Por Hernán Andrés Kruse.-

El juez Martínez de Giorgi, sobre la base de una denuncia referida a las elecciones del gremio en 2013, ordenó la intervención del sindicato de Canillitas. A raíz de ello fue procesado su secretario general, Omar Plaini. Dice Irina Hauser (“Hay una persecución al movimiento sindical”, Página/12, 4/7/017): “En el transcurso de unas pocas horas el titular del sindicato de los Canillitas, Omar Plaini, fue procesado por falsificación de documento, embargado en 200.000 pesos y desplazado de la conducción de su gremio, que a la vez fue allanado en un megaoperativo de Gendarmería e intervenido. Todo fue fruto de la decisión del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien tramita desde 2013 una causa en la que el líder gremial fue denunciado por irregularidades en la confección de las planillas de la asamblea extraordinaria donde se conformó la junta que organizaría la elección, en la que Plaini resultó electo para el período 2013-2017. El juzgado le indicó al Ministerio de Trabajo que inicie un proceso de normalización y que designe al interventor” (…) “Plaini encabeza el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires en gestiones sucesivas desde el año 2006. Es diputado por Cultura, Educación y Trabajo y es conocido su apoyo a Unidad Ciudadana, la fuerza lanzada por Cristina Fernández de Kirchner, circunstancia con la que vinculó su procesamiento. La causa penal a cargo de Martínez de Giorgi se originó por una denuncia presentada por el apoderado de la Lista Azul, vinculada al Partido Solidario de Carlos Heller, que era la oponente a la Bordó, de Plaini. La denuncia señalaba que durante la asamblea extraordinaria en la que se eligió la junta electoral se habían cometido delitos como la falsificación de firmas en la planilla de asistencia” (…) “La justificación del juzgado de Martínez de Giorgi sobre la dilatación del proceso en cuestión durante casi cuatro años es que estaban esperando que se resolviera un expediente que corría en paralelo en el fuero laboral, donde lo que se cuestionó fue la convocatoria a elecciones en un lugar no habilitado para eso. El Ministerio de Trabajo había suspendido la elección pero la Cámara Laboral sostuvo que la convocatoria era válida y al final del camino la Corte Suprema dejó firme aquel fallo. Aquella decisión suprema es a la que se refirió ayer Plaini cuando hablaba de que “la elección fue ratificada por la Corte”. Pero Martínez de Giorgi sostiene que eran cuestiones distintas las que él tenía que analizar, y que se refería a la falsificación de datos en las planillas” (…) “Plaini explicó ayer que, tras el fallo de la Corte que refrendó esas elecciones, el sindicato pidió la prescripción de la causa penal por “falsificación de documento privado”, pero que ahora, para evitar la evidente prescripción, el juez le cambió la carátula a “falsificación de documento público” para mantener vigente la persecución. El allanamiento que mandó ayer el juez con cinco camionetas y efectivos de Gendarmería nacional pretendía, según su resolución, asegurarse toda la documentación que estaba en la sede sindical al momento que llegaban los funcionarios del Ministerio de Trabajo que se harán cargo de la intervención” (…) “No es la primera intervención sindical que en lo que lleva de gobierno Mauricio Macri determina un juez federal: también lo hizo con el sindicato de Obreros Marítimos (SOMU) a raíz de una causa que instruye contra su ex secretario general, Omar “Caballo” Suárez, quien finalmente incluso fue detenido acusado de asociación ilícita para cometer delitos en perjuicio del gremio” (…) “Para Martínez de Giorgi, Plaini está ocupando un cargo de manera irregular y su elección es nula en su origen, por eso le pidió al Ministerio que conduce Jorge Triaca. En el procesamiento el juez dice que se acreditó que hubo una “maniobra tendiente a engañar a las autoridades de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social con el objeto de darle apariencia legítima a la asamblea extraordinaria que se llevó a cabo el día 25 de julio de 2013, a los efectos de constituir la junta electoral que llevaría adelante el proceso electoral para la renovación de autoridades del sindicato”. Advierte que está “acreditada la falsedad de datos filiatorios de las personas consignadas en las planillas” y “diversas firmas atribuidas a ellas”. Eso según el juez “afecta derechos sindicales y la libertad de asociación gremial…entorpece la vida interna del sindicato y lesiona directamente los derechos y garantías de los afiliados”. “Estas circunstancias, que ponen en evidencia que la actual conducción de Sivendia ha tenido origen en un proceso eleccionario espurio, llevan a que la situación existente no pueda perdurar más en el tiempo, imponiéndose la medida excepcional de intervenir el sindicato con la finalidad de encausar la vida institucional del mismo, y a efectos de evitar la comisión de otros ilícitos, el ocultamiento de pruebas y el entorpecimiento de la investigación”, concluye la resolución contra Plaini” (…) “El dirigente dijo que este proceso “se aceleró este último mes por cuestiones puramente políticas”. “El sindicato está intervenido, clausuraron la Secretaría General y la Comisión Directiva fue desafectada por un juez que no tiene competencia en lo laboral sino criminal”, señaló Plaini, quien describió los sucesos como parte de “una persecución política y jurídica” (…) “Lo concreto es que este tipo de intervenciones en gremios nacionales eran impensadas en otros tiempos en que se dejaba que las irregularidades fueran resultas por ellos mismos. Ahora se las aplica como parte de una política mezclada con el escenario nacional”.

