Por Alberto Buela.-
Hace muchos años José Luis Torres (1901-1965), el fiscal de la Década Infame, me regaló el libro del mayor pensador político boliviano Carlos Montenegro (1904-1953), Nacionalismo y coloniaje. Donde sostiene que “La extraordinaria proliferación del motín se alimenta de un antagonismo incurable no resuelto por la guerra de la Independencia…está el motín en el subsuelo de la patria a manera de simiente apenas recubierta por la capa de tierra del orden republicano. El motín es una de las formas de expresión que toma la lucha de las dos tendencias, la colonial y la nacional desde la fundación de Bolivia”.
Evo Morales reaccionó de entrada bien hablando como boliviano de motín, pero después, colonizado por los mass media comenzó a hablar de golpe de Estado. No obstante reaccionó como si fuera un motín, porque en él se la va la vida y huyó al extranjero.
La diferencia entre el golpe de Estado es éste es algo planificado donde cada golpista sabe qué aparato del Estado ocupará, mientras que el motín es espontáneo, carece de conducción y su objetivo es la cabeza del presidente. Pasó con Berzú, pasó con Villaruel y tantos otros.
Pretender buscar detrás del motín, siempre espontáneo y violento, la mano del imperialismo como pretende la izquierda es rascar donde no pica. El motín es la forma política extrema del cholo, que aguanta hasta que explota y explota en cualquier lugar y en todos los lugares. Es por ello que el motín no tiene conducción como en el caso del golpe de Estado, y al no tener conducción produce, en general, la caza de brujas y la persecución indiscriminada de los adversarios. Es por eso que Evo pidió por las familias en el momento de su renuncia.
El orden republicano no puede hacer nada contra el motín, solo cumple una función reclamativa como sucedió con el Grupo Puebla y sus progresistas unidos.
El motín boliviano es el estado de excepción de los europeos, dura poco paro es extremadamente violento y cruel. Recuerdo que estando en La Paz, invitado por mi amigo Andrés Soliz Rada, y hablando del tema me dijo: el motín es el Fuenteovejuna de Lope de Vega, son todos y no es nadie.
Sería de desear que tanto periodista y cientista político sabiondo estudie un poco el tema antes de hablar.
12/11/2019 a las 3:18 PM
Muy bueno y claro, Sr. Buela.
12/11/2019 a las 3:33 PM
…Curiosamente, José Luis TORRES es el autor de:»NOS ACECHAN DESDE BOLIVIA», escrito en los primeros años de la década del ´50, y es en alguna medida la premonición que anuncia nuestra decadencia sin prisa y sin pausa.EN ALGÚN MOMENTO TENDREMOS QUE DECIR TAMBIÉN TODOS A UNA :»FUENTEOVEJUNA»???
12/11/2019 a las 4:21 PM
Sr Buela:
Un golpe de estado es un golpe de estado. Una “pueblada”, un «motin», etc es un golpe de estado disfrazado. Si se quiere sacar a un president por una razon grave como traicion a la patria se debe hacer un juicio politico.
NI GOLPES DE ESTADO, NI GOBERNANTES PERPETUOS !
Un gobernante no deberia estar mas que 10 anos en el poder y nunca mas regresar al mismo. Tampoco se deben aceptar golpes de estados, ni siquiera disfrazandolo de “pueblada”, «motin», etc.
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No se deberia haber permitido la re eleccion de muchos gobernantes en Latino America. Ni de Maduro, ni de Ortega, ni de E Morales, pero tampoco de Pinera y Bachelet. No obstante, si estan en el poder y fueron elegidos por sus pueblos deben terminar su mandato.
Luego, prohibirse la re-eleccion mas que de un periodo. Caso contrario nunca se saldra de los problemas que aquejan LatinoAmerica.
13/11/2019 a las 10:57 AM
El Artículo 173 de la CONSTITUCIÓN DE BOLIVIA establece que el Presidente del Estado debe Cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes. Y en los incisos siguientes del mismo artículo especifica: 17. Designar y destituir al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y a los Comandantes del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada.
18. Designar y destituir al Comandante General de la Policía Boliviana.
25. Ejercer el mando de Capitana o Capitán General de las Fuerzas Armadas, y disponer de ellas para la defensa del Estado, su independencia y la integridad del territorio.
26. Declarar el estado de excepción.
De todo esto se desprende que Evo huyo del Poder por incapacidad para destituir al Comandante en jefe de las FFAA, de la Policía Boliviana y por no declarar el estado de excepción.