José Lino Barañao es doctor en Química y presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, dependiente de la Secretaría de Ciencia y Técnica, la que a su vez depende del Ministerio de Educación. Además es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Biología y Medicina Experimental, en el área de la biotecnología animal aplicada a la reproducción bovina. No sabemos si mantendrá esos cargos, ya que al asumir la presidencia Cristina Fernández de Kirchner creó el nuevo ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y puso como titular al doctor Barañao, a quien la prensa oficial se apresuró en mostrar como un “científico destacado y respetado por sus pares”. Sin embargo sería interesante conocer qué intereses defiende el flamante ministro de la flamante cartera.
Según informó el programa periodístico “Prende la Luz”, emitido por la FM Flores 90.7 de Buenos Aires, hace un año el investigador independiente del CONICET Eduardo Saguier denunció una enorme cadena de corrupción entre esa entidad, sus comisiones asesoras, las Universidades nacionales, sus consejos directivos y la Secretaría de Ciencia y Técnica. Dentro de esa red, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica cumpliría un rol fundamental en la “cadena de la felicidad” utilizada para beneficios personales, cooptación de científicos para intereses políticos y privados y el desvío de fondos a empresas privadas.
La denuncia, que nunca fue refutada en forma consistente, consignaba cómo medio centenar de coordinadores de áreas de la Agencia Científico-Técnica, setenta miembros de las Comisiones Asesoras del CONICET y medio centenar de Secretarios de Ciencia y Técnica de las Facultades y Universidades Nacionales se habrían otorgado subsidios a sí mismos o a terceros que son afines por amistad o parentesco. Unos dos mil “investigadores”, que son “jueces y parte”, reciben anualmente un promedio de 100.000 dólares cada uno. En el año 2001, el propio José Lino Barañao participó del “reparto” con un subsidio de 140.000 dólares. Con multiplicar 100.000 dólares por dos mil presuntos investigadores, la cuenta de lo que estos buenos muchachos roban al Estado es fácil.
Entre otras travesuras de este “respetado y destacado científico” aparece la siguiente. En 1991, cuando las multinacionales de los agronegocios habían definido a la Argentina como el gran campo de experimentación de cultivos transgénicos, el gobierno de Carlos Menem creó un órgano de “asesoramiento técnico” del secretario de Agricultura: la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA).
La CONABIA se encarga de regular la liberación al ambiente de materiales animales y vegetales obtenidos mediante ingeniería genética. Está constituida por representantes de los sectores público y privado interesados en los grandes negocios transgénicos, por lo tanto se comporta como un colador y nada está prohibido. A modo de ejemplo: el evento T25 del maíz transgénico de Bayer, el denominado Liberty Link, está prohibido en Brasil pero en nuestro país fue autorizado por la CONABIA en junio de 1998.
Dentro de este grupo “interdisciplinario e interinstitucional” se encuentra el CONICET, ¿y quién participa de la CONABIA en representación del CONICET? Pues el doctor José Lino Barañao. El mismo que participó en 2004 de la elaboración del “Plan Estratégico 2005-2015 para el Desarrollo de la Biotecnología Agropecuaria” que el entonces ministerio de Economía de Néstor Kirchner y Roberto Lavagna redactó a la medida de las multinacionales como Advanta, Bayer, Nidera, Syngenta y Monsanto.
Como todos sabemos, la alquimia transgénica ha tenido rutilantes fracasos como la clonada oveja Dolly, “creada” en 1997 y sacrificada en 2003 con signos evidentes de envejecimiento prematuro.
Asimismo, los cultivos transgénicos han ocasionado -y siguen ocasionando- severos impactos ecológicos, ambientales y socioeconómicos que obliga a las multinacionales de los agronegocios a destinar una parte de sus ingentes ganancias a una profusa propaganda en los medios, al soborno de funcionarios y a la cooptación de científicos.
Algunos ocupan encumbrados cargos públicos, como entre otros los aquí mencionados titulares de la ANMAT y de la nueva cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Todo un ensamblaje que depende del ministerio de Salud. El alborotado hormiguero del que ha sido enviada a hacerse cargo “la hormiguita” Graciela Ocaña.
