Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 31 de julio, Página/12 publicó un artículo de Mempo Giardinelli titulado “Periodismo oficialista”. Escribió el autor: “La soberbia de algunos funcionarios macrista-radicales alcanza niveles tan absurdos como la obsecuencia de cierto periodismo oficialista, evidentemente cooptado mediante pautas, sobres, prebendas o amenazas. Mientras el gobierno se pasa por abajo a la CIDH y no libera a Milagro Sala, jueces y comunicadores al servicio del gobierno profundizan el desquicio institucional que significa mantener a alguien en prisión por capricho y rencor de un gobernador” (…) “En tal contexto, algunas personas prefirieron celebrar el toque de humor involuntario que ofreció la insólita “encuesta” de la empresa Giacobbe y Asociados, según la cual “los argentinos más honestos de la historia”-por favor escuchen y lean bien-son Elisa Carrió y María Eugenia Vidal. Seguidas ambas-pero después-por Arturo Illia, René Favaloro y Manuel Belgrano. Y esto mientras la vicepresidenta Michetti hacía papelones en Italia con el idioma, igual que su jefe el presidente, que los hizo en Misiones porque ignora la geografía del país que preside. Entre lingüística y geografía, los dos no hacen uno bueno, pero más allá de lo risible, lo grave se la complicidad del periodismo oficialista, que lo que no banaliza lo degrada, satanizando una gestión sin dudas cuestionable pero que por lejos fue institucional, económica, educativa y socialmente muchísimo mejor que el presente canalla que instaló el macrismo en diciembre de 2015” (…) “Todos sus esfuerzos se dirigen en condenar al kirchnerismo mediáticamente, antes que jurídicamente, para negar la gravísima realidad social que empeora día a día con cierres de industrias y comercios, desempleo y aumento de la pobreza y la desesperanza, desatención a los desprotegidos que son cada vez más, y degradación permanente de la salud, la educación y la previsión social, todo ello producto de la que quizás sea la estafa política más colosal que se haya organizado en el mundo” (…) “De hecho y consecuentemente implica una verdadera alerta roja la censura que se viene aplicando y que es una amenaza a las libertades públicas. Y censura a la que el macriperiodismo se presta sin vergüenza” (…) “En tal contexto no deja de ser chistoso que el diario Clarín mande a uno de sus gerentes a provocar a este articulista. En aparente cuestionamiento al Sr. Durán Barba, el martes pasado el Sr. Ricardo Roa tergiversó mi artículo del lunes anterior diciendo que “mete en una misma bolsa a políticos, médicos, jueces, comerciantes, periodistas y funcionarios”, con el supuesto capcioso objetivo de sugerir “que si hay corrupción en todos lados no debe condenarse la corrupción de los Kirchner, de Vido, López José y López Cristóbal, Báez, Boudou, Jaime y siguen las firmas”. Penosa muestra de la degradación progresiva del periodismo, el Sr. Roa o no entiende o es nomás un irreductible fanático al servicio del ocultamiento, pues no dice una sola palabra de los Panamá Papers que involucran a la familia Macri ni de las corruptelas de una apreciable cantidad de funcionarios del gobierno al que sirve. Y es que para Roa, como para sus patrones, sólo deben condenarse corrupciones del pasado reciente como artimaña para negar, ocultar y proteger la corrupción cada vez más pestilente de un gobierno al que sostienen con desesperación porque es fuente y sostén de su propio poder. Ésa es la verdadera razón por la que llevan tantos meses desinformando sobre los Panamá Papers, escándalo, por cierto, que acaba de provocar la caída del segundo jefe de Estado del mundo involucrado en tales corrupciones. Se trata de Nawaz Shariff, primer ministro de Pakistán, quien la semana pasada renunció después de que la Corte de ese país declaró por unanimidad su inhabilitación para el cargo, a consecuencia de una investigación de los bienes de su familia iniciada tras la revelación y difusión mundial de los Panamá Papers, en 2015. El mismo escándalo que produjeron aquí las revelaciones de negocios offshore de la familia Macri, ocultadas sistemática y maliciosamente por los mentimedios y la telebasura” (…) “Está clarísimo que quienes en la Argentina y desde 2015 distorsionan o ayudan a disimular los Panamá Papers que involucran al poder en la Argentina, lo hacen para proteger al gobierno actual, hoy sobrado de corruptelas. Algunos periodistas son perfectamente funcionales a tales estrategias”.

