Por Armando Ribas.-
Permítanme comenzar con un principio que considero fundamental para comprender el mundo en que vivimos. El mundo ha cambiado pero no la naturaleza humana. Este principio fue reconocido por David Hume en su obra “Un Tratado de la Naturaleza Humana” donde escribió hace 279 años: “Es imposible cambiar o corregir algo en nuestra naturaleza. Lo más que podemos hacer es cambiar nuestras circunstancias y situación”.
Cuando se dice que el mundo ha cambiado, ello implica reconocer que se ha elevado el nivel de vida como consecuencia del avance tecnológico. No olvidemos que como bien dijera Willian Berstein en su The Birth of Plenty: “Hasta hace unos doscientos años el mundo vivía como vivía Jesucristo”. Así no olvidemos que el mundo vivió sin electricidad por millones de años. Entonces me voy a permitir insistir en que el factor determinante de ese proceso fue la creación del sistema político que tomó en cuenta la naturaleza humana.
Voy a insistir en el pensamiento de Hume sobre un tema concordante con los principios anteriores y que fuera la razón de ser la justicia y al respecto dijo: “Es solamente del egoísmo y de la limitada generosidad de los hombres, conjuntamente con la escasa provisión que la naturaleza ha hecho de sus necesidades que la justicia deriva su origen”. Y este es otro principio fundamental pues sin justicia que implica el reconocimiento de la propiedad privada y del derecho a la búsqueda de la propia felicidad no habría libertad ni creación de riqueza.
El tomar en cuenta la naturaleza humana y que ésta no se altera por el avance tecnológico es fundamental para mantener el sistema político que permitió y produjo el avance tecnológico. Igualmente tomemos en cuenta que cuando Hume escribió sobre la naturaleza humana no se refería a los ingleses sino en término genéricos. Y yendo más lejos en el tiempo cuando Aristóteles escribió respecto a las determinantes de la demagogia hace 2500 años esa teoría está vigente en el mundo a través del socialismo.
En un reciente e interesante artículo de The Economist sobre el liberalismo escribió algunos conceptos con los cuales discrepo. En primer término al referirse al origen y situación actual del liberalismo en el mundo se nombró a una serie de autores del pensamiento ignorando a los pensadores fundamentales que fueron John Locke, David Hume y Adam Smith.
En segundo término se refirió a que el Wellfare state (Estado de Bienestar) no fue originado por el socialismo sino por el liberalismo. Mi criterio es que el Wellfare state fue creado por el socialismo y es y sigue siendo un estado de malestar en el mundo. El bienestar fue creado por el liberalismo y no por el Wellfare State. Fueron las ideas liberales las que fundaron el sistema político a partir del cual se creó el bienestar que hoy sigue amenazado por el populismo.
Como conclusión de sus principios The Economist considera que el liberalismo habría surgido en el mundo por más de 30 años, comenzando en 1980. Creo que en este aserto se ignora que la realidad del mundo desarrollado es que en la implementación del Wellfare state ha aumentado el gasto público.
Es un hecho indubitable que cuando el gasto público ronda o supera el 50% del PBI, fácticamente se está violando el derecho de propiedad y el derecho a la búsqueda de la felicidad, que son los principios fundamentales del sistema liberal. Y esa realidad la está viviendo hoy la Unión Europea donde Francia tiene un gasto del 56% del PBI e Italia del 50% del PBI.
La economía de la Unión Europea prácticamente no ha crecido durante los últimos diez años. En la actualidad se dice que se está recuperando y que estaría creciendo un 2,0%. También parece que la economía americana se estaría recuperando, pero no hay ninguna duda que la tasa de crecimiento había caído, en la medida que el nivel del gasto subía a niveles cercanos al 40% del PBI. Al mismo tiempo se considera que la economía China estaría cayendo porque solo crece al 6,5% por año. Recientes artículos del Foreign Affairs describen la realidad del proceso económico europeo donde impera el populismo de izquierda y de derecha. O sea el socialismo y el nacionalismo.