Y que si ya encontró lo que encontró, no nos imaginamos qué habrá de seguir encontrando en ese verdadero antro que tan bien han aprovechado para su propio beneficio y el de algunos de sus amigos, en los últimos años, ministros como Héctor Lombardo en la administración de Fernando de la Rúa y Ginés Gonzáles García bajo las presidencias de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
07/12/2015 a las 7:15 AM
Si pueden, investiguen por favor el trigo, lo hay modificado genéticamente para fortalecerlo de las plagas, así alteraron el gluten y produjeron una epidemia de celíacos. El gluten “fortalecido” raspa, debilita y termina destruyendo el delicado sistema intestinal aumentando en pocos años el 700% los casos de celiaquía. Es una enfermedad producida por los granos genéticamente modificados
07/12/2015 a las 6:49 PM
Estimado foristas: que el señor Barañao pueda ser un delincuente es posible y hasta probable, habiendo permanecido incólume en este gobierno de delincuentes seriales. Ahora que, para explicar las razones de su latrocinio mezclen historietas de transgénicos y demás, es penoso. Hay que tener cuidado, no sea que en el afán de luchar contra la corrupción, terminemos siendo instrumentos de personajes siniestros, que juegan sus propias cartas. Alguna vez opine que, si en Argentina no se es paranoico, con todos los motivos que nos dan tanto desgobierno, debemos tener alguna patología psiquiátrica más grave. Pero no abusemos y no seamos idiotas útiles. En Argentina se han “empoderado” (perdón por el repugnante neologismo) de la agroecología sujetos siniestros, notorios Montoneros, como Remo Vénica (a)Santiago y su mujer Irmina Kleiner (a) Susana, que iniciaron sus carreras en “beneficio de la humanidad” en la operación Primicia, eliminando a una docena de conscriptos del RIM 29 de Formosa, allá por 1975 . Luego de varias peripecias, terminaron montando una granja agroecológica en Santa Fe, donde con otros secuaces de Entre Ríos (de las viejas épocas y de las nuevas) se dedican a combatir al “imperialismo” que nos “imponen los transgénicos y agroquímicos, haciendo de nosotros cobayos de experimentación”. “Hacen acá lo que no hacen en sus países”.Bueno amigos, les digo que es mentira. Sencillamente es mentira.
Europa, que prohibió los transgénicos, hoy está padeciendo el atraso que ello significa y país tras país están saliéndose del corsé: España, Alemania, Reino Unido, Holanda, etc.. Por lo pronto la Comunidad Económica Europea compra 50 millones de toneladas de soja transgénica para alimentar a sus animales, sin empacho alguno. En el resto del mundo civilizado, toda América empezando por Estados Unidos y Canadá, y países destacados, desde el punto de vista de la producción agrícola, como Australia y Sudáfrica, se usan transgénicos y agroquímicos. Lo mismo que son producidos por las famosas empresas multinacionales Bayer, Nidera, Monsanto, etc. ¿Y qué importancia tiene todo esto para nosotros, si parece un forcejeo entre dos grupos y que a nosotros no nos atañe?. Les leo párrafo del libro de Fernando Iglesias subtitulado la Verdadera Grieta: “la grieta, la verdadera grieta que divide al país, es la que separa a la parte de la sociedad que parece que ha sido capaz de entrar con cierto éxito en el siglo XXI y los despojos que los fracasos de los siglos XIX y XX han dejado esparcido por el territorio nacional. Basta mirar la economía productiva de las provincias argentinas y compararlas con el mapa electoral. De un lado de la grieta Argentina se encuentran los sectores que han conseguido insertarse en el emergente mundo global y posindustrial , en el que el valor agregado es el trabajo intelectual agregado y en el que la riqueza es generada por la inteligencia humana. Son los embriones de la posible Argentina exitosa del futuro, que la Argentina fracasada del pasado intenta destruir, porque su triunfo implicaría su caída al basurero de la historia. Hablo del campo, que produce valor usando organismos genéticamente modificados, mecanismos de siembra innovadores, tractores guiados por computadoras y conectividad global portuaria y digital; de los medios de comunicación, componente central del sistema de circulación global informaciones; y algunos campeones industriales de alto nivel científico tecnológico; de pequeñas joyas como los sectores de servicios informáticos, biogenética y las mal llamadas industrias culturales”.
