Por Luis Alejandro Rizzi.-

Es el gran interrogante, el sentido común nos dice que tendría que haber una lista de “unidad”, seleccionada por Cristina, por una sencilla razón, un resultado adverso y abultado en las PASO dejaría definitivamente sin chance al FdT en las elecciones de octubre, con el riesgo de quedar fuera de un eventual “ballotage”.

No sólo eso, ¿podría continuar el gobierno luego de una PASO adversa?

“Eso” no renunció a nada, tuvo que esconder su “débil ego obsecuente”, pero aun su debilidad podría ser la garantía de una interna feroz, que se definiría entre “cristinistas” y “no cristinistas”, el debate que Cristina quiere evitar, porque aun ganando, perdería “poder”.

Scioli, pretende jugar la carta de la “UNIDAD”, no sólo dentro del FdT, sino hasta buscando consensos con la oposición o un segmento de ella; en definitiva, cree que pude romper a JxC, lo que no parecería imposible.

En la oposición, María Eugenia Vidal intentó una lista de unidad al pedir “que se bajen todos los candidatos”; no tuvo respuesta; era obvio que ella pretendía ser la “unidad”, una suerte de Scioli opositor.

Kicillof insistió con la “proscripción” de Cristina y dejó entrever que, sin una absolución plena en los procesos judiciales, las próximas elecciones serían ilegitimas. Muy grave, ya que cuestiona el sistema y abre la puerta para la conflictividad callejera. El único medio “político” del que dispondría el kirchnerismo más rancio, cuestionar desde el vamos el “proceso electoral”.

En definitiva, el FdT, por decirlo de alguna manera, intentará atribuir su herencia, a la pandemia, la guerra en Ucrania, sequía y al macrismo opositor y así encontrar un discurso liberador de su gestión y victimizarse por males a los que sería ajeno, en todo caso le quedaría el recurso de “la mala suerte”.

El único medio que le queda al oficialismo, el cristinismo lo integra y lo condiciona, es incubar futuros conflictos, para lo que sólo necesita algunas minorías que se “jugaran la piel” con tal de “HACER LIO”.

Me preguntaba un conocido qué rol juega la Iglesia. Juan Grabois, que invoca la doctrina social de la Iglesia, podría ser la carta “oculta” de Cristina, como factor de unidad del FdT, ¿podría ser la Vidal de Cristina…?

Cristina aprovechará lo que pasó en “su” provincia en 2015; el tema sería que Grabois no mide, pero seguramente comenzaría a medir si Cristina lo bendice; partiría con un 20/25% de votos y podría arrastrar a muchos indecisos que votaron en 2019 a “eso”.

Lo lamentable de todo esto es que nadie advierte que será “misión casi imposible” gobernar a partir del 10 de diciembre próximo, si desde ahora no se comienza a caminar en el barro de nuestra realidad.

La “dirigencia política” no representa a NADIE, salvo Milei, que representa todo lo negativo de nosotros; por el contrario, hay otras dirigencias que, nos guste o no, son mucho más representativas de la gente, por la sencilla razón que un 70% está de mal a muy mal. Con esa dirigencia, dicen, «no se puede hablar».

Esta es la cuestión política.

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