Por Hernán Andrés Kruse.-

El domingo 16 tuvieron lugar las Primarias Abiertas, Secretas y Obligatorias (PASO) en la provincia de Santa Fe, un distrito por demás relevante desde el punto de vista electoral. Los resultados fueron sorprendentes. En esta nota me limitaré a centrar la atención sobre la competencia para acceder a la gobernación de la Bota.

El oficialismo presentó cuatro candidatos: el periodista Marcelo Lewandowski (delfín de Omar Perotti), el diputado nacional Marcos Cleri (La Cámpora), el politólogo Eduardo Toniolli (Movimiento Evita) y Leandro Busatto (delfín de Agustín Rossi). El ganador fue Lewandowski pero sólo obtuvo el 18 % de los votos. Le siguieron Cleri (4%), Toniolli (3%) y Busatto (2,7%). En total el Frente Juntos Avancemos obtuvo el 28% de los votos.

Unidos para Cambiar Santa Fe presentó tres candidatos: el politólogo Maximiliano Pullaro (un radical ligado a Lousteau y Larreta), la periodista Carolina Losada (ligada a Patricia Bullrich y Mauricio Macri) y la ex intendenta de Rosario Mónica Fein (histórica dirigente socialista). El ganador fue Pullaro con el 32% de los votos. Le siguieron Losada (21%) y Fein (9%). En total Unión para Cambiar Sante Fe obtuvo el 63% de los votos.

Estos números reflejan dos hechos que sacudieron a la opinión pública, a los medios de comunicación y a la clase política. En primer lugar, el holgado triunfo de Pullaro. Hasta el día anterior a la elección las encuestas eran coincidentes: se registraba un empate técnico entre Pullaro y Losada. Sin embargo, las urnas desmintieron sus pronósticos. Pullaro le sacó 11 puntos a su rival lo que le permite mirar con gran optimismo la elección a gobernador a celebrarse en septiembre. Fue, qué duda cabe, el gran ganador del domingo. Su victoria envalentonó a Martín Lousteau, su gran padrino político a nivel nacional, y a la fórmula presidencial Larreta-Morales, quienes ayer estuvieron presentes en el bunker ganador.

Carolina Losada sufrió un duro traspié. Su estrategia electoral basada en la confrontación fue castigada en las urnas. Su derrota golpeó fuerte a Patricia Bullrich, quien había apostado por su triunfo. También sacudió a Mauricio Macri, quien no tolera a Larreta.

Pero lo