El desarrollo de eventos biotecnológicos es apoyado por universidades de todo el mundo como el Massachusetts Institute of Tecnology, la Universidad de Buenos Aires, centros de investigación tecnológica agropecuaria públicos como el INTA, INDEAR y la brasileña EMBRAPA o el chileno INIA, organismos de desarrollo tecnológico como el CONICET, el Instituto alemán Max Planck, los ministerios de agricultura de la Argentina, Brasil y Uruguay y el departamento de agricultura de Estados Unidos, entre otros. Sin hablar de la cantidad de empresas de Argentina que se dedican también a ese tipo de investigación y producción que coexisten y en muchos casos compite con las multinacionales generalmente atacadas.
Volviendo al tema del agroecología les invito a ver la película “La agricultura negada” para que vean y puedan comprobar, más si tienen estudios universitarios en ciencias duras o en Medicina, Agronomía, Veterinaria etc. para que puedan darse cuenta de la absoluta falta de rigor científico de los actores involucrados en la “guerra” agroecológica, y cuál es la metodología del engaño. En ninguna parte de la película, que dura casi dos horas, puede observarse que se muestren estudios comparativos, estadísticas significativas, que demuestren que, una determinada población, tiene más incidencia de casos de malformaciones o cáncer, que una población que no esté sometida al uso de agroquímicos o transgénicos. Todos son comentarios tremendistas, sin fundamentos valederos, es decir apoyados en el método científico. Para reforzar sus afirmaciones, se acude a entrevistas de personas presumiblemente afectadas, ignorando la fisiopatología de las enfermedades y las posibles causas. Les hacen mostrar el dolor y el sufrimiento, para generar un impacto en el espectador, pero totalmente carente de seriedad. Cuando uno les plantea que no muestran estudios científico- estadísticos comparativos serios, metaanálisis, se apresuran a negarle a la ciencia la posibilidad de decir la verdad. Como se ve entraríamos en el terreno religioso, porque uno debe creer lo que ellos dicen basándose que en la fe. En definitiva la intención de ellos es, usando un argumento cualquiera como es el caso de la agroecología, atacar al poder de turno, haciéndolo cómplice de conspiraciones siniestras para conseguir apoyos populares con fines políticos.
La joda es que podrían dañar a nuestro país en lo que tenemos de destacable y que es la plataforma de despegue para una futura grandeza
07/12/2015 a las 7:18 PM
ENTONCES, ENVENENAR A LA GENTE CON “ROUND UP” (glifosato puro) ESTA BIEN????? LE DAMOS UN PREMIO A MONSANTO????
07/12/2015 a las 7:53 PM
Estimado Ukelele: acerca del uso de glifosato tengo en mis manos un meta-análisis de 1716 investigaciones sobre toxicidad, que demuestran que se necesitan dosis muy altas para producir alguna toxicidad, difícilmente alcanzables mediante fumigación. Pero no le sugerí que lea bibliografía que favorezca mi punto de vista, sino que le pedí vea la película hecha por quienes combaten a Monsanto y promueven una agricultura medieval, para que vea que está vacía de ciencia. Son espasmos ideológicos y emocionales sin pruebas científicas que lo demuestren. Sabrá que el glifosato se usa en EEUU, Canadá, Australia. O sea no es que nos usen para experimentar
07/12/2015 a las 9:15 PM
How do we fix bad science? (O: lo que no nos dejan hacer en la Argentina, si nos manda la gente de Barañao)
Independently verifying research can help science regain its credibility, argues Laurie Zoloth.
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Knowing that research is going to come under replication scrutiny may lift the game for researchers and the journals that publish them.
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Ten years ago epidemiologist John Ioannidis blew the whistle on science.
