entonces anticipé que, lejos de combatir el flagelo, lo que se buscaba era despenalizar su negocio y permitir el arribo de narcos foráneos a la Argentina. El tiempo, lamentablemente, me dio la razón.
En 2008, me metí de lleno con uno de los hombres más importantes del kirchnerismo: Cristóbal López. Revelé en ese momento algo que nadie sabía aún: que era investigado por organismos federales de Estados Unidos por presumirlo lavador de dinero de negocios ilícitos.
Ese mismo año llegó un hecho que conmocionaría a la sociedad y dejaría expuesta la permeabilidad de las fronteras argentinas respecto del crimen organizado: el triple crimen de General Rodríguez. Allí perecieron Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón bajo una lluvia de balas.
El kirchnerismo intentó por todos los medios posibles vincular ese hecho con sicarios mexicanos y negocios foráneos. Sin embargo, insistí a través de una docena de notas de investigación con que la pista más firme estaba en la Casa Rosada. El tiempo volvió a darme la razón y la Justicia también.
No fue premonitorio lo mío, sino pura indagación y la suerte de haber sido el primer y único periodista que entrevistó al joven Forza. Su testimonio, dicho sea de paso, fue entregado a la justicia.
En mis artículos desnudé la relación del triple crimen con los aportes de campaña de Cristina Kirchner y Julio Cobos en 2007 y la participación de matones relacionados al hoy senador Fernández.
En ese momento, los periodistas seguían a pie juntillas las “revelaciones” del ex juez Federico Faggionato Márquez, puesto por el kirchnerismo para desviar la atención mediática. Había pasado un mes del triple homicidio y yo era el único que desnudaba la operación ad hoc.
Gracias a mis notas, Faggionato Márquez fue destituido y el expediente se encaminó por la senda correcta.
No obstante, lo que publiqué en 2008 fue refrendado por los medios recién un año más tarde, contando exactamente lo mismo que yo había dicho durante meses y, obviamente, sin citarme.
Mientras los demás colegas empezaban a acercarse tibiamente a lo que yo ya había desnudado por completo —y que fue confirmado por la Justicia de Mercedes años después— yo ya había llegado al punto de desnudar cómo el narcotráfico había financiado parte de la campaña del Frente para la Victoria en 2007. Se trataba, principalmente, de fondos de cartel de Sinaloa, gerenciado por el hoy célebre Joaquín “Chapo” Guzmán.
Cinco años más tarde, varias investigaciones —principalmente la del norteamericano Douglas Farah— revelaron lo mismo.
Volviendo a 2008: a fines de ese año, revelé que el kirchnerismo, lejos de haber aprendido la lección que dejó el triple crimen, avanzaba en una serie de leyes que perseguían el blanqueo de dinero, tanto de la corrupción como el narcotráfico. “Gustavo Rodríguez, presidente del GAFI, ha admitido que la cúpula del organismo muestra preocupación porque en la Argentina no hay un solo condenado por lavado de dinero”, dije entonces.
En mayo de 2009, fui aún más allá: revelé “los vínculos del kirchnerismo con la ruta de la efedrina”.
Pero fue en agosto del mismo año cuando llegó el gran golpe para el gobierno: fue al momento de publicar cómo la DEA advirtió al gobierno sobre el tráfico de efedrina en la Argentina. Si bien el kirchnerismo intentó desmentir la información en un principio, la propia agencia lo confirmó tiempo después. Diario Perfil, por caso, reveló lo mismo durante 2013.
¿Qué hicieron los Kirchner? Cajonearon el informe para que nadie supiera acerca de ese señalamiento.
La explicación tal vez pueda darse a raíz de la siguiente nota que publiqué al respecto en diciembre de 2009, titulada “los Kirchner, su fortuna y el narcotráfico”. El título del artículo lo dice todo.
Podría seguir detallando ad infinitum cómo fue mi trabajo durante los más de diez años del kirchnerismo, siempre en casi completa soledad. Como dije más arriba, mientras el periodismo se mostraba enamorado de los Kirchner, el avance de las drogas se hizo carne en silencio.
Ello explica por qué en la mayoría de mis artículos hago insistentes llamamientos a detener la oleada narco que ya se avecinaba sobre la Argentina. Fue con genuina preocupación.
Ahora… si los funcionarios de turno se hubieran ocupado antes, ¿se podría haber morigerado el daño que hoy producen las drogas en el país? Tal vez sí, tal vez no. Imposible saberlo: es casi historia contrafáctica.
Ello nunca podrá saberse, porque no existió —ni existe— voluntad por parte del gobierno de trabajar contra el comercio de narcóticos.
Como dijo alguna vez Víctor Kiam, “la desidia es el asesino natural de la oportunidad”.
https://periodicotribuna.com.ar/15163-todos-los-vinculos-del-kirchnerismo-con-el-narcotrafico.html
03/02/2019 a las 12:36 AM
https://elquijotesiglo21.blogspot.com/2019/02/quien-instruye-la-prefectura-en-un-mar.html
¿QUIÉN INSTRUYE A LA PREFECTURA EN UN MAR SIN CONTROL?
