Por Carlos Andrés Ortiz.-

El título completo debió ser: “Los múltiples subsidios y ventajas abusivas a favor de las eólicas y solares atentan contra el equilibrio fiscal”, pero mejor va abreviado.

Tema poco o nada conocido por la gran mayoría de los argentinos, y de seguro poco analizado por muchos legisladores que aprobaron distintos instrumentos legales y reglamentarios, que forman un conjunto de ventajas claramente abusivas, sin las cuales esas poco eficientes y costosas energías no podrían existir, al menos no en el forzado crecimiento en que se encuentran.

Son tan aberrantes esas múltiples abusivas ventajas, que suprimen por completo el riesgo empresario, pasando a ser un pingüe negocio para los poderosos sectores del Poder Financiero, que, una vez ganada una operatoria, tienen rentabilidad asegurada.

Eso permitió que, en un pasamanos, el grupo formado entre otros pocos, por el expresidente Macri y el exfutbolista Tévez, ganaran en pocas semanas un jugoso monto dolarizado, sin esfuerzo ni riesgo alguno, y sin ningún beneficio para el país. Especulación pura que le dicen… Otros lo calificaron de negociado escandaloso.

Las leyes aprobadas, claramente por presiones, sutiles o no, de los intereses que buscan promocionar al como sea a ese tipo de generadoras, incluyeron la aberración técnica de excluir caprichosamente del concepto jurídico -y del consecuente paquete de promociones- de “energías renovables” a las hidroeléctricas de más de 60 MW. O sea que la definición legal se da de bruces contra la clara definición técnica, pues queda en claro que todas las usinas hidroeléctricas producen energía de tipo renovable. Además de diversos subsidios y ventajas impositivas (de los que no gozan otras tecnologías de generación), lo más abusivo es la prioridad en el despacho de energía, sin importar que existan otras alternativas de generación más económicas y eficientes.

O sea, se está condenando a los usuarios argentinos a soportar en un horizonte muy cercano, tarifas más caras, o en su defecto, que las diferencias de precios sean pagadas por el Estado Nacional, con lo cual se estarán malgastando recursos que deberían ser prioritarios para otros destinos de necesidades muy acentuadas, sobre todo en el marco de extremo cuidado fiscal al que nos somete el enorme endeudamiento con el FMI.

Dicho en castellano más simple, las abusivas y prebendarias ventajas concedidas a las energías eólica y solar, son una injusta y crecientemente pesada carga que soporta el Estado Nacional, y que es atentatoria contra la política de equilibrio fiscal. Y obligar a los usuarios a consumir energía más cara, quitará competitividad a la economía argentina.

Esa metodología de presionar fuertemente para ir obteniendo sucesivas ventajas, y de atacar en forma más que acentuada, a quienes no se subordinan a los “mandatos” de ONGs ultra ecologistas, medios periodísticos creados ad hoc, y sobre todo a las presiones de entes supranacionales (como el Acuerdo de París, que obliga a promover esas tecnologías de generación), se verifican en toda Íbero América, en África, en Asia, y en la propia Unión Europea.

En nuestra Gran Región Íbero Americana, el presidente de México, AMLO (Andrés Manuel López Obrador), junto con otras reformas del Sector Eléctrico -muy afectado por precedentes medidas de corte neoliberal-, pretendió invertir el orden de prioridad en el despacho de energía eléctrica, buscando con toda lógica privilegiar a las energías más económicas, dejando en el último lugar a las costosas “renovables sesgadas” eólicas y solares. Pero las presiones deben haber sido brutales, y los legisladores no acompañaron el valioso proyecto de AMLO.

Son tan fuertes esas presiones, de los nada inocentes fuertes intereses vinculados con eólicas y solares, con sus fuerzas de choque del ecologismo cavernario, que incluso Alemania y España, cayeron doblegadas aceptando dócilmente las nocivas imposiciones de apostar en forma irracionalmente muy acentuada, por esas falsas “grandes soluciones” …y, como apostaron a perdedor, están pagando las consecuencias; sobre todo ahora en el desmadre de la guerra.

Pero hispanos y germanos ya venían sobrellevando problemas técnicos por las instables “renovables sesgadas” y por los crecientes costos fiscales que provocan, con sus habituales marañas de subsidios y ventajas abusivas.

Según datos obtenidos “off the record” pero de buena fuente, en España, el respaldo en caliente (o sea con equipos funcionando), es casi equivalente a la totalidad de la generación de las “renovables”, lo cual implica elevados costos ambientales y económicos, que son consecuencia directa de las “renovables”, pero no los computan a las mismas.

