Por Antonio Rossi.-

Cada vez más asustada y preocupada por las malas noticias que le deparan las encuestas que dan ganadora a la alianza que encabeza la ex presidenta Cristina Kirchner, la administración bonaerense de María Eugenia Vidal tomó una llamativa medida de fuerte impacto electoral que pone al descubierto la creciente intranquilidad que sobrevuela en las huestes macristas.

Tras haber aplicado a mediados de mayo un fuerte ajuste en las tarifas del servicio eléctrico que osciló entre el 128% y 325%, la gobernadora Vidal -por medio del ministerio de Producción que dirige el ex gerente de Techint, Javier Tizado-decidió otorgar un auxilio económico a las empresas más afectadas de la provincia para que puedan hacer frente a las abultadas boletas de luz que están recibiendo de las cooperativas y distribuidas eléctricas privadas.

A pocos días de las PASO y luego de tomar nota de las críticas y quejas llegadas del interior, el gobierno bonaerense dispuso una primera partida de 25 millones de pesos para atenuar el impacto del fuerte aumento tarifario que sufrieron las pymes grandes industrias de la provincia que atraviesan una situación límite.

Este nuevo subsidio -que seguramente será ampliado en los próximos meses a más empresas y fábricas del interior- irá directamente a las operadoras del servicio eléctrico para que procedan a facturar los consumos eléctricos con descuentos.

Si bien venía siendo reclamada por entidades empresariales, la ayuda económica concedida por la administración provincial representa para muchas fábricas y pymes un alivio transitorio que no alcanza para resolver los problemas de fondo provocados por la caída del consumo, el alza de los costos productivos y la pesada carga impositiva.

En la lista de convenios que suscribió la cartera de Tizado con las prestadoras del servicio eléctrico, sobresalió el firmado con Edenor por un total de 11,6 millones de pesos para subsidiar los montos facturados a diferentes frigoríficos, textiles, panificadoras, cooperativas de trabajo y gran empresa láctea “La Serenísima”.

Otro convenio destacado fue el cerrado con Edelap por casi 4 millones de pesos de auxilio económico destinados a varias pymes del Gran La Plata y al laboratorio de productos farmacéuticos “Bagó SA”.

En el caso de EDEA -la distribuidora eléctrica privada de la costa atlántica-, la asistencia económica otorgada por la provincia en favor de frigoríficos, productores de carne porcina, pesqueras y diversas cadenas de alimentos varios alcanzó un total de 4.522.998 pesos.

Los municipios que se vieron beneficiados con el reparto del nuevo subsidio eléctrico fueron, entre otros, los siguientes: Carmen de Areco (150.000 pesos destinados a la empresa Que Rico SA); Pinamar (45.977 pesos para la Cooperativa de Trabajo Reciclando Conciencia); Olavarría (167.243 pesos); Rojas (300.000 pesos distribuidos en partes iguales entre Mohar SA y Molinos Cabodi); y Saladillo (441.498 pesos para cooperativas de trabajo y compañías agrícolas).

En el caso de Tandil, el monto otorgado fue de 963.776 pesos para pequeñas cooperativas y la fábrica de chacinados Cagnoli; Trenque Lauquen (33.183 pesos, con destino exclusivo a Quesos Trelau S.A.); Chacabuco (339.000 pesos para la firma Ingredion S.A.); General Viamonte (148.930 pesos para molineras); Azul (700.000 pesos para cooperativas de trabajo); Benito Juárez (583.140 pesos) y Zárate (150.000 pesos para la cervecería Isenbeck).

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