El pasado 25 de enero el periodista Andrés Klipphan, en Infobae, nos relató que la Prefectura Naval Argentina había actuado ante buques pesqueros coreanos, taiwaneses y chinos, a los que califica como los mayores depredadores de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA). Refirió, en su artículo, a lo ocurrido con el pesquero chino “HU SHUN YU 809″ -que operaba tres millas dentro de las 200- que fuera detenido por el guardacostas “Prefecto Derbes”, a la altura de Bahía Camarones, en la provincia de Chubut, conteniendo en sus bodegas 600 toneladas de calamar.
La milla 201 -dice Klipphan- «suele convertirse, por su riqueza en especies, única en el planeta, en una verdadera ciudad nocturna con hasta más de 500 pesqueros.
Cuando alguno de ellos ingresa a la ZEEA, es dónde actúa la autoridad nacional. A lo largo de su historia como policía, Prefectura detuvo un total de 76 buques que pescaban sin autorización dentro de la ZEEA y, de ese total, catorce fueron coreanos; once taiwaneses; once chinos; once españoles; ocho japoneses; siete uruguayos; dos polacos, rusos, británicos, ucranianos y, los restantes seis pesqueros de Alemania, Panamá, Venezuela, Chile, Ghana y Belice. En los últimos años, la mayoría de los buques contraventores son de bandera china y no pertenecen a empresas privadas, sino al gobierno de ese país (o mixta) y también españoles».
El 21 de febrero del año pasado el buque “JIG YUANG 626” de bandera china se fugó a la persecución del Guardacostas GC PNA-24 Mantilla, al igual que otros cuatro poteros de igual nombre y números 608, 616, 618 y 628 que huyeron hacia la zona de Malvinas, solicitándoles por tal motivo la captura internacional. La empresa Yantai Jinyuan Fisheris propietaria del “626” finalmente abonó la multa y gastos por una cifra cercana a los 8 millones de pesos. Luego el 4 de abril la Prefectura detuvo al pesquero español “Playa de Pesmar Uno”, con una carga de 350 toneladas de pescado procesado por un valor de 684 mil dólares, por lo que se le aplicó una multa de 7,5 millones de pesos, más 342 mil pesos de gastos. «Por estas acciones de preservación de la ZEEA, en 2018, la fuerza de seguridad decomisó 327 toneladas de pescados y, la Subsecretaria de Pesca, impulsó multas por unos 20 millones de pesos».
Sinceramente, para el lector desprevenido podría tratarse de una gran acción de la Prefectura y la Subsecretaría para cuidar nuestros intereses, pero deberíamos analizar en más detalle algunos datos:
Desde 1983 a 2018 la Prefectura detuvo un promedio dos buques pesqueros extranjeros por año que pescaban en aguas argentinas. Ello parece absolutamente insuficiente en atención a los entre 250 y 500 buques extranjeros que pescan en el Atlántico Sudoccidental, que nosotros consideramos ilegales -por las razones que veremos- ya sea que pesquen dentro de la ZEEA o, fuera de ella.
Las multas colocadas en 2018 parecen muy por debajo de lo razonable para desalentar futuras pescas ilegales. Solo al potero chino “626” que escapó y, cuyo titular, finalmente abonó unos 8 millones de pesos, seguramente le hubiese correspondido una multa de 10 millones de pesos, más un valor estimado por un potencial decomiso de la bodega completa de 47 millones de pesos, es decir, bastante más de lo que pagó. Otro tanto ocurre con el buque español, donde no se especifica, si se le decomisó la captura, pero de no ser así, se le hubieran regalado unos 27 millones de pesos, ya que según el Art. 47º de la ley 24.922 se presume que todo lo pescado fue dentro de la ZEEA.
Pero, para evaluar la gravedad de las sanciones, deberíamos tener en cuenta tres escenarios: a) el primero, si el buque extranjero pesca sin licencia debería aplicarse el máximo de la pena según establece la ley; b) el segundo, si el buque extranjero pesca con licencia inglesa dentro de la zona de exclusión pesquera británica ilegal alrededor de Malvinas (FOCZ), es decir dentro de la ZEEA, es una falta grave y, debería aplicarse la máxima pena más alguna accesoria. Ello es posible establecerlo ya que Prefectura y la Subsecretaría de Pesca tiene la característica del buque licenciado y su capacidad de bodega y, c) el tercero, si con licencia británica pesca fuera de esa Zona de Exclusión (FOCZ) en la ZEE bajo control de Argentina o adyacente a ésta. Esto supone una falta gravísima, ya que el R.U. ocupa y pesca en forma prepotente la zona de exclusión pesquera alrededor de Malvinas (FOCZ) y accesoriamente va más allá, cuando los barcos licenciados ilegalmente por el R.U. pescan en la ZEE controlada por la Argentina o, los recursos migratorios o asociados de ésta. Es decir, que a través de estos buques licenciados el R.U. amplía la zona de invasión inglesa en el territorio marítimo argentino. En este caso correspondería la aplicación de una multa y el decomiso del buque y las materias primas capturadas.