En la misma edición, Página/12 publicó un artículo de Federico Kucher titulado “Hay un brote verde que está creciendo con fuerza”. Escribió el autor: “El dólar cerró ayer a 17,06 pesos, con un aumento de 18 centavos respecto del viernes y de 70 centavos en los últimos 30 días, que equivale a un alza de 4,3 por ciento. El tipo de cambio alcanzó una cotización record desde la salida de la convertibilidad en 2002 y acumula una suba del 75 por ciento desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri. Los grandes inversores salieron a comprar divisas en las últimas semanas para protegerse ante la incertidumbre de las elecciones y presionaron al alza la cotización. La menor entrada de divisas por la reducción de la liquidación de la cosecha del campo y la moderación en el ingreso de capitales de corto plazo agregaron tensiones en la plaza cambiaria. Las reservas internacionales se ubicaron en 47.818 millones de dólares y bajaron 177 millones” (…) “Los informes de las consultoras de la city y las agencias de bolsa coinciden en que en las próximas semanas seguirá la volatilidad cambiaria. “Es claro que debemos aprender a convivir con una mayor inestabilidad en el precio del dólar. Las elecciones en el horizonte aseguran esta situación, porque llevan a un piso mayor de demanda, a lo que ahora se suma efecto vacaciones y aguinaldo”, dijeron a este diario en Portfolio Personal. Agregaron que la llegada de dólares al país dependerá de la capacidad del Gobierno para continuar emitiendo deuda y las decisiones del complejo agroexportador” (…) “Los empresarios del campo se mostraron reacios a liquidar la cosecha en las últimas semanas y apuestan por la suba del dólar. Los datos de la cámara de exportadores de cereales registraron que en los últimos cinco días hábiles de junio se liquidaron unos 478 millones de dólares, una cifra 32,6 por ciento inferior respecto de la comercializada en igual período del año pasado. El complejo agropecuario presiona al Gobierno para obtener una mayor rentabilidad cambiaria mientras envía mensajes críticos por la suba de los costos de los combustibles en el mercado interno” (…) “La reducción en el ingreso de dólares no sólo es por la menor liquidación de los granos sino por una caída en el entusiasmo de los fondos de inversión internacionales con el país. Morgan Stanley decidió no cambiar la categoría de la Argentina de mercado fronterizo a emergente y despertó la desconfianza de los grandes jugadores de las finanzas globales. En los últimos meses, no obstante, ingresaron una gran cantidad de divisas al mercado interno para especular con la bicicleta financiera y adquirir compañías” (…) “Las autoridades del Banco Central se mantienen firmes en la idea de no intervenir en la plaza cambiaria para frenar la escalada del tipo de cambio y aseguran que, gracias a su esquema monetario, no habrá tensiones sobre los precios internos” (…) “El mayor impacto de la suba del dólar, según economistas que dialogaron con este diario, se sentirá sobre los alimentos. Precisaron que la suba del dólar en el último año y medio se trasladó casi en su totalidad a los precios de los principales productos de consumo masivo. Según el Indec, algunos de los alimentos con mayores subas en los últimos meses fueron el aceite (94%), la papa (58%) y la leche (39%)”.