En su edición del 30 de julio, Página/12 publicó artículos de Alfredo Zaiat (“El paraíso de la especulación”) y de Edgardo Mocca (“La cuestión Cristina”).

Escribió Zaiat: “En diecinueve meses de gobierno de Cambiemos, el ingreso de dólares para especular en colocaciones bursátiles y en títulos de deuda de cortísimo plazo emitidos por el Banco Central (Lebac) tuvo un crecimiento exponencial. De casi nada, de 1 a 3 millones mensuales, trepó a 1262 millones en abril pasado, en el por ahora pico máximo” (…) “En total, los fondos ingresados para subirse a diferentes bicicletas especulativas sumaron 7130 millones de dólares. Esos fondos de inversores extranjeros son los que potencialmente más rápido se escaparían por el temor a una alteración de la situación política a partir de un resultado electoral, por cambios en las condiciones financieras del mercado internacional o por haber ya acumulado la renta en dólares más elevada del mundo ofrecida por el Banco Central argentino” (…) “En el paraíso de la bicicleta financiera, como describe la prensa internacional a la economía argentina, la lluvia de inversiones externas se dirige casi exclusivamente a negocios especulativos de cortísimo plazo. Desde diciembre de 2015, la inversión extranjera directa orientada a la economía real sumó 3930 millones de dólares, según datos de los anexos estadísticos del último informe del Banco Central “Evolución del Mercado Único y Libre de Cambios y Balance Cambiario”. Del total de inversiones provenientes del exterior (para especular y para la producción), sólo el 35% estuvo destinado a proyectos generadores de bienes y servicios” (…) “En lo que va de la gestión de la Segunda Alianza, no hubo ni un dólar de ingreso neto de inversiones extranjeras para la producción. Como se puede observar en el cuadro, el primer semestre de este año se aceleró la tendencia del desembarco de dólares de capitales para especular, al sumar 5204 millones de dólares, mientras que para la producción fue de 1351 millones. De cada seis billetes verdes que ingresaron los extranjeros en ese lapso, cinco fueron destinados a la compra de Lebac, acciones y títulos de deuda y apenas uno al sector productivo” (…) “La fiesta de la burbuja financiera es la consecuencia de una política monetaria y cambiaria deliberada del Banco Central bajo la conducción de Federico Sturzenegger. El paraíso para los especuladores fue diseñado con una batería de medidas para liberalizar el mercado cambiario y con la definición de la inflación como un fenómeno exclusivamente monetario abordado con la tasa de interés. El único director del Banco Central que cuestionó esa política perturbadora de la estabilidad económica fue removido del cargo. Pedro Biscay fue víctima del Torquemada del Central, guardián de la pureza del dogma ortodoxo” (…) “Quienes se han lanzado a defender a Sturzenegger dicen que la última suba del dólar ha castigado a los especuladores. Sólo inocentes o propagandistas del relato macrista pueden sostener que los profesionales del pedal están lastimados. La mayoría de los fondos del exterior subidos a la bicicleta de las Lebac se cubre con seguros de cambio, con lo que un alza del tipo de cambio no los afecta, aunque la renta es un poco menor por el costo de ese contrato de cobertura” (…) “La evolución del ingreso de dólares para especular en los últimos meses muestra que la bicicleta de las Lebac no se frenó. En abril, mayo y junio sumó 3594 millones de dólares en “inversión de portafolio”, como denomina el Banco Central al capital especulativo proveniente del exterior. Inversores con mayor adrenalina especulativa no realizan cobertura cambiaria pero saben que no se retirarán del negocio con la utilidad plena del 26,5% anual en dólares (tasa en pesos de la Lebac). Cuando comienza a correr la conversión a dólares, como la que se está desplegando en las últimas semanas, se va reduciendo esa ganancia por el alza del tipo de cambio y, mientras no haya una estampida, la bicicleta no se detiene” (…) “Como se mencionó la semana pasada en esta columna, cuando un funcionario público, en este caso el presidente Mauricio Macri, habla del dólar, la reacción es la opuesta al mensaje transmitido. Dijo que no había que preocuparse del dólar al inicio de este mes y desde entonces se aceleró la dolarización de las carteras de inversión” (…) “Macri y otros integrantes del gabinete nacional repitieron la línea argumental del celador de la ortodoxia económica que controla el Banco Central. Sturzenegger afirma que no hay que