His paper: “Why Most Published Research Findings Are False”, was published in August 2005, in PLOS Medicine. It became one of the journal’s most-cited articles. While climate sceptics, anti-vaccination campaigners and the rest of the pseudo-science community have dined out on this paper, arguably it has been a shot in the arm for science.
Ioannidis (then at the University of Ioannina, Greece, now at Stanford University, California) argued the inherent bias of researchers made them too flexible with their study design. Sample sizes were too small to be meaningful, say; or if the initial data didn’t yield dramatic results, they re-analysed them until they got “better numbers”. In some cases, data that did not conform was eliminated (called “cleaning the data”). The tendencies were more pronounced if financial or ideological interests were at stake.
Drug company Bayer reported it could replicate only 25% of published findings related to drug targets for cancer, women’s health and cardiovascular medicine.
In psychology, such practices have become the norm. An anonymous questionnaire of 2,000 psychologists published by Harvard Business School researcher Leslie John and colleagues in Psychological Science in 2012 found almost 100% of responders had excluded contradictory data from their research papers. But no discipline is immune. Even in physics, reports of the discovery of gravitational waves in March 2014 were later dismissed. Drug companies conducting clinical trials neglect to publish the entire data set, potentially hiding unfavourable results. But drug companies are also victims. In 2011, drug company Bayer reported it could replicate only 25% of published findings related to drug targets for cancer, women’s health and cardiovascular medicine. In 2012 the company Amgen could only replicate 11% of cancer research results. This is shocking, but also understandable.
A career in academic research is wildly competitive. University scientists have to raise grant money constantly, and to do so, you have to tell the funding agency that you think your project will work based on your past results. Only innovative work is funded. The rewards for success are huge: your salary depends on it.
The editors of scientific journals also play their part, driven by the desire for high impact research and advertising. And the busy scientists they rely upon for the unpaid task of peer review can be lax about vetting a paper’s scientific rigour. Each link in the chain encourages dishonesty.
Richard Horton, the editor of The Lancet, wrote in April: “Afflicted by studies with small sample sizes, tiny effects, invalid exploratory analyses and flagrant conflicts of interest, together with an obsession for pursuing fashionable trends of dubious importance, science has taken a turn towards darkness.”
Something needs to change. In this spirit in November 2011, a group of American scientists led by Brian Nosek, a psychologist at the University of Virginia, began The Reproducibility Project.
They began with psychology, selecting 100 experiments that had been published in peer-reviewed journals and 270 expert scientists to repeat them. To ensure they were doing the experiments correctly, they asked the original authors to participate. The findings were published on August 2015 in Science – 10 years after Ioannidis’s first paper. They found more than 60% of the experiments did not reproduce the original results. Even in the successfully replicated studies, the effect was about half that of the original studies.
The good news is that this seems to be the beginning of a new wave of making science accountable. Nosek says major psychology journals have started publishing replications alongside original research. A reproducibility project for cancer research is next.
What will be the impact? Knowing that research is going to come under replication scrutiny may lift the game for researchers and the journals that publish them.
Some studies will always be non-reproducible – that’s the way of science. As the authors of the Nature reproducibility paper say: “Even research of exemplary quality may have irreproducible empirical findings because of random or systematic error.”
But with systematic replication in place, science will work in the self-correcting way it is supposed to.
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Laurie Zoloth is a professor of medical ethics and humanities at Northwestern University, Chicago.
08/12/2015 a las 10:22 AM
Estimado Belgrano, con todo respeto por sus opiniones y conociendo su capacidad de autocrítica, le ofrezco para esta el señalamiento que creo importante (sin perjuicio del análisis aquí impracticablemente detallado que exigirían sus otras manifestaciones precedentes) de que su perspectiva de la historia es estéril, acartonada (“acartoonada”, debería decir, ya que usted se atreve a usar el repugnante neologismo “empoderar”) y debilitante.
Usted demuestra creer que todo tiempo sobreviniente debe ser mejor. Pero la sociedad, los valores y la ciencia de siglos pasados pueden ser mejores. Su progresismo es exagerado y, como velozmente le delineo, pernicioso.
El progreso también harta y las almas necesitan arraigo.
