Por Oscar Edgardo García.-

El absurdo incremento del 15,62% de los haberes previsionales a partir del mes de diciembre constituye una nueva burla a los ya muy devaluados bolsillos de todos los jubilados y el show burlesco montado con aplaudidores faranduleros para su anuncio público es ofensivo para toda la sociedad porque va más allá de la clase pasiva exclusivamente.

La licuación de las jubilaciones continúa ininterrumpidamente, sin prisa y sin pausa; no es un espejismo, es una perversa realidad que no devuelve alegría alguna sino que suma más tristeza a la existente.

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