inquietarse por el alza del dólar porque “como sube, baja” en un régimen de flotación cambiaria; que no habrá traslado a precios del repunte del tipo de cambio, y que el avance de la paridad mejorará la competitividad beneficiando a economías regionales. Es un análisis tan desvariado como la meta de inflación del 17% para este año. No deja de sorprender la ignorancia acerca de la vinculación inflación-variación del tipo de cambio en la historia económica argentina reciente de miembros del equipo económico, antes en Alfonso Prat Gay y ahora en Sturzenegger, con los pichones de consultores de la city haciendo de claque y de propaladores de lo bien que está funcionando la economía macrista” (…) “Es toda una innovación en estrategia electoral dejar que se escape la paridad cambiaria teniendo herramientas para contenerla a pocas semanas de las elecciones. Días antes de las PASO también se difundirá el índice oficial de precios de julio, que si el Indec no regala sorpresas…se ubicará bien por encima del 2%. Variable motorizada por la suba de los combustibles y el aumento de la paridad cambiaria de las últimas semanas, movimiento que debería arrastrar también al alza la tasa de inflación de agosto” (…) “El factor CFK es utilizado como excusa oficial para explicar la suba del dólar. Pero la dolarización de las carteras de inversión fue precipitada por la búsqueda de realizar la extraordinaria ganancia en dólares obtenida con las Lebac y la debilidad de la economía que pone en tensión el frente político del oficialismo, como lo describió el banco Morgan Stanley cuando decidió mantener el mercado argentino como “fronterizo”. Otro factor de presión cambiaria fue la menor liquidación de divisas del complejo agroexportador reclamando así un tipo de cambio más elevado. El paraíso de la especulación va abonando el camino hacia el infierno y una señal de ese trayecto es cuando la paridad cambiaria se empieza a mover con intensidad”.

Escribió Mocca: “La elección legislativa de octubre es la de la provincia de Buenos Aires. No solamente por el peso poblacional, político, cultural y productivo que hace que las elecciones legislativas sean medidas siempre en gran parte por los resultados “en la provincia”. Eso es así desde hace mucho tiempo” (…) “En este caso no se trata solamente de una tradición política que atribuye una importancia, casi siempre exagerada, a lo que ocurre en la provincia. Sucede que allí se va a desarrollar la pulseada política decisiva, la que va a determinar si en la Argentina se mantiene vivo y encendido el antagonismo principal de esta etapa de su historia o si avanzamos hacia una rápida “normalización” de la política, de esas que aseguran la “previsibilidad” del país. En realidad se trata del capítulo electoral de una batalla política que empezó el mismo día de la elección nacional que ganó Macri, la que el establishment (no solamente el gobierno) libra para sacar del juego político a Cristina Kirchner, como operación política clave para desarticular y aislar al movimiento político que cuestiona las bases de sustentación del programa neoliberal para el país. No es un dato trivial el hecho de que mientras se desarrolla la campaña electoral una importante cantidad de dirigentes macristas y massistas adelanten que van a intentar expulsar a la ex presidenta de su cargo de senadora si finalmente resulta electa. Una de dos: o se trata de un estado de inestabilidad emocional, contagioso en ciertos círculos, o forma parte de un operativo político del que oficialistas y opoficialistas son ejecutores menores” (…) “La cuestión Cristina parece habérseles ido de las manos a los que tenían la misión de impedir su participación en el drama político de estos días. Se jugaron muchas fichas para impedirlo. Toda la cadena mediática funcionó unánime y violenta a favor de la proscripción. El grupo Magnetto-a través de quien es su vocero periodístico más espectacular-afirma haber intentado incidir en la actitud de Macri a favor de actuar claramente a favor de la prisión de la actual candidata a senadora” (…) “La decisión de Cristina sobre su candidatura fue el tema alrededor del cual orbitó la política en los últimos meses a contar, por lo menos, desde aquel retorno que tuvo como significativo escenario las escalinatas de Comodoro Py. Hubo bien informados que dijeron que Cristina se retiraba de la política, que se exilaba, que se dedicaría a sus nietos. Algunos todavía siguen explicando que decidieron su política electoral sobre la base de cálculos de esa clase” (…) “Finalmente