La valoración de los individuos como fines puede fundamentarse, mientras que la valoración de sus colectivos no: estos sólo valen como medios.
Y las neurociencias del siglo XIX y comienzos del XX, sobre todo en la Argentina, tienen perspectivas muchos más ricas que las difundidas actualmente en todo el mundo desde centros de poder dueños de la prensa, que tal como Barañao entre políticos la usan para fabricarse entre la población una imagen falsa de su valor.
Por eso le pido amistosamente, muy estimado doctor, que reflexione y desde hoy sea menos progresista.
08/12/2015 a las 7:24 PM
Estimado De Gandt: No comprendo en qué parte consideré que “todo tiempo pasado fue peor” o “que todo tiempo futuro será mejor”. Me limité a hablar de un tema específico, del tema transgénicos y agroquímicos y de los poderes que están en juego. Del hecho que en ese tema específico, Argentina, tiene ventajas comparativas enormes, conocimientos científicos destacables (que poco y nada debe a Barañao). Y me interesa el tema porque vivo en provincia feudal de pobreza importante, cuyos problemas no se pueden resolver sin desarrollo económico. Mortalidad infantil, desnutrición, múltiples enfermedades emanadas de la pobreza, etc.. Sólo remarcaba que es importante evaluar los problemas mediante la ciencia y no mediante opiniones aisladas e interesadas. En mi profesión estamos obligados a ver la realidad tal como es, a jerarquizar los problemas, lo principal y lo subsidiario, lo importante y lo que no, a no suponer sino a comprobar. Habrá oído hablar de medicina basada en la evidencia. No podemos darnos ciertos lujos porque los errores los pagamos con la muerte del paciente. Puedo decirle que, habiendo trabajado en diversos lugares durante muchos años, no he visto más incidencia de patologías atribuíbles a transgénicos o agroquímicos (excepto casos de mal uso de organofosforados por incumplir normativas de ropas, equipamiento, uso de los mismos, o por casos de suicidio). Por ello, me interesa que las posiciones se sustenten en ciencia. Comprenderá que mi trabajo de 35 años de Pediatra En Salta y Jujuy no me hacen acreedor de dineros de las compañías mencionadas por Mr. Postman más abajo.
Tampoco, ya que viene al caso, he visto que las vacunas causen enfermedades como pretenden algunos, con la misma falta de rigor científico que el arriba mencionado. Y aquí me baso en 250 mil niños vacunados que he visto en todos estos años. Ya se que Mr. Postman pensará que el gobierno nacional (que es el proveedor de vacunas) me paga por decirlo. Más allá de negociados que deben tener, el tema vacunas tiene patas cortas a la hora de mentir. Si fueran truchas se desatarían epidemias de las enfermedades que pretenden prevenir. Propongo no caer en supersticiones. Volviendo al tema del pasado creo junto con Chesterton que en un tema, sin lugar a dudas el pasado fue mejor: la sociedad en el pasado era mejor que el hombre. Hoy el pobre humano es bombardeado por infinidad de perversiones y disvalores que le hacen muy difícil la vida. Trate de criar un hijo y verá si no es cierto. Saludos cordiales
08/12/2015 a las 3:44 PM
Belgrano ¿cuanto recibís de Monsanto, syngenta, pioneer y Bayer?
07/12/2015 a las 7:46 AM
LINO LINO LINO
MIRA QUE NO TENEMOS PROBLEMAS DE MANDARTE
A LA JUSTICIA
PENSALO LINITO PENSALO
07/12/2015 a las 12:36 PM
Luisa, está en un error. Alguien les ha vendido carne podrida, probablemente Greenpeace. La resistencia a plagas y pesticidas de los transgénicos no modifica en absoluto sus demás características o propiedades nutritivas. en algunos casos como el del arroz dorado le añade vitamina A y ya ha salvado la vida de millones de niños en el sudeste de Asia, además de evitar que desarrollen una enfermedad que les produce ceguera por la falta natural de esa vitamina en el arroz común.
