Por Hernán Martínez.-

Se van destapando las ollas populares, o mejor, los negociados privados de algunos disfrazados de necesidad, de cuestiones vitales para los argentinos o que era necesario para mejorar lo que veníamos diciendo, bla bla bla. Como diría el títere, donde hay una necesidad, ahí estamos para negociarla, ups! Perdón, para atenderla, porque ahí hay un derecho (nuestro de convertirla en negocio). El seguro para estar seguros, de que será nuestro el negocio. El cierre de Telam lo van a disfrazar de catástrofe para la prensa mundial!!, cuando en realidad es un rejunte partidario (no todos) para mantener viva la llama de las noticias que… nadie publica, si no son ellos, con el tizne partidario o ideológico… Lo mismo para los programas Potenciar… nuestro negocio con los pobres, así como los fondos de las obras sociales, que evitó la construcción de cuántos hospitales o el equipamiento de tantos otros o los salarios dignos de médicos y enfermeros.

¡Cuánta basura quedó debajo de la alfombra, que por la cantidad de años, no se puede ocultar! ¿Será posible que hayamos sido víctimas de todo este desorden económico en parte porque estos capitostes como intermediarios han desquiciado los procesos, desvirtuado los objetivos y mentido a cuanto ciudadano aporta con impuestos para que los necesitados sean los beneficiarios? Es indefendible toda esta basura con la que chocamos, que habla sobre quienes llevaron los designios de este país, desde el primero hasta el último, como responsable de parte de nuestros males. ¿Por qué debemos pagar por ellos? Que ellos paguen por sí y por nosotros con todos sus bienes, ingresos, jubilaciones de privilegio, y que les deberían inhibir lo bien y mal habido. Sólo con la duda cabe la condena pública y espero que a tiempo la dé la Justicia. Resulta que ahora son los primeros ofendidos y los más sanos del sistema. Ojalá la motosierra cale hondo en sus estructuras de poder de tantos años, construidas por la mentira y el deshonor que los caracteriza. ¿Estos son nuestros representantes o los representantes de los trabajadores? No, son los representantes de ellos mismos y ahora, con la olla vacía y destapada, no tienen donde rascar.

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