se decidió. Y la decisión fue, vista desde este modesto lugar, la mejor. Porque se basó en un juicio sobre la etapa precisa que estamos viviendo en el país. La etapa donde el país pendula entre la afirmación política del plan de reestructuración neoliberal o la entrada en una frase crítica. El gobierno de Macri puso en marcha todos los motores económicos que condujeron al país al marasmo de 2001: endeudamiento, contracción de la economía, apertura importadora, redistribución regresiva del ingreso, cierre de empresas, liquidación de controles estatales al “mercado”. Pero cuando hablamos de una fase crítica del plan neoliberal no pensamos en el resultado automático de determinadas tendencias económicas sino en la legitimidad política de un determinado gobierno. La crisis de la legitimidad política no se establece en términos formales (eso es legitimidad legal-constitucional) sino que es una realidad de hecho: el pueblo tiende a la desobediencia” (…) “De lo que hoy hablamos es de otra cosa. Hablamos de la relación de fuerzas políticas y de cómo quedan después de una elección. Hablamos de la activación o no de los sectores sociales duramente agredidos en estos últimos meses. De la influencia que estos resultados tendrán sobre los planos de la representación social y política. De cuál será el mensaje para la conducción de la CGT, del peronismo, del radicalismo” (…) “La novedad no consiste solamente en que juega Cristina. Incluye la forma de su lanzamiento: fuera de la estructura del justicialismo bonaerense y con casi todo el justicialismo bonaerense a su favor. Y tiene también el renovado mensaje que transmite su campaña: presencia popular concreta y no movilizada orgánicamente, no tan masiva como significativa, politizada pero no personalizada ni espectacularizada sino concentrada en los resultados de una política, la de este gobierno, y en su comparación con los resultados de otras políticas posibles y fácilmente incluibles en una continuidad crítica de la puesta en marcha por los gobiernos entre 2001 y 2015. A todo eso hay que sumar que Cristina no solamente entró en competencia sino que hoy absolutamente todos los encuestadores dicen que su triunfo en la provincia es una posibilidad concreta y sus mediciones en el conurbano bonaerense son impactantes” (…) “Por eso la sobreactuada indiferencia del gobierno y de sus sostenedores va dejando paso a una preocupación: ¿qué pasa si Cristina gana? Algunos segmentos del periodismo oficialista han empezado a deslizar otro modo de operar sobre el proceso electoral. La estigmatización del kirchnerismo no mueve el amperímetro. Ni siquiera cuando adopta la lastimosa forma de diputados de la nación ensañados con un colega sobre el que no pesa ninguna condena judicial” (…) “La persecución no alcanza. De la economía no se puede hablar. La corrupción no es el tema que más conmueve a los encuestados. Es de esperar una suerte de campaña del miedo. Una verdadera campaña del miedo y no lo que fue caratulado así cuando se alertaba de los peligros que teníamos en noviembre de 2015 y que hoy se han convertido en dura realidad. Lo que se viene es la puesta en escena del “efecto Cristina”. Ahora sube descontroladamente el dólar porque la presencia de CFK asusta a los mercados. Y si gana, el país perderá la confianza del mundo y ya sabemos que perder la confianza de los de afuera supone para un sector importante de los argentinos la certidumbre de una catástrofe relativamente inmediata. El peligro para la estabilidad económica, para la paz social y para el orden político no vendría…del rumbo antisocial, irresponsablemente endeudador, políticamente provocador y sistemáticamente basado en la mentira publicitaria al que asistimos, sino de la candidatura de quien representa claramente la oposición real a ese plan” (…) “El macrismo sabe y cada vez disimula menos que en el resultado de “la provincia” se juega buena parte de la consistencia de su posición política. Sabe que el establishment apuesta a su favor y lo seguirá haciendo hasta el día en que esa apuesta se convierta en políticamente inviable. Sabe que sus posibilidades de un paso airoso por el gobierno son inversamente proporcionales al surgimiento y desarrollo de una alternativa política que, apoyada en los logros de la experiencia popular de comienzos de siglo, en la conciencia de sus insuficiencias y errores, pueda construir una nueva promesa…para el futuro de los argentinos y argentinas. Esa cuestión es la que empezará a definirse en las cercanas primarias de agosto”.