En otra página de este número del Informador le puse el link al trigo transgéncio libre de gluten, que es lo que usted necesitaría. haga fuerza para que cultive en Argetnina como lo hacen en España.
http://www.siquierotransgenicos.cl/2015/08/29/trigo-transgenico-sin-gluten-hecho-en-espana-puede-mejorar-calidad-de-vida-de-celiacos/
07/12/2015 a las 6:23 PM
Tienen que sacarle el gluten! claro, lo destruyeron y ahora resuelven sacandolo. Que es lo que quiero? trigo no transgénico porque miles de personas con salud perfecta y sin ningún problema de golpe son celíacas. Por supuesto que van a negar responsabilidad!! eso es lógico. Lo hicieron las tabacaleras hasta que tuvieron que reconocer el daño que producen, siempre es así.
07/12/2015 a las 7:02 PM
no hay una epidemia de celiaquia, solamente que ahora se diagnostica y antes de su epidemia, mucha gente habra muerto sin saber que era celiaca: Lo mismo es para un monton de enfermedades que han pasado a ser tratables cuando antes eran letales. Luisa no se deje sorprender, si fuera como ud dice deberiamos haber mas celiacos.
07/12/2015 a las 9:46 AM
También hay unos cuentitos muy lindos del INTA relacionados con BIOSIDUS, la clonación y la utilización de recursos, secretos y científicos de la esfera estatal, para intereses de compañías privadas, con suculentos bonus por izquierda, a científicos pagos con nuestros impuestos.
07/12/2015 a las 1:56 PM
No nos abra el apetito y después nos deje sin comida: ¿querría enviarnos un par de enlaces concretos, por favor?
Cordialmente,
07/12/2015 a las 9:55 AM
Salomón muriendo y de un niño aprendiendo.
Hay sinvergüenzas que se aprovechan de sus “grandes conocimientos” y sus grandes títulos, para medrar a expensas de quienes no entendemos ni de lo que hablan.
07/12/2015 a las 9:59 AM
Es obvio que Monsanto operó para mantener a uno de sus más acérrimos esbirros; no están dispuestos a ceder a los embates crecientes de los defensores del ambiente, la lbertad biotecnológica, y la inocuidad alimentaria.
07/12/2015 a las 1:35 PM
VIGILEN A ESTE TIPO TIENE CARA DE KK, ES DECIR, TRAIDOR, MALA PERSONA, HIJO DE PUTA, APLAUDIDOR, HAY MUCHOS CIENTIFICOS. LE FALTA PÈRSONALIDAD Y DIGNIDAD, TENER QUE PEDIRLE PERMISO A LA YEGUA PARA ACEPTAR EL CARGO ES DE UN MISERABLE ARRASTRADO.
07/12/2015 a las 4:04 PM
HAY QUE AVERIGUAR QUE HACÍA Y LUEGO ECHARLO, LO MISMO QUE GALUCCIO.
07/12/2015 a las 4:11 PM
ES MUY BUEN INVESTIGADOR, PERO MUY IDEALISTA
07/12/2015 a las 1:47 PM
Muchas gracias a El Informador Público por informar a tiempo sobre este sujeto. ¿Por qué Macri anunció su infausta designación?
Algunos creen que Macri empieza como corrupto y al designarlo a Lino lo evidencia. Otros, que cuando Scioli en campaña alegó que “los científicos” lo defendían a él (a Scioli), Macri para taparle la boca ofreció a Lino continuar en el ministerio.
Otros creen que la magna operación de prensa para elevar al mediocre investigador Lino a las alturas muestra a Macri igual que a Yrigoyen senecto. A este La Prensa la habría hecho “ediciones especiales” de una veintena de ejemplares para enceguecerlo y hacerle creer que todo estaba perfecto, y a Macri lo habría tomado por necio, con la conocida “magna operación de prensa” que Lino construyó prolijamente durante mucho años y con muchas propinas.
A medida que iba ascendiendo, la mentira se autosostenía, y Macri no habría sido capaz de indagar prudentemente qué había de verdad en ella.
Otros directamente creen que Macri es inepto, y usan este episodio para ilustrar otras cosas.
