Por Hernán Andrés Kruse.-

Finalmente llegó el día esperado. Javier Milei inauguró el centésimo cuadragésimo segundo período ordinario de sesiones del Congreso. Pero a diferencia de sus antecesores lo hizo de noche, emulando a los presidentes de la república imperial. Tal como se esperaba comenzó brindando un panorama desolador de la herencia recibida. Lo interesante es que responsabilizó a Néstor Kirchner, Cristina, Alberto y Mauricio Macri. Sí, Macri cayó en la volteada. Luego destacó lo que considera son los logros de su gobierno. Pero hizo caso omiso de un punto esencial: la feroz devaluación impuesta por el ministro de Economía superior al 100%, causante fundamental del incremento vertiginoso de la pobreza desde que asumió el 10 de diciembre del año pasado. Durante su alocución embistió con dureza contra la izquierda y el kirchnerismo, nombrando a Cristina, Grabois, Baradel, Máximo Kirchner y Massa.

Pero lo más relevante de su discurso fue su colofón. Para sorpresa de todos el presidente, luego de haber insultado y denigrado a la casta política, decidió convocar a gobernadores, ex presidentes y líderes de los principales partidos políticos a firmar en la ciudad de Córdoba el próximo 25 de mayo un nuevo contrato social para de esa manera refundar a la Argentina. Milei está convencido de que la decadencia de nuestro país comenzó a partir del triunfo de Hipólito Yrigoyen en 1916. La llegada al poder del líder radical señaló el comienzo del populismo que no hizo más que degradar al país en todos los órdenes-moral, social, económico, institucional, cultural y político-. Ese populismo, sentenció el presidente, terminó el 10 de diciembre del año pasado. En consecuencia, a partir del 25 de mayo la Argentina retomará el rumbo seguido por Alberdi, Sarmiento, Echeverría, Mitre, Roca y compañía.

Nada habría, en principio, que reprocharle al presidente semejante convocatoria. El problema es que exige a quienes acepten la invitación a que primero apoyen la Ley Ómnibus, como señal de buena voluntad. Ello significa que quienes viajen a Córdoba en mayo deberán aceptar sin chistar el plan de gobierno del gobierno nacional. Porque en caso de no hacerlo quedará en evidencia su negativa a apoyar la refundación propiciada por el gobierno nacional. Se trata de una extorsión impropia de un presidente: “Si querés firmar el nuevo contrato social antes deberás demostrar públicamente tu apoyo incondicional a los diez puntos del pacto”. En consecuencia, no hay ningún acuerdo sino una imposición. Gobernante o ex presidente que se niegue a agachar la cabeza será señalado por Milei como un enemigo de la nueva Argentina que se avecina.

Resulta por demás evidente que el presidente descuenta la negativa del Kirchnerismo y la izquierda a su invitación. ¿Alguien puede imaginar a Cristina Kirchner y Myriam Bregman, por ejemplo, viajando a Córdoba el 25 de mayo? Lo que pretende el presidente es forzar al kirchnerismo y a la izquierda a rechazar la invitación, a que se sitúen en la vereda de enfrente. Los quiere de enemigos, en definitiva. Su intención es instalar una nueva brecha en torno al Pacto de Córdoba. Quienes están a favor quieren que el país sepulte para siempre un siglo de decadencia. Quienes se nieguen quieren que el país siga hundido en la ciénaga. Maniqueísmo político en su máxima expresión. En la intimidad Cristina debe estar exclamando “¡este es mi pollo!”

A continuación paso a transcribir la parte final del discurso presidencial (los títulos son de mi autoría) (fuente: Infobae, 2/3/024).