Otro aspecto que a mi juicio expresa la realidad es la cita que hace The Economist de Mill con respecto a la popularidad del término de “la tiranía de la mayoría”. Esa en gran medida está prevaleciente por la confusión entre el Rule of Law y Majority Rule. Basta leer a James Madison para comprobar que ya los Founding Fathers habían tomado conciencia del pensamiento de Aristóteles cuando escribió que la democracia destruía a la república. En primer término fue Jefferson quien dijo: “Un despotismo electivo no fue el gobierno por el que luchamos”. Y Madison en la Carta 10 del The Federalist Papers escribió: “Hombres de temperamento faccioso, de prejuicios locales o de designios siniestros, pueden por intriga, por corrupción o por otros medios, primero obtener los sufragios, y después traicionar los intereses del pueblo”. Y otra observación importante para reconocer la realidad que enfrentamos en la actualidad es la observación de Alexander Madison en la Carta 1, donde escribió: “Una peligrosa ambición más a menudo subyace detrás de la especiosa máscara del celo por los derechos del pueblo”.
Las anteriores consideraciones fueron los principios que generaron el sistema del Rule of Law al que erróneamente se le denomina capitalismo o libre mercado. Esas denominaciones implican la consideración de que el sistema es económico, y por tanto se ignora que la economía es la consecuencia y no la causa de la política. En ese aspecto The Economist hace otra observación que considero relevante: “La nueva tecnología y el libre mercado estuvieron supuestos de difundir iluminismo y prosperidad, pero mucha gente no más espera vivir mejor que como sus padres vivieron. Como la democracia desvía hacia el nacionalismo xenofóbico, los valores universales están en retirada. Y por primera vez desde los días de la Unión Soviética el liberalismo enfrenta un desafío de una poderosa alternativa, en la forma de un capitalismo de estado chino”.
Lamentablemente el riesgo del capitalismo no es la China y mucho menos Rusia. Recordemos que la guerra ha desaparecido como consecuencia de la existencia de las armas nucleares tal como lo había previsto Aberdi cuando escribió: “Las guerras serán más raras en la medida que la responsabilidad de sus efectos se hagan sentir entre los que las declaran y las incitan”. Los riesgos son internos en cada país en función de la demagogia prevaleciente en términos de la igualdad. La lucha por la igualdad determina no la desigualdad de los que crean la riqueza sino de los que la reparten.
Hoy Trump ha convertido a Estados Unidos en el mayor riesgo de la globalización, en función de su pretensión de romper los acuerdos comerciales. Y no olvidemos que el comercio a diferencia de la guerra satisface el interés de ambos participantes. Nadie compra ni vende por hacerle un favor al otro, sino a favor de si propio. Y recordemos las palabras de Hume al respecto cuando dijo: “La riqueza de tu vecino no te perjudica sino que te beneficia”. Y olvidemos a Kant que había considerado que el comercio era deshonesto porque no se hacía por deber.
17/08/2018 a las 10:37 AM
Comparto el artículo y su contenido, siendo la historia Argentina la prueba palpable de lo afirmado en él.
18/08/2018 a las 10:51 AM
Siempre es un gusto leer y releer los comentarios de A.Ribas.
18/08/2018 a las 11:36 AM
Pura ficción, demostrada en al Historia con los hechos. La democracia es demagogia. El que mejor capta lo que los idiotas quieren escuchar y mejor miente es el nuevo amo votado que se enriquecera robando con impuestos. La república y la división de poderes es una fantasía pero decirlo, es herejía, claro. Ya Thomas Jefferson, sabía que lo que armaron era solo ficción. JB Alberdi también lo sospechaba. «Llegará un momento en que mereceremos no tener gobiernos, pero para eso deberemos ser mas inteligentes y morales de lo que somos» JL Borges.
21/08/2018 a las 2:13 AM
Convengamos que el Anarquismo seria el estado ideal del ser humano.
Claro esto es utopia pura, pero no deja de ser un norte a seguir dentro de la forma de gobierno democratico.