En su edición del 3 de julio, Perfil publicó un artículo de Gustavo González titulado “Efecto Ella: el ataque de pánico que conmueve al país”. Escribió el autor: “Arrancó la campaña y la Argentina política y económica está en un tenso impasse a la espera de saber qué va a pasar con Ella. “¿Gana o pierde?”, ésa es la pregunta que todos repiten, dentro y fuera del círculo rojo” (…) “En off, los funcionarios económicos aseguran que por Ella regresó la incertidumbre a los mercados y que por su culpa Morgan Stanley mantuvo la calificación de Argentina como mercado de frontera en lugar de subirla a emergente: “Por eso el comunicado de la entidad dice que esperará a ver la irreversibilidad de las reformas económicas. Están hablando de octubre”. También le atribuyen que el riesgo país se disparara 35 puntos desde que se conoció que competiría, que las inversiones no terminaran de llegar, el dólar se despertara, la inflación se volviera a inquietar y el consumo no repuntara” (…) “Uno de los cinco mayores empresarios argentinos reflexiona: “En octubre no sólo se votan legisladores, se elige si este proceso de normalización de las relaciones internacionales y de la economía termina en dos años o si durará por lo menos seis”. A este empresario, no industrial, le fue bien durante la década K, pero considera una pesadilla institucional que el país regrese sobre sus pasos” (…) “Lleva la cuenta de todos los presidentes que en un año y medio visitaron la Casa Rosada (desde Obama a Merkel) y de la inédita cantidad de simposios de negocios que se desarrollaron aquí desde la llegada de Macri: “Se salió definitivamente del default y se volvió a ser sujeto de préstamo, algunos se quejan del endeudamiento o de las altas tasas, yo prefiero estar adentro y ser parte del mundo financiero que mirarla desde afuera. Pero todo es muy reciente, los inversores pensaban que Ella iría presa. De golpe, aparece de nuevo con chances de ganar. Eso crea incertidumbre” (…) “La otra Ella. Hay una Argentina que también espera con la mandíbula tensa lo que pasará en octubre, pero que está convencida de que si Ella gana se terminará el maldito ajuste y se le pondrá límite a un gobierno que llegó para beneficiar a los ricos” (…) “Con ella triunfando, los desplazados del modelo M tendrán la esperanza de que, en dos años más, el modelo nacional y popular regrese para “ordenarles la vida” de nuevo. Los estrategas K creen que eso es posible. Aseguran que va primera en intención de voto, con un 35%, casi 10% por encima de Esteban Bullrich. Aunque dicen que cuando consultan por alianzas electorales, esa supuesta distancia baja a poco más de dos puntos. También Massa se dice primero, con más del 30% de votos. Sostiene que hay un país dividido en tres tercios (contra el relato de la polarización) y que el segundo lugar es peleado por oficialistas y kirchneristas. En privado, señalan que en verdad la diferencia es de dos puntos. Pero en la mesa ultrachica aceptan un escenario peor. Algo más: en sus sondeos surge un dato que los inquieta: Randazzo aparece robándole votos al oficialismo y a Massa, y no tanto a Ella. La pelea de todos es por el 35%/40% del “núcleo blando” de votantes que todas las encuestas registran. Aquellos que aún no decidieron su voto” (…) “Lo que a veces se olvida es que lo que ahora están midiendo las encuestas son las elecciones del 13 de agosto, las PASO. El kirchnerismo mantiene el mayor núcleo duro de votantes del país, un 25% que no cambiará su opinión de Ella, por más que su hijo aparezca trasladando un cargamento de oro. El problema de ese espacio es que, después de doce aguerridos años de gestión, dejó un tendal de enojo social que hoy sigue siendo mayoría. Por eso, aun cuando la fórmula K quede por encima del resto en la Provincia en estas primarias, el desafío que luego enfrentará es que las elecciones generales de octubre funcionen como un ballottage, en donde se juegue si la mayoría de los bonaerenses votará por Ella o contra Ella. Esa polarización beneficiará a quien salió segundo en las PASO y perjudicará al resto” (…) “Por otra parte, ésta es la primera elección en la que Cambiemos será la única fuerza que sumará votos a nivel nacional” (…) “Cualquiera sea el resultado en la Provincia, el gobierno se mostrará ganador en todo el país, y técnicamente será cierto. Pero además, la inédita situación de una agrupación con estructura nacional que no es peronista tiene una implicancia concreta en el devenir electoral: ahora es el macrismo el que maneja la caja del Estado” (…) “El cuerpo del miedo. La expiación es el concepto religioso por el que se eliminan las culpas propias a través de un tercero. Gracias a la expiación, el culpable es perdonado mientras se sacrifica a alguien” (…) “El de la salvación es un concepto opuesto, aunque funciona con la misma lógica. En el salvador se depositan las debilidades y expectativas personales” (…) “Tercerizar angustias, culpas, responsabilidades y esperanzas es un instinto básico de un