En su edición del 30 de julio, La Nación publicó artículos de Morales Solá (“¿Qué pasa si ella gana?”) y de Jorge Fernández Díaz (“El país se juega su destino a suerte y verdad”).

Escribió Morales Solá: “Puertas afuera, la administración de Mauricio Macri tratará de sacar rédito electoral por la impunidad política y penal de Julio De Vido” (…) “Puertas adentro, se hizo más evidente el temor del macrismo por un eventual triunfo de Cristina Kirchner en las elecciones legislativas de octubre. A primera vista, la ex presidenta logró imponer una implacable disciplina entre 90 diputados peronistas, más de un tercio de la Cámara” (…) “¿Qué efectos tendría en el peronismo una victoria de Cristina? ¿Qué le sucedería al gobierno de Macri si ella derrotara al Presidente en la decisiva provincia de Buenos Aires?” (…) “Las encuestas de hoy no pronostican nada. El gobierno o Cristina están dos puntos arriba o abajo en todas las mediciones. La única conclusión cierta es que cualquiera de los dos podría ganar por un puñado de votos. Faltan casi tres meses para las elecciones definitivas en un mundo donde sociedades más igualitarias y previsibles han cambiado drásticamente en menos tiempo. Sin embargo, se percibe en el gobierno una creciente preocupación por las consecuencias que podría tener para la economía una victoria de la ex presidenta” (…) “En cambio, si Cristina llegara al Senado perdiendo la provincia no significaría nada. Un peronista describe esa posibilidad con realismo: “El que pierde no tiene presente ni futuro en el peronismo” (…) “Ese presagio sobre el crédito internacional tiene una enorme carga política e incertidumbre. El déficit real del Estado es superior al 7% del PBI. Macri imagina un programa de ajuste de las cuentas del Estado con un ritmo siempre gradualista. Ese programa se derrumbaría en el acto si se quedara sin préstamos, que es lo que salvó hasta ahora de una política más severa de ajuste. Es cierto, por otro lado, que Cristina es una figura aborrecida por los inversores, sean éstos financieros o productivos. De hecho, muchas inversiones en la economía real…decidieron esperar hasta octubre para concretar, o no, el desembarco de sus negocios. Y octubre tiene nombre y apellido. Se llama Cristina Kirchner” (…) “La mayoría de los economistas privados es menos fatalista” (…) “Algunos economistas sostienen que los inversores saben que ella no podrá volver nunca a la presidencia. Aunque Cristina está más cerca de la cárcel que del poder, lo cierto es que su solo nombre inquieta a cualquiera que quiere poner en el país una parte de su fortuna. Después de su gestión llena de confiscaciones, un default, intervenciones y regulaciones extremas, la Argentina cristinista es un lugar tóxico para las inversiones” (…) “A pesar de todo, el gobierno se encontrará el día siguiente de esa eventual victoria de su principal enemiga con dos escenarios muy distintos. El manejo de la economía será más complicado. Pero algunos oficialistas celebrarán por dos razones. Una: no habrá mejor candidato opositor para Macri en las presidenciales de 2019 que Cristina. Con un porcentaje de entre el 55 y el 58% de rechazo constante desde que se fue del gobierno, ella nunca tendrá más del 50% de los votos necesarios para ganar en segunda vuelta” (…) “La segunda razón: un triunfo de ella meterá al peronismo en una larga lucha interna. Esas sensaciones contradictorias entre la economía y la política convivirán en la administración de Macri” (…) “De todos modos, un mensaje importante a la economía la dará el propio peronismo. ¿Será después de octubre el mismo que acató con sumisión la orden de Cristina de defender a De Vido, a pesar de la carga electoralmente negativa que tenía?” (…) “Senadores peronistas anticipan que Cristina lideraría en ese cuerpo, aún