Para una más fácil comprensión, el respaldo de eólicas y solares, en España, está basado en equipos termoeléctricos (que consumen petróleo o gas, y por lo tanto emiten contaminación), que funcionan permanentemente solo para cubrir los baches de generación y estabilizar fluctuaciones en el voltaje; con lo cual, además de los costos económicos, se incurre en costos ambientales vinculados directamente a las generaciones eólica y solar…que no se computan como tales.

Eólicas y solares no solo son muy caras por kWh, necesitando fuertes subvenciones, que complicaron al presupuesto de España cuando la crisis económica precedente; además están volviendo comparativamente costosa a la energía eléctrica, a costa de sus usuarios, entre ellos la industria.

Alemania tiene más espaldas económicas para soportar los costos incrementales que ocasionan esas energías, pero como sea, los costos crecientes de la electricidad van restando competitividad, sobre todo frente a otros jugadores de peso, exportadores de manufacturas, en particular China, Francia y EEUU, entre otros. O sea, las falsas “soluciones renovables” afectan en considerable medida los presupuestos nacionales y las economías de España y Alemania, pese a que todos parecen hacerse los distraídos.

Pero lo totalmente irracional, es pretender reemplazar Energía de Base, mucho más eficiente y menos costosa, como la nuclear (de la cual Alemania y España renegaron); y a cuya consecuencia, silenciosamente, pasaron a depender en forma crecientemente acentuada del gas, y en algo menor medida, del petróleo.

Y en el contexto de la actual guerra entre la OTAN y Rusia (con Ucrania como chivo expiatorio), el tema energético se le complicó en gran medida a la Unión Europea, mientras que uno de los grandes fogoneadores de esa guerra, EEUU, se beneficia aumentando sus exportaciones de gas, mucho más caro pues debe transportarse en buques metaneros, con toda la compleja logística vinculada.

Carestía que pagan los miembros de la UE.

Y en lo que parecería el colmo de las incoherencias geopolíticas, en el minué de acciones que parecerían propias de improvisados en vez de afiatados diplomáticos (que se supone deberían ser los de la Unión Europea), cuesta entender si tiene lógica que esos dos países (Alemania y España) hayan enviado armas a Ucrania, para después tener que seguir dependiendo (y aumentando) las importaciones de gas ruso. ¿Hipocresía o total improvisación?

La rotura de una turbina, clave para el funcionamiento del gran gasoducto Nord Stream 1, que provee directamente gas ruso a Alemania, dejó muchas incoherencias al desnudo, por parte de la UE y la OTAN. Se señalan las más relevantes.

  • En el corto y posiblemente en el mediano plazo, la UE, y sobre todo su principal economía, Alemania, no tienen alternativas técnicamente factibles, para dejar de depender del gas ruso, preponderante en su matriz energética.
  • Ante las casi desesperadas urgencias germanas, y pese a la oposición de la Ucrania de Zelensky, Canadá terminó dejando de lado “excepcionalmente” las sanciones que la OTAN dispuso contra Rusia, y envió la turbina para normalizar el funcionamiento del Nord Stream 1.
  • Los sucesivos paquetes de sanciones de la OTAN contra Rusia, parecen afectar mucho más a los sancionadores que al Oso Ruso. • Es más que evidente la total inutilidad de las “renovables sesgadas” eólicas y solares, para reemplazar al gas y al petróleo, pues aquellas son fluctuantes, no programables y por lo tanto no aptas como Energías de Base; como sí lo son las Energías Termoeléctrica, Nuclear e Hidroeléctrica.
  • Son estruendosos los silencios de los usualmente muy vocingleros promotores de las “renovables sesgadas”, que con esos silencios pretenden tapar las ahora muy evidentes falencias y limitaciones insalvables de las costosas, ineficientes y nada limpias, energías eólica y solar.

Siendo posiblemente muy complejo y judicialmente embrollado cancelar los subsidios y otras ventajas abusivas ya acordadas por el Estado Nacional de Argentina a las ya licitadas instalaciones eólicas y solares; es en cambio muy necesario y urgente, eliminar esas ventajas prebendarias para licitaciones aun no acordadas, cortando la sangría de recursos que, en el colmo de las incoherencias, financian a nuevas generadoras que no son “limpias” ambientalmente, ni menos aun eficientes técnicamente, ni tampoco económicas.

Queda en claro que, para consumos aislados, lejos de redes eléctricas, y provistas de baterías, las generadoras eólicas y solares, pueden ser soluciones puntuales.

Es un rol muy diferente que el que masivamente pretenden instalar en el Sistema Interconectado Nacional, en el cual las severas limitaciones de las “renovables sesgadas” fueron explicadas precedentemente.

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