animal como el hombre, que es consciente de sus límites y finitud. Corporizar en otro el bien y el mal hace más liviano el viaje, pero también dificulta la resolución profunda de problemas: si la responsabilidad de las personas se limita a elegir a quién aman y a quién odian, quién será el chivo expiatorio y quién el Salvador, sólo resta esperar que uno muera y el otro resuelva por uno. Ojalá ésa fuera la solución. Con Ella presa, la Argentina por fin sería un país normal. O con Ella de nuevo en el poder, volvería la felicidad. De ser cierta una de las dos posibilidades, a partir de octubre al menos una parte de los argentinos tendrá la esperanza de que será provisto de un futuro mejor. Lástima que, antes que Ella, hubo siglos de chivos expiatorios y salvadores que sólo sirvieron para corporizar nuestros fantasmas y dejarnos tranquilos con nuestros pobres fracasos”.

En su edición del 2 de julio, Clarín publicó artículos de Julio Blanck (“Brote de confianza suicida en Cambiemos”) y de Eduardo Aulicino (“El pasado K, ¿alcanza para hacer campaña?”).

Escribió Blanck: “Marcos Peña y Federico Salvai salieron en expedición punitiva por la comarca del PRO. Su objetivo fue bajar a tierra, en lo posible de modo amable y si no bajarlos igual, a los funcionarios y legisladores que salieron corriendo a transmitir a la propia tropa, y también a la prensa, la euforia por la partición en tres del voto peronista en la Provincia. Justo con eso, el pronóstico de un triunfo asegurado y sin sobresaltos en la elección de octubre. Como si fuera casi un trámite” (…) “Contra ese brote de confianza suicida salieron a vacunar, puertas adentro, los jefes de Gabinete de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Lo que transmiten con empeño los jefes de campaña nacional y provincial es que la elección bonaerense está muy difícil. Que los números están mostrando un cabeza a cabeza cerrado contra Cristina. Es una verdad sostenida en encuestas y a la vez completa de modo conveniente la parábola de la polarización con que el Gobierno intenta condicionar la agenda de campaña. Altos funcionarios macristas no ahorran dramatismo. Dicen que “si me prometen que en octubre ganamos por un voto lo firmo ya”. O calculan que Cristina puede ganar las PASO y entonces “nosotros tendríamos que quedar muy cerca, porque de agosto a octubre tenemos de donde sumar votos y a ella le va a costar mucho más” (…) “El secreto de toda elección radica en la capacidad de los candidatos para pescar votos más allá de su propio carozo electoral. Allí es donde el Gobierno se tiene confianza, apoyado en los dos triunfos consecutivos de Macri en la capital y un tercero al hilo para ser Presidente. La contracara es la penuria económica y social, que Cristina, Sergio Massa, Florencio Randazzo y cuanto opositor se precie ya eligieron como argumento de sus campañas. El bolsillo vota y en la Provincia vota dos veces. El Gobierno lo sabe y lo teme. El proceso de instalación de los candidatos oficialistas empezó a marcha moderada. Esteban Bullrich y Gladys González, rivales directos de Cristina-Taiana y de Massa-Stolbizer, quizás necesiten más tiempo del que disponen para hacerse conocidos y amigables para el electorado” (…) “Es la carta más fuerte (Vidal) de Cambiemos en la Provincia, la única que puede pisar el Gran Buenos Aires sin generar alto nivel de rechazo. Mientras tanto los ultra K les van dando algunas ayuditas. Los piquetes violentos en el centro porteño y la seguidilla de escraches con que buscan intoxicar cada aparición pública del Presidente y la gobernadora…llenan de gozo a los que ya están decididos a votar a Cristina. Pero esa metodología puede espantar al votante que permanece expectante, al que hay que conquistar para hacer la diferencia que permita ganar la elección” (…) “Jaime Durán Barba, un provocador inteligente, declaró en tono de supuesto elogio que “al 28% que sigue a Cristina le parece muy bien la corrupción”. Le estaba hablando al 72% restante. Como contracara Cristina, una topadora puesta en modo campaña-en eso sólo se le acerca Massa-empieza a desplegar sus actuaciones de Hada Buena, como en el acto de Sarandí rodeada de gente de carne y hueso, o el viernes pasado cuando se mostró hablando en redes sociales con un panadero que le canta canciones de amor” (…) “En la carrera a octubre el Gobierno confía que la visibilidad de la obra pública y una ligera mejora en la economía del bolsillo que sigue demorándose, conformen una de las dos vigas centrales de la campaña. La otra sería el fantasma del regreso de Cristina. La base material sobre la que van a desarrollar su proselitismo es endeble” (…) “La base política es otra cosa. Cambiemos enfrenta el mejor escenario posible, con el voto peronista fragmentado en tres oferta. Desparejas entre sí, pero capaces de restarse unas a otras mientras el oficialismo va unificado. Es la ventaja de ser gobierno, que es el vector político decisivo en un sistema institucional degradado como el nuestro”.