Estado chico y eficiente, bajos impuestos y pocas regulaciones, seria una aproximacion a norte que señalo.
Con eso ya tendriamos bastante, pero la casta dominante (los amos del poder) es decir los politicos y burocratas con poder, hacen inalcanzable la aspiracion de libertad que existe en cada individuo.
No olvidemos que la politica se volvio un fin en si misma, ya no sirve para servir, sino para servirse.
El profesor Ribas no deja la lucha al difundir las ideas liberales de los grandes filosofos ingleses.
Atte.El Gran Ironics
21/08/2018 a las 2:25 AM
Otro sidigo:
Se equivoca el Dr.Rivas cuando dice:
«Hoy Trump ha convertido a Estados Unidos en el mayor riesgo de la globalización, en función de su pretensión de romper los acuerdos comerciales»
La globalizacion cultural, economica y democratica, no va a la misma velocidad que la globalizacion tecnologica, por lo tanto hace bien Trump en poner limite al derroche de los paises de Centro Izquierda que viven por encima de sus posibilidades a costa de USA.
No invierten en defensa ni en produccion, solo desarrollan el estado de bienestar y subsidios con la renta obtenida del mercado americano. Y encima le mandan la poblacion sobrante sin trabajo y analfabeta.
Trump les esta poniendo los puntos sobre las ies, despues se vera, pero ahora es lo que corresponde.
Todos quieren morder del PBI americano, pero ninguno abre sus fronteras a los productos de USA en la misma medida que lo hace el pais del norte.
21/08/2018 a las 7:50 PM
El mencionado artículo es interesante y está bien documentado.
Sin embargo difiero en su aseveración que: «Hoy el Sr.Trump a convertido a los EE.UU. en el mayor riesgo
para la globalización, en su pretensión de romper los acuerdos comerciales»
Si uno quiere hacer los acuerdos comerciales entre países, más equitativos y justos para las partes
intervinientes, amenaza de ruptura o cancelación de los acuerdos existentes es indispensable para iniciar
una negociación. (Romper huevos para hacer una omelette)
Este objetivo del Presidente Trump es posible, necesario y deseable, es lo que él dice, y yo espero que sea así.
También puede ser que él sea un farsante más, y este engañando a quienes tenemos esperanza que sea
honesto en sus intenciones. (Dios nos proteja)
Desde ya que la masiva histeria y el odio contra Trump en los periódicos y televisión, hace difícil creer
que el: a) sepa lo que está haciendo y b) pueda tener éxito en cambiar y mejorar la economía norteamericana, con
disminución del desempleo y mayores oportunidades económicas para todos.
Desde ya que hay un displacer en el “establishment” (grupo que dirige el país) básicamente entroncado en Washington, corrupto hasta la medula, que no toleran a alguien que venga a cambiar las leyes de poder en el país y modificar en alguna medida todas los privilegios de los que actualmente disfrutan.
Además el país tiene gran porcentaje de habitantes con insuficiente información, y con tiempo e ingenuidad
para creer en utopías que algunos políticos usan para obtener votos, esperando en un mágico gobierno que les
va a proveer de todas sus necesidades y deseos, sin mayor esfuerzo, meramente por vivir en el país.
Lo cierto es, que hay un gran salto de positiva prosperidad en el país, con beneficios para minorías (americanos de color, hispanos, etc) que están hay abundancia de trabajos, con una economía en general mucho mejor. Es posible que todo esto sea simplemente un resultado de “suerte de tontos” pero por el momento es difícil decir donde
esta la verdad.
Conclusion: me parece inoportuno y precipitado de su parte estar aseverando cosas como lo que ha dicho sobre
el Sr. Trump, cuando usted no puede de manera alguna conocer como él es en realidad y sus objetivos. No condice con el resto de su artículo, es pura especulación de su parte y a mi entender es reprensible, negativo y destructivo, y me motivo a hacerle llegar este comentario mío sobre su articulo.