Por Luis Américo Illuminati.-

«La marcha de un país suele compararse con la de un barco, y en su azarosa travesía encuentra días diáfanos y días negros con fuertes tormentas que lo pueden mandar a pique. La tragedia del Titanic que se hundió en la neblina es una metáfora para los países cuyos instrumentos de navegación son mal utilizados y la bitácora de viaje arrojada por la borda y suplantada por otra para desviar la buena trayectoria. Que la nave de la Patria no permita Dios que se hunda y llegue a buen puerto, aunque sea en botes o en balsas lleguemos» (Luis Illuminati: «La nave de la patria», ensayo en desarrollo).

El siguiente texto ha sido extraído del muro de Mariela Noemí Gutiérrez, provincia de Santa Fe y compartido por Néstor Rodríguez en su muro «Vivencias», Academia de Danzas Folklóricas Argentinas, provincia de Córdoba.

A raíz de esta foto de nuestro querido Monumento a la Bandera, que dio vueltas por las redes estos días, me sorprendió ver que mucha gente no sabía de la forma de barco ni su significado.

Para los que no lo sabían o para los que lo habían olvidado: «Simboliza la nave de la patria surcando las aguas del mar de la eternidad, en procura de un destino glorioso».

Único en el mundo en su tipo, el Monumento Nacional a la Bandera deslumbra a locales y visitantes por su imponente arquitectura.

Rodeado de estatuas de bronce y mármol travertino, luego de atravesar el espejo de agua sobre el que asoman las esculturas de Lola Mora en el Pasaje Juramento, se encuentra el Monumento Nacional a la Bandera, erigido a la orilla del río Paraná, donde Manuel Belgrano izó la enseña Patria por primera vez en la tarde del 27 de febrero de 1812.

¿Qué forma tiene el Monumento a la Bandera?

La construcción simboliza una nave cuyo destino es el futuro de grandeza de la Patria sobre la que descansan a la derecha y a la izquierda dos colosales dioses del agua, Atlántico y Río Paraná, realizados por Alfredo Bigatti y José Fioravant, respectivamente.

La Proa

En la proa se eleva una torre de 70 metros con un mirador de 360 grados desde el que puede apreciarse la ciudad y las islas. Una monumental escultura de la Patria Abanderada guía la nave y en la parte posterior, orientada hacia la escalinata, se observa la Madre Patria, que completa la obra escultórica junto a figuras que señalan los puntos cardinales y las alegorías de La Pampa y Los Andes, que encarnan el vigor que las fuerzas telúricas imprimieron a la argentinidad naciente y la estampa del hombre de las montañas que con su potro condujo a la victoria y obtuvo la libertad. Debajo, en la Cripta de Belgrano dos bajorrelieves sobre las puertas simbolizan «El Ideal» y «La Gloria».

El Propileo

Frente a la torre se halla el Propileo, que alberga, custodiada por centinelas, una urna funeraria con cenizas de los granaderos caídos en el combate de San Lorenzo y arde permanentemente La llama de la Argentinidad, conocida como llama votiva, en homenaje a los muertos por la Patria.

Galería de Honor

Dos pequeñas galerías las bordean con cuatro esculturas ejecutadas por el arquitecto Ángel Guido que aluden a la etapa indígena, colonial, constitucional y futura de América. Bajando, se emplaza la Galería de Honor de las Banderas de América, donde pueden verse escudos e insignias con sus himnos. A estos dos espacios del Monumento Nacional a la Bandera se accede por la Escalinata Cívica que sorprende por su monumentalidad y evoca al teatro griego. La obra fue inaugurada el 20 de junio de 1957 y son sus autores los Arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo.

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