Escribió Aulicino: “La exhibición de buen clima es casi una obsesión del oficialismo” (…) “El tema central, en todo caso, es el discurso, que a poco de andar muestra matices y hasta correcciones. Hay dirigentes oficialistas que prefieren a esta altura evitar en público la fórmula de la pura polarización con Cristina Fernández de Kirchner, básicamente en Buenos Aires. Se habla más bien de los riesgos de volver al pasado. El punto es que no se trata de una elección presidencial: lo que está en juego es el par de años que restan hasta 2019, es decir, la segunda mitad de la gestión macrista. Y el foco, para algunos, no debería descuidar entonces los sistemas de acuerdos y considerar a quienes acompañaron los desequilibrios en estos dos primeros años, en especial, varios gobernadores” (…) “La polarización representa para el oficialismo una atracción, pero también un dilema y, finalmente, un riesgo. Con un agregado: habla en particular de la provincia de Buenos Aires, y no es fácil-y para algunos dirigentes, tampoco deseable-trasladar ese modo elemental de campaña a los distritos del interior” (…) “Lo original y a la vez contradictorio es que el oficialismo busca esa confrontación, pero al mismo tiempo necesita que se mantenga la división del voto peronista” (…) “Son propósitos con zonas de fricción, un juego riesgoso si colabora a empequeñecer opciones. Por supuesto que los otros competidores también disputan este partido. Randazzo prefiere no discutir mucho de lo que fue la década kirchnerista, se limitó a definir a Fernández de Kirchner como etapa superada, y carga centralmente contra la gestión macrista. Massa, en cambio, intenta sintetizar su posición como un freno al pasado de corrupción y una respuesta a las políticas del Gobierno” (…) “Presente y futuro se anudan de otro modo para el oficialismo, Vidal-también Macri-defenderá su gestión, intentará contrastar con el pasado a escala provincial y también nacional, y enfrentará el desafío de mantener y traducir electoralmente el respaldo de una franja, amplia, que sostiene aún en tiempos difíciles su imagen pública en niveles significativos. Si lo consigue de manera sostenida, ese capital de expectativa colocaría la confrontación con el pasado no sólo en términos de presente, sino de futuro. “Cercanía y atención de los problemas de la gente”, es el motor según el laboratorio de campaña” (…) “Y si el futuro político inmediato-es decir, los dos años que restan hasta la batalla del 2019-se define en agosto y octubre, parece difícil dejar fuera del menú electoral la cuestión de la gobernabilidad. El problema, para el oficialismo, suele ser su concepción atada a la necesidad de generar confianza y evitar lecturas de debilidad” (…) “Ocurre que la ex presidenta jugó una partida fuerte en el peronismo bonaerense y, al mismo tiempo, trabajó y se asesoró para definir un perfil de campaña diferente al que sugería esa ofensiva interna. Tensó la cuerda en el PJ bonaerense, fue muy dura y no admitió discusiones en sus directivas a operadores e intendentes y finalmente dejó de lado la estructura partidaria para armar un frente a su medida. En ese movimiento, resultó inevitable su candidatura-no parece suficiente la explicación de los fueros-, acompañada por una lista de candidatos fieles especialmente a escala provincial, con la esperanza de recuperar peso y dar batalla en la legislatura bonaerense para poner en crisis el sistema de acuerdos tejido allí entre Vidal y sectores de la oposición, en especial el massismo” (…) “Cambiemos, a pesar de los cuidados de imagen, no es monolítico en su discurso, que se va matizando, y cuenta con exponentes de juego propio. Elisa Carrió tendrá un protagonismo que trasciende los límites porteños” (…) “El oficialismo, por supuesto, analiza el tema más allá de Buenos Aires. Fuentes del Gobierno señalan que la campaña será cuidosa en los distritos cuyos jefes provinciales, del peronismo o de fuerzas locales, han articulado un sistema de negociación y acuerdos con la Casa Rosada, muchas veces pero no únicamente con expresión en el Congreso. Eso, aclaran, no significa abandonar o “regalar” la pelea: además de concentrarse en garantizar sus distritos, el objetivo son las provincias que renuevan senadores y aquellas en que Cambiemos corre con posibilidades de sumar plazas al recuento nacional”.