LA VERSIÓN VERNÁCULA DE LOS PACTOS DE LA MONCLOA

“Sin embargo, la confrontación no es el camino que queremos ni el que elegimos. Hay otro camino posible, un camino distinto, un camino de paz y no de confrontación, un camino de acuerdo y no de conflicto. Acuerdo sí. No el consenso contra el cambio. Debo ser honesto en decirles que no tengo demasiadas esperanzas de que tomen este camino. Creo que la corrupción, la mezquindad y el egoísmo están demasiado extendidos. Pero si bien no tengo demasiadas esperanzas, tampoco las he perdido. Es más, quiero que me demuestren que estoy equivocado, quiero desafiarlos a que demuestren que la política puede ser más que lo que es, que podemos aspirar a ser mejores, que demuestren que a pesar de nuestras diferencias podemos anteponer los intereses de la nación a los miserables intereses electorales. Por esta razón y con el deseo de estar equivocado en mi desconfianza hacia muchos de ustedes, es que quiero aprovechar esta ocasión para extenderles una invitación. Hoy, en la primera apertura de sesiones de nuestra administración quiero convocar tanto a gobernadores como ex presidentes y líderes de los principales partidos políticos, a que depongamos nuestros intereses personales y nos encontremos el próximo 25 de mayo en la provincia de Córdoba para la firma de un nuevo contrato social llamado “Pacto de Mayo”: un contrato social que establezca los 10 principios del nuevo orden económico argentino.

De esta manera, espero que podamos dejar atrás las antinomias del pasado, abandonar las recetas del fracaso y volver, tal como hicieron nuestros padres fundadores hace más de 200 años, a abrazar de una vez y para siempre las ideas de la libertad. Ese pacto de mayo tendrá por fin establecer las 10 políticas de Estado que el país necesita para abandonar la senda del fracaso y comenzar a recorrer el camino de la prosperidad. Esas 10 políticas de Estado son: 1-la inviolabilidad de la propiedad privada; 2-el equilibrio fiscal innegociable; 3-la reducción del gasto público a niveles históricos en torno al 25% del PBI; 4-una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio; 5-rediscutir la coparticipación federal de impuestos y terminar para siempre con el modelo extorsivo actual; 6-un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país; 7-una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal; 8-una reforma previsional que le de sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y aportan y permita a quienes prefieren suscribirse a un sistema privado de jubilación; 9-una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados; 10-la apertura del comercio internacional de manera que la Argentina vuelva a ser un protagonista del mercado global. Estas 10 ideas, que son las bases del progreso de cualquier nación, podrán sentar las condiciones del crecimiento argentino por los próximos 100 años, para que una vez más Argentina sea un faro de luz para Occidente”.

EXTORSIÓN

“Toda la política está convocada a acompañarnos. No nos importa quienes sean, de donde vengan, ni qué ideas hayan defendido. Para mostrar el compromiso del gobierno de avanzar en esta dirección, he instrumentado al Jefe de Gabinete, al Ministro de Economía y al Ministro del Interior a que, como primer paso antes de firmar el Pacto de Mayo, convoque a los gobernadores de todas las provincias argentinas a la Casa Rosada para firmar un preacuerdo y sancionar tanto la ley bases como un paquete de alivio fiscal para las provincias. Sancionadas ambas leyes, como muestra de buena voluntad, podremos empezar a trabajar en un documento común basado en estos 10 principios esbozados previamente, para así el 25 de mayo de este año reunidos en la Docta, podamos dar inicio a una nueva época de gloria para nuestro país”.

MANIQUEÍSMO POLÍTICO

“Esta es la oferta que nosotros ponemos sobre la mesa; quedará en ustedes y en el resto de la dirigencia argentina saber aprovechar la oportunidad de cambiar la historia, o de lo contrario pretender continuar por este camino de decadencia por el cual nos han traído ese día. Veremos quiénes están sentados en la mesa trabajando por los argentinos y quiénes pretenden continuar por este camino de servidumbre. Quiero ser claro acerca de la naturaleza de esta convocatoria: nuestras convicciones son inalterables. Ordenaremos las cuentas fiscales de la Argentina con o sin la ayuda del resto de la dirigencia política. Pero si el resto de la política acompaña, lo haremos más rápido y mejor, con menor costo social y mayor costo para quienes viven de este sistema. Si el resto de la política acompaña las reformas que implementaremos tendrán un carácter más duradero y en consecuencia, generarán mayor seguridad para los actores económicos locales y extranjeros, lo cual redundará en acelerar el crecimiento económico, la caída de la pobreza y la mejora del bienestar”.

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