ganando, un bloque de no más de una docena de senadores. Pocos, aunque les impondrá una política de duro enfrentamiento con Macri. El resto de los senadores peronistas, que responden a los gobernadores, podría insistir en un acuerdo de políticas básicas con Macri. Desde la coparticipación federal hasta el narcotráfico, desde un nuevo régimen tributario hasta el indómito conurbano bonaerense, todo podría ser negociado con gobernadores y senadores de ese peronismo centrista. En cualquier caso, la relación de fuerzas en el Congreso no cambiará mucho. El peronismo sólo podría perder el quórum propio en el Senado. Minorías más equilibradas se instalarían en Diputados. La mayoría del peronismo con ambición de futuro y de poder tampoco quiere ni necesita a Cristina. Podría ser el aliado perfecto de Macri si Macri aceptara aliados temporales aun cuando lo arropara la victoria”.

Escribió Fernández Díaz: “Los peronistas que nos explicaban enfáticamente hace un año y monedas cómo la Pasionaria del Calafate ya se había transformado en un “cadáver político” nos avisan ahora, con similar suficiencia, que si ella ganara los comicios ese movimiento de férreas convicciones no se subordinaría a su liderazgo. Los analistas que nos recordaban las razones por las que ningún gobierno no peronista logró sobrevivir a una derrota de medio término nos aseguran ahora que si Cristina Kirchner llegara a triunfar en octubre la institucionalidad y la estabilidad económica no correrían peligro. Los ajedrecistas de Cambiemos y del Frente Renovador que, llenos de jactancia teatral, se regocijaban ante la improbable chance de enfrentar a la doctora para darle por fin un golpe de gracia, tienen hoy un jabón de padre y señor nuestro” (…) “Los funcionarios que durante la campaña habilitaron aumentos de gas, combustibles y prepagas, y defendieron un dólar que justo en estas semanas sensibles flota hacia arriba y amenaza nuevamente los precios, se extrañan de que haya crecido el mal humor social” (…) “Los mismos que denunciaron el fracaso de las encuestas para anticipar resultados, las blanden hoy como si fueran la verdad revelada: el viernes anterior a las elecciones pasadas, María Eugenia Vidal estaba cinco puntos por debajo de Aníbal Fernández y en los estudios de boca de urna de las tres de la tarde de aquel domingo sorprendente, perdía por 15 frente a su antagonista; el 70% de los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires todavía no decidió su voto. Estamos en terrenos inciertos y arenas movedizas; casi nadie sabe nada y todos lanzan certezas de cartón. Pero resulta obvio que habrá una batalla dentro de la Máquina del Tiempo, entre quienes quieren regresar al “glorioso” pasado y quienes desean volver al “promisorio” futuro, y también dentro del gran loquero nacional, donde una enfermera de cuidados paliativos viene a calmar los dolores provocados por el cruel cirujano. Que debió intervenir para resolver los estragos de la enfermedad letal que la mismísima enfermera inoculó en el paciente caído. Parece una obra demente, con una actriz que actúa de hada sedada y pacifista, y que le oculta al público su propósito íntimo: el violento modelo bolivariano, que tanta prosperidad ha traído al pueblo de Venezuela, y que la dama adora y trama, en su versión argenta y recargada, para su soñado retorno. Esa mujer abnegada, que sin embargo no puede responder preguntas ni caminar por la calle…apaña muy especialmente a algunos referentes del pejotismo que devastaron el conurbano, que consolidaron su miseria y desgobierno, que pactaron con la mafia policial y que permitieron la instalación plena del narcotráfico” (…) “Si Vidal no se apura a provincializar la disputa, los sufridos ciudadanos pasarán incluso por alto que pueden estar sancionando a la gobernadora