Por Rodolfo Patricio Florido.-

Cuando cayó el Muro de Berlín parecía que el último vestigio del totalitarismo se había derrumbado… no fue así. Solo fue la geografía del infierno. Una nueva y mucho más sutil lucha comenzaba. Todo el mundo y América Latina en particular serían el nuevo escenario.

Ya no serían ejércitos brutales destruyendo Praga, Berlín Oriental o miles de estudiantes en la Plaza Tiananmén, ahora sería una sutil pero no menos salvaje lucha semántica por destruir las bases culturales del mundo occidental. Esa fortaleza que había puesto de manifiesto la corrupción y el fracaso del comunismo, debía ser corrompida.

En paralelo, un Capitalismo sin adversario a la vista, se había hecho brutal, ávido por el botín y dispuesto a aprovechar los bajos costos laborales del caído comunismo, o sea, lo reconstruyeron a bajo costo. Un Capitalismo sin adversario Comunista, mostraba su peor rostro. El totalitarismo chino y la pseudo democracia Rusa de Putin, se transformaron primero en “Mercados” buscados por todos y luego en proveedores a bajo costo que competirían con los triunfadores del conflicto Este – Oeste y el Norte – Sur.

En Europa colapsaban los Partidos Políticos tradicionales y surgían estructuras sin estructura, Partidos cuasi anárquicos, Partidos sin nombres ideológicos. Al hablar de la muerte de las ideologías, todo se había resumido en una lucha por poseer un pedazo más grande de la torta. Ya no hay ideas para alcanzar un mejor vivir, solo hay reclamos casi histéricos para vivir mejor. Es como si todos supiesen que es lo que quieren pero no supieran por donde buscarlo. Mientras tanto, Europa era una suerte de Tierra Prometida, de Canaán para africanos y musulmanes que escapando de sus propios totalitarismos buscan el paraíso donde simplemente no los asesinen.

Así, Europa se transforma en infierno para los europeos y paraíso para los inmigrantes. El miedo hace el resto. Entre Partidos Anárquicos que no saben hacia donde se dirigen y solo expresan donde no quieren estar y una extrema derecha que se define como Nacionalista pero que parece más el producto secundario del miedo por lo que no comprenden, Europa se tropieza con su propio éxito. Lo que la hizo fuerte, sus distintas ideologías, liberales, social cristianos, socialdemócratas y hasta comunistas republicanos, están desapareciendo en una suerte de híper individualismo autodestructivo. No hay pensadores. Lo que no se puede expresar en 140 caracteres no existe. Los cerebros se estrechan, los debates se caotizan, todo se transforma en “relativo”, nada es absoluto. Las normas que antes nos definían son ahora un pasado sin presente y el futuro no existe. Esta suerte de pseudo cultura del presente absoluto nos está destruyendo. La justificación de que toda libertad individual es un absoluto, como un derecho adquirido por sobre la totalidad de la sociedad, nos está transformando en una suerte de concepto de casas sin paredes, da familias sin padres ni hijos, de partidos sin ideologías, etc. La pregunta del millón es… ¿es esto casual o es que el Muro de Berlín cayó sobre Berlín Occidental?

En América no pocos países ingresaron en un proceso similar al Europeo y muy distinto al mismo tiempo. Mientras muchos o todos apostaban a que Cuba sin la URSS colapsaría, no sucedió. Encontró aire (y petróleo) en la Venezuela de Chávez y Maduro, en las decenas de Cruceros que llevan millones de dólares y en una Banca que recibe cientos de millones de dólares de la corrupción de regímenes de izquierda latinoamericana que saben que sus robados dólares estarán más seguros en la “revolución” cubana. Pero… Cuba no es gratis. Ellos proveen Médicos e Inteligencia. La dialéctica y la semántica es la nueva tierra donde se dirimen conflictos.

Había que reformular el significado de la semántica. Y lo hicieron. La pobreza debía ser la culpa absoluta del Capitalismo -es más que obvio que en parte lo es- y el ser pobre debe ser un estado secundario del robo de los que más poseen. De esta manera se sacan todas las complejidades sociales, estructurales y personales de la pobreza y se la limita a una relación causal de ricos vs pobres. El camino de la superación y el esfuerzo se transforma en un imposible porque el estado de pobreza se transforma en un absoluto perverso de la expoliación del rico.

De esta manera se van reformulando todos los aspectos de la semántica.

Otros ejemplos; si se quiere ir a los Encuentros Nacionales de Mujeres, se debe ser abortista, anti clerical y de izquierda. ¿O alguien se imagina que una mujer o varias vayan a ese encuentro de género con un pañuelo celeste, un crucifijo en el cuello o un emblema partidario que no sea de izquierda? Simplemente y en el mejor de los casos, la echarían. O sea, semánticamente, para ser mujer se debe encuadrar en los parámetros de los organizadores, sino no se es mujer.

Las “Organizaciones Sociales”. Se multiplican de a cientos. Todas tienen sus redes sociales, twitter, Instagram, webs, etc., los líderes se repiten en “multisectoriales” y transmiten la sensación de ocupar un universo de desposeídos como si estos fuesen un absoluto.

Están en la calle y su fortaleza radica en la amenaza permanente de desbordes sociales. Desbordes que; a la postre, dependen de una orden política de expresiones partidarias en su gran mayoría de extrema izquierda, anarquistas y dirigentes piqueteros K. Esta pretendida auto asignación de ser “Organizaciones Sociales”, reconfirmada por el Periodismo, terminó por crear una suerte de mayoría virtual donde en realidad hay una minoría real, muy activa y violenta, pero minoría real. Y quizás, lo más absurdo, una suerte de matriz extorsionadora que vende su paz social a cambio de “Planes” que terminan por conformar una masa de “desposeídos” que mantienen en vilo a los gobiernos que los sostienen con los recursos tributados por las clases medias trabajadoras. Casi un absurdo, se gasta dinero público y ciudadano para que los que lo administran y lo cobran, amenacen al Estado que se los provee.

¿De qué lado cayó el Muro de Berlín?

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