Al buque chino “809” con 600 toneladas de calamar en bodegas no sabemos que multa se le colocó, pero, en cualquier caso, entre multa y decomiso debiera ser del orden de los 47 millones de pesos.
Por cierto, estos procesos de control de la bodega, decomisos y multas deben garantizarse para evitar procesos de corrupción a la hora de pagar más o menos y/o decomisar más o menos.
Que la Prefectura Naval Argentina solo haya capturado un promedio de dos buques por año, podría atribuirse a incapacidad; falta de medios para actuar en forma permanente los 365 días al año, en especial por la particularidad de que el calamar se captura de noche; o, a una decisión política del gobierno de hacer la vista gorda cuando se trata de buques chinos, donde el gobierno es soja dependiente y recibe diversas inversiones de ese Estado. Llama mucho la atención, la inoperatividad argentina ante los buques de España, el mayor usuario de las licencias británicas pesqueras ilegales de Malvinas que, a su vez, es un beneficiario insignificante en las aguas de Gran Bretaña.
A esta altura debemos observar, que la Subsecretaría de Pesca y la Prefectura Nacional tienen un concepto erróneo, respecto a que tienen que controlar las capturas de los buques extranjeros hasta la milla 200 y no pueden hacerlo desde la milla 201, ya que, conforme el art. 4º de la Ley 24.922 debieran hacerlo en toda la extensión de nuestra plataforma continental argentina (350 millas) que va más allá de las 200 millas de la ZEEA y, como también lo indica este artículo, en su condición de estado ribereño, «podrá adoptar medidas de conservación en el área adyacente a la ZEE sobre los recursos transzonales y altamente migratorios, o que pertenezcan a una misma población de especies asociadas a las de la ZEEA», situación que la Argentina dejó claro al ratificar la CONVEMAR (Art. 2º). Lo mismo aplica, para la protección de los recursos que migran a la ZEEA que ocupa ilegalmente el R.U., donde la Argentina, debería -al menos- aplicar el criterio de precaución y accesoriamente aplicarles multas en función de las bodegas disponibles de los buques que operan sin permiso argentino en esa área.
Un buque potero en una campaña captura unas 2.000 toneladas de calamar, así, que a un promedio de 2.300 U$S/tn nos da unos 4,6 millones de dólares, lo que demuestra las multas insignificantes en el caso que se apliquen. Un cálculo conservador nos indicaría que en forma anual la pesca extranjera captura por un valor de 2.000 millones de dólares y eso supera todas las exportaciones pesqueras anuales de Argentina, lo que demuestra el daño gravísimo que esta pesca ilegal causa a la actividad, que podría duplicar sus ingresos y triplicar el empleo nacional.
Aunque es difícil medir el daño al ecosistema, es fácil entender que este ocurre, porque hay un millón de toneladas/año que se pescan sin control y, mientras Argentina establece la Captura Máxima Permisible Anual en la ZEE, fuera de ella y sobre los recursos migratorios y asociados no hay control. Ello, no solo es importante por la pesca en sí, sino por cómo impacta biológicamente esa pesca en los recursos que captura Argentina, ya que el ecosistema es uno, indivisible. Por supuesto, no computamos aquí los descartes en alta mar y los que se realizan en la ZEEA.
¿Quién instruye y le da los equipos necesarios a la Prefectura para apresar a todos los buques extranjeros que pescan ilegalmente en la ZEEA y adyacente y, a la Subsecretaría de Pesca para que aplique multas ejemplares, que sostengan el control y, desalienten, el robo de nuestro patrimonio nacional?
Dr. César Augusto Lerena
Experto en Atlántico Sur y Pesca, ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Ctes) ex Profesor Universidad UNNE y FASTA, Asesor en el Senado de la Nación, Doctor en Ciencias, Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.
30 de enero de 2019
03/02/2019 a las 12:51 AM
¿QUE INVERSIONES RECIBE EL ESTADO ARGENTINO DE PARTE DE CHINA? SI HASTA EL BELGRANO CARGAS YA PASÓ A MANOS CHINAS Y HASTA LE QUITARON EL NOMBRE DE BELGRANO LOS MUY TAIMADOS.
POR OTRO LADO ¿QUE OCURRE CON LAS CARGAS DECOMISADAS?¿SE DESPERDICIAN O PUEDEN SER CONSUMIDAS?
03/02/2019 a las 12:43 AM
ME CONSTA QUE EN ESPAÑA CONSUMEN MERLUZA ARGENTINA Y ACÁ APENAS SI PODÉS COMPRARLAS POR LO CARAS QUE ESTÁN.
03/02/2019 a las 12:55 AM
AVERIGÜEN POR QUÉ LANGLUTERRE DOMINA TIENE QUE VER CON UN DIAMANTE QUE TIENE LA CORONA
EL MÁS CARO DEL MUNDO MIL MILLONES CON UN CONJURO LA MONTAÑA DE LUZ…EL KO HI NOOR-
PORQUÉ LA REINA NO DEPONE SU PUESTO EN FAVOR DE SU HIJO INVESTIGUEN…JAJA