En su edición del 2 de julio, Perfil publicó un artículo de Jorge Fontevecchia titulado “Polarización y muerte”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “Volvió la política. Desde el Gobierno saben que las encuestas que dan primera a Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires no son sólo operaciones de prensa. Coinciden con los números y pronósticos de Massa: Cristina puede ganar las PASO y perder las elecciones de octubre. Las PASO ya no como internas sino como una primera vuelta, hacen a la elección algo más parecido a un ballottage. Y allí los votos de Randazzo en las PASO podrían irse a Cambiemos, cree el Gobierno, o al Frente Renovador, cree Massa. Ambos cuentan con el apoyo de clarín, que querría que Cristina saliera tercera para que no tuviera fueros y fuera presa, por lo que apoyaría primero a Randazzo y luego a Massa” (…) “Los massistas creen tener las mejores credenciales económicas por la historia de éxito de Lavagna y las continuas propuestas para bajar precios y aumentar la capacidad de compra de la población. Desde Cambiemos sostienen lo contrario: que Massa perdió aprobación y credibilidad cuando al tratar de impulsar por ley la baja del impuesto a las ganancias, se alió en el Congreso con el kirchnerismo. Massa se vacunó de antikirchnerismo con Margarita Stolbizer que, estoica, lo acompaña como segunda candidata a senadora sabiendo que sus posibilidades de ser electa son mínimas al entrar sólo un senador por la minoría, Massa, en ese caso” (…) “Estas elecciones de octubre son la interna presidencial de 2019 del panperonismo. Los gobernadores peronistas del interior precisan encontrar su aliado bonaerense para competir contra la reelección de Macri. Si Cristina Kirchner no se hubiera presentado para este octubre y Randazzo hubiese ganado unas PASO contra candidatos K como Verónica Magario o Scioli, el peronismo del interior habría juntado fuerzas con Randazzo. Algo que todavía podría suceder si Randazzo hiciera una-hoy-inesperada elección perdiendo con Cristina pero acercándose al porcentaje que obtuviera Massa. En cambio, si Massa duplicara a Randazzo, la fusión entre el Frente Renovador y el PJ de los gobernadores del interior sería el escenario más lógico” (…) “Massa sueña con un resultado electoral en octubre cercano al tercio, donde si no llegara a ser electo senador quedara cerca de Cristina y Cambiemos, las dos “C” (…) “Si el sentimiento anti K del 60% de la población no se diluyera, Cristina Kirchner, aun siendo electa senadora en 2017, no lograse más que representar el ala izquierda del peronismo y la economía de Macri en 2018 no repuntara lo suficiente, podría Massa aspirar a ser quien coseche los votos tanto de los desencantados de Cambiemos como del kirchnerismo” (…) “Volvió la política porque todos sueñan con ganar este octubre su pasaje a 2019: Macri para ser reelecto, Cristina para volver a ser presidenta, Massa para competirles, Randazzo para emerger. Y todos tienen posibilidades de cumplir su sueño. Mientras tanto, la economía sufre el estrés de tantas alternativas retroalimentando, con su éxito o fracaso, la política”.

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