Por Luis Alejandro Rizzi.-

Del “vamos por todo” a repartir conchabos entre gallos y medianoche, justo el día que la Corte les pulveriza la industria de las subrogancias y los conjueces a medida, al FPV, devenido en kristinismo puro, sólo le queda Daniel Scioli, a quien se abrazan para recordar con rencor las ilusiones pasadas del poder eterno que ya no será.

Bien podría “ella” recitar como el viejo tango: “Ahora, cuesta abajo en mi rodada, las ilusiones pasadas, yo no las puedo arrancar. Sueño con el pasado que añoro, el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá.”

La pesadilla del sueño eterno se les convirtió en una trágica rodada por esa cuesta que desciende impiadosa y que será imposible volver a escalar.

Y, como la vida siempre tiene una lógica, está rodada, abrazada a rencores y envidias fruto de personalidades débiles y enfermas, los arrastra al fango de la indiferencia y el desprecio.

La campaña sucia se ha convertido en un grotesco y “Cambiemos” tuvo la habilidad para ignorar sus alusiones, que se han convertido en la expresión más sincera de lo que es el “kristinismo” en estado puro. Ni la campaña más sofisticada podría haber logrado ese resultado de revelar su más intima consistencia.

“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” dice la Biblia. Las falacias del relato se han evidenciado de modo natural y espontáneo. Eso es el “kristinismo”: agravio, cinismo, hipocresía, obsecuencia y desprecio institucional.

En el nombre de “ella” corrieron a dos jueces que les anularían legalmente el famoso memorándum de la vergüenza, protegieron a jueces amigos que contribuyeron a desarrollar la doctrina de la cosa juzgada írrita, hicieron del Poder Legislativo una cueva de eunucos orgullosos de serlo, hicieron virtud del abuso y convirtieron a la virtud en un trasto, buscaron los peores vicios de la gente para convertirlos en mercenarios militantes, verdaderos sicarios de la política.

Nos están dejando un país vaciado y virtualmente detenido en el tiempo, aislado y despreciado internacionalmente; han cedido soberanía a China para conseguir unos míseros yuanes que usaron como máscara para disimular el default del banco Central.

Y como no podía ser de otro modo, el golpe de gracia fue enriquecer a instituciones financieras mediante la concesión de futuros de cambio, por parte del BANCO CENTRAL (sic) con ganancia garantizada mínima de un 40% en tres o cuatro meses, para lo cual usaron a nivel estatal un típico negocio de riesgo que se realiza normalmente entre privados.

Esta vez fue el BANCO CENTRAL el que salió a vender futuros de cambio.

Dicho de otro modo el Banco Central vendió billetes de lotería con premio mínimo garantizado que pagaremos todos los contribuyentes, suma que puede ir de los $ 35 mil millones a los 60 o 70 mil millones.

Luego dirán que la culpa la tuvieron los “devaluadores”, pero no podrán ocultar que al dejar el Banco Central sin dólares no hay devaluación posible, ya que no se puede devaluar contra lo que no hay.

La idea era ir por todo, pero sólo se quedarán con algunos mendrugos y “ella” y otros funcionarios que ya son “ex” sería conveniente que se vayan a vivir cerca de comodoro Py, para no tener que madrugar tanto, porque sería irónico que los comiencen a citar a las 07:30.

Ahora comenzará la tarea de revertebrar a la Argentina.

No será fácil, pero esperemos que no rifemos otra “oportunidad”.

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