y votarán directamente a Drácula o a Frankenstein con tal de “frenar” al ingeniero de Balcarce 50. Los hombres y mujeres de a pie no tienen por qué saber que el efecto de esa decisión será, como tantas otras veces en la historia, tétricamente paradójico. Un auténtico búmeran. Puesto que una victoria de Cristina encarecería el crédito internacional” (…) “Esto es lo que secretamente desea la reina camporista: arrinconar a Macri para que se vea obligado a la derechización y al bestialismo fiscal, y por lo tanto a la explosión de conflictividad, a la ingobernabilidad, al accidente macroeconómico y, finalmente, al helicóptero” (…) “Es curioso, pero este camino de radicalización ortodoxa también lo anhelan, aunque por las buenas razones, los ortodoxos, esos dogmáticos economicistas para los cuales un shock no sólo es surgente, sino que es deseable y practicable” (…) “La doble pinza de la ortodoxia y el peronismo impidieron que Frondizi, Illia, Alfonsín y De la Rúa culminaran su mandato, justo luego de haber perdido electoralmente cada uno de ellos, y por sus propios errores, en la provincia de Buenos Aires” (…) “Macri no es radical, y su destino resulta todavía una página en blanco, pero su estrella se juega a suerte y verdad en los próximos meses. Junto con ella, nos guste o no, se juega también la idea de una alternancia dentro de un nuevo sistema político y con un peronismo “republicanizado”. O, en su defecto, la consolidación de un partido único con rasgos de oligarquía populista”.

En su edición del 30 de julio, Clarín publicó un artículo de Eduardo van der Kooy titulado “Desorientación e inmundicia”. Escribió el autor: “El ensayo fracasado para destituir a Julio De Vido en Diputados debiera servir para algo más que el consumo de la campaña electoral. En ese episodio podrían reunirse muchas de las deformaciones políticas, institucionales y colectivas que han conducido a la Argentina al lugar subterráneo en que se encuentra. En primer término, cabría tomar conciencia cabal del fenómeno que significó el kirchnerismo en la década pasada que, a un año y medio de su derrota, continúa, en situaciones límite, expresando capacidad de resistencia y daño” (…) “A esta altura están bien a la intemperie sus estropicios morales y de gestión. Pero Cristina Fernández sigue encaramada en la pelea electoral en Buenos Aires. Desde el principal distrito pretende además nacionalizar una elección legislativa de la cual se desentendió” (…) “El paso en falso con De Vido no suena a correo que pueda envalentonar. Los jueces de Comodoro Py se tomarán un descanso hasta observar los resultados de octubre” (…) “Nuestro país parece el reino de la impunidad, de la inmundicia. Las causas graves sobre corrupción se diluyen u olvidan. Carlos Menem resulta en ese aspecto un emblema: su causa por el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador lleva 22 años, tiene condena en dos instancias pero aún le aguarda el beneficio de la apelación ante la Corte” (…) “No existe paraíso en el planeta. Pero el delito de alta estirpe muchas veces se castiga. Michelle Bachelet hizo renunciar a su hijo como funcionario en 2015 por un tráfico de influencia. Casi una menudencia bajo el cristal argentino” (…) “En Brasil, el juez Sergio Moro solicitó 9 años y medio de prisión para Lula por haber recibido coimas. El ex presidente retiene la mayor ponderación popular” (…) “Macri, más allá de las palabras, no ha terminado aún de mensurar el significado político del kirchnerismo. Existió en la defensa estudiada y leída de De Vido en Diputados un dato revelador. “Soy responsable de todo lo que hicimos estos años, con los presidentes que me designaron (Néstor Kirchner y Cristina), con los gobernadores e intendentes que me acompañaron y con muchos de ustedes (por los