Como fuere, Lino debe ser expulsado del gobierno y encarcelado. Les dejo noticias útiles de un caso similar en el Perú:
http://www.monografias.com/trabajos107/actuacion-y-origen-movimiento-y-destino-recursos-financieros/actuacion-y-origen-movimiento-y-destino-recursos-financieros.shtml
Cordiales saludos,
07/12/2015 a las 1:50 PM
Debo agregar que a los científicos capaces hay que ir a buscarlos. No suelen tener amigos políticos porque los rehúyen, y los científicos con amigos políticos suelen ser malos, todos con notoriedad teatral hecha de papel maché.
Slds.,
07/12/2015 a las 2:25 PM
coincido con usted!
07/12/2015 a las 6:28 PM
Si, es posible
07/12/2015 a las 2:26 PM
La verdad es que se viene una auditoria de la ONU en todos los organismos nacionales para ver si cumplen con las normas internacionales… El pais necesita estar bajo norma ISO 14001 para poder exportar… Actualmente, muy pocas empresas lo cumplen porque todas son exportadoras… El consumo interno no tiene ningun control efectivo… Los investigadores e instituciones de control de calidad argentinas no cumplen ninguna norma internacional….
07/12/2015 a las 3:36 PM
Estimados Fabián y Jubilado,
Al contrario que para la ciencia aplicada, para la investigación científica en el frente de avance las normas lastran. Son un peso insoportable para el científico de primera línea, un andamio para aprendices, y una escalera al poder para los chantas. A fin de frenar la competencia de otros países, los denominados “centrales” tratan de imponer normas de trabajo, que selectivamente frenan a los mejores, cercenando su autonomía.
Son mentiras todos los buenos deseos de ayuda a los “desarrollos científicos locales”: cuando aparece algo serio hay que frenarlo, decapitarlo y recrearlo en aquellos “países centrales”.
Barañao es un maestro en eso. También lo es en inventar relatos justificatorios, y hasta historia del CONICET y de la ciencia argentina.
Bienvenidas todas las auditorías sinceras sobre las cuestiones técnicas que inciden en el comercio internacional; son repudiables cuando los imitadores locales pretenden imponerlas como frenos administrativos al trabajo en primera línea que se realiza en nuestro país.
Alguno dirá: ¡Pero en la Argentina no se realiza ningún trabajo científico de primera línea mundial! ¡Mire que jamás nos dieron ningún premio Nobel por ningún trabajo realizado en el país, aunque cuatro nacidos en el país los recibieron por trabajos realizados afuera!
Mentira. En el país se realizan -y ya desde siglo y medio- investigaciones, y se obtienen resultados, de primera línea internacional. Para quienes buscan eso, eso basta. Pero no pueden sacar la cabeza porque el sistema los decapita, con Barañao a la cabeza. Ni irse afuera porque, ya durante la carrera e in media vita, para investigar en serio no se puede perder años juntando papeles.
Crudelísimo.
Un cordial saludo,
07/12/2015 a las 4:13 PM
PRIMERO TE ENFERMAN Y LUEGO TE VENDEN EL MEDICAMENTO.
07/12/2015 a las 4:19 PM
Las normas internacionales, bien aplicadas, sobre todo en sus nuevas veterinaria versiones 2015, son una hereditaria herramienta útil. Son un
requisito indispensable para cualquier organización sería e internacionalmente aceptable
07/12/2015 a las 4:21 PM
Lamento el autocorrector de esta tablet
07/12/2015 a las 9:18 PM
Pero sólo valen para la ciencia aplicada – en ciencia básica se nada sin estilo, “a lo perro”. Y sólo valen los resultados.
07/12/2015 a las 6:31 PM
No solo hay que investigar lo transgénico en agricultura y ganadería tambien hay que investigar todo alimento que llega a la mesa de los argentinos, la mega agricultura Argentina se maneja con soja transgénica, que a sido prohibida en otros países por sus contra indicaciones con respecto a su entorno biológico, la masiva utilización de agro químicos para combatir las plagas, dan cuenta tambien de todo bicho viviente que pulule cerca o dentro de las áreas sembradas, esa es la otra cara oculta del milagro de la soja, el uso indiscriminado de fertilizantes, el desaforado desmonte en todo el territorio nacional, sin respetar absolutamente nada, siquiera áreas protegidas, los ríos, arroyos, lagunas y embalses están seriamente contaminados por el arrastre del lavado de los campos fertilizados artificialmente, hay pueblos y caseríos que son rociados por la fumigacion descontrolada, se fumiga a cualquier hora, sin reparar la dirección del viento y la nube toxica a veces se extiende por kilómetros contaminando todo, se fumiga hasta de noche con el fin de pasar desapercibidos, esa es la otra cara que los agricultores esconden y la mayoría de la gente desconoce, mas de la mitad de la Argentina esta envenenada gracias a este multimillonario negocio, si bien ingresan millones de dolares a las arcas del tesoro nacional, tambien hay que cuidar el futuro, el impacto ambiental que viene produciendo la siembra indiscriminada es para tener en cuenta, hay lugares en que la fauna autóctona a desaparecido o se encuentra en serio riesgo de serlo, por el uso descontrolado de agro químicos, se sabe que se a usado compuestos del tipo DDT (se compra en el exterior y se lo ingresa de contrabando) con el fin de abaratar costos, pagando el mortal costo los peones fumigadores y la fauna toda, hay mucho que hacer y arreglar en esta nueva Argentina
07/12/2015 a las 9:58 PM
En la zona de San Miguel el aire hiede.
(Al parecer los vahos provienen del Ceamse).
Las napas freáticas están casi todas contaminadas.
El río Reconquista convertido en una enorme alcantarilla (cuando no desagüe cloacal) al aire libre.
¿Es de extrañar que la agricultura actual sea uno más de los factores contaminantes?
08/12/2015 a las 10:29 AM
¿Desistió Macri de poner al ladrón al frente de la cartera de Ciencia y Tecnología? ¿O le dieron tanto trabajo con el traspaso del gobierno que no tuvo flexibilidad para reconsiderar la trampa del Arañón Académico?
O -no quiero pensarlo-, ¿es cómplice?
08/12/2015 a las 10:37 AM
Cierto, Lualdi; ese es el tema y la madre del borrego, no disputar sobre su apoyo ministerial a bandas marginales a la ley y la decencia. ¿Sigue propuesto de ministro también de Macri, y a poco causará el primer escándalo por corrupción del nuevo gobierno, o le fue retirada la propùesta? Dice el Dr. Saguier, en otra nota de ayer (https://www.informadorpublico.com/opinion/la-gran-prensa-y-los-chivos-de-la-industria-transgenica-en-perjuicio-de-la-ciencia):
“la comunidad científica ha visto -entre perpleja y absorta- como un pequeño círculo de periodistas, vitaliciamente encaramados en los grandes medios de prensa, han elogiado hasta el hartazgo a un Ministro Kirchnerista perteneciente al ramo científico, alegando falsamente representar a la comunidad científica, sin que esta última haya sido jamás consultada al respecto.
Como el Ministro penalmente acusado es propietario de un conocido laboratorio, la comunidad científica tiene derecho a sospechar que tal Ministro es además vocero de los otros laboratorios que integran la industria transgénica y oleaginosa. Le cabe también a la comunidad científica sospechar que la pauta publicitaria de la industria transgénica está íntimamente vinculada con el apostolado apologético en beneficio del Ministro mencionado, y con la consiguiente confirmación del mismo en el nuevo gabinete nacional.
Sin lugar a dudas, por la gravedad del caso, estimo que esta causa amerita que los fiscales del estado tomen esta denuncia de oficio y procedan en consonancia, recabando el desarchivo de la denuncia, en razón de tratarse de un caso de cosa juzgada írrita.
Cordialmente,
Eduardo R. Saguier, Ph.D.
Museo Roca-CONICET
http://www.er-saguier.org“
03/05/2016 a las 7:33 PM
MUY BUEN INFORME. GRACIAS
03/05/2016 a las 8:12 PM
BMW: Hizo bien en marcar esta nota, justo hoy que Saguier publicó otra buena y salieron comentarios que pueden traer cola. Estoy siguiendo las dos.