legisladores)”, remarcó. Refirió a sociedades políticas y a complicidades. Quizá también a un sistema delictivo que los jueces deberían indagar con mayor empeño y lucidez” (…) “Esas palabras tuvieron correlatos. El bloque del FPV se alineó como nunca hasta ahora para defenderlo. Invirtió sólo sus votos pero ninguna palabra de solidaridad con él” (…) “Aquella advertencia del ex ministro de Planificación alcanzó para buenos entendedores. “ (…) “La onda expansiva resultó mayor. Una señal que Macri no debe soslayar para el futuro. Se quebró el bloque del PJ del diputado Diego Bossio, jefe de la Anses con la ex presidenta. Se fragmentó el Movimiento Evita que sostiene la candidatura de Florencio Randazzo. Se disciplinaron 10 gobernadores del PJ, algunos de los cuales han considerado cerrado el ciclo histórico de Cristina” (…) “Tal panorama abre al menos dos interrogantes. ¿Hasta qué punto llega el compromiso de todos ellos con el diputado y ex ministro? Se trata de un hombre que acumula cinco procesamientos. Con todos sus ex secretarios del área presos, condenados o procesados. Que está en el umbral de un juicio oral por la tragedia ferroviaria de Once” (…) “La segunda pregunta: si desde el llano y la clandestinidad de campaña Cristina es capaz de generar tamaño disloque en la oposición mayoritaria, ¿qué podría ocurrir cuando ocupe su banca en el senado? Habrá que ver, claro está, en qué condición lo hace” (…) “Cambiemos asoma algo desconcertado ante la nueva realidad. Aunque con la solicitud de destitución de De Vido haya logrado una parte de la estrategia pergeñada: dejar a la corrupción de la década pasada en el centro de la escena” (…) “El problema de la coalición oficialista parece en este tramo su inseguridad, su temor” (…) “La idea de la polarización sigue vigente pero existe menos claridad que antes sobre cómo llevarla adelante. En principio, el foco estaba posado sobre Cristina. Pero la ex presidenta se esfumó. Incluso en las redes sociales” (…) “La campaña oficialista se ablandó contra ella. Aunque persiste la idea de utilizar el pasado como fantasma aterrador para el electorado” (…) “La dualidad se hizo patente durante la sesión en diputados que debatió la destitución de De Vido. Marcos Peña, el jefe de gabinete, dio instrucciones para que aún conociendo el puerto final de la derrota, se exprimiera todo el jugo al escándalo” (…) “Pero en la geografía de campaña impera una lógica distinta. María Eugenia Vidal hace hincapié en la armonía” (…) “Aquella exacerbación oficialista en Diputados provocó fricciones. Resultó, sobre todo, una verdadera incomodidad para Massa que insiste en transitar por una avenida del medio que, según se observa, tiende a estrecharse. Tanto el diputado como Margarita Stolbizer bancaron la destitución de De Vido. Pero debieron hacer malabares para no ser arrastrados por la polarización” (…) “El plan de Cambiemos evidencia otro suave giro. La mira se corrió de Cristina hacia Massa. La clientela de la ex presidenta parece impenetrable. El gobierno necesitaría pellizcarle votos al candidato de 1País para engrosar ese tercio que le adjudican las encuestas en Buenos Aires. Massa se defiende con la mejor herramienta: deja la corrupción en segundo plano y privilegia la economía. Saca a la cancha a Roberto Lavagna. Ese recurso lastima. Porque los candidatos de Cambiemos verifican en el terreno que los padeceres sociales han deglutido parte de las expectativas que supo generar su discurso” (…) “El gobierno parece llegar apremiado al tramo final de la campaña para las PASO. Esta etapa sigue signada por la escasez de resultados económicos y promesas que nunca se terminan de cumplir” (…) “La política y el marketing ya están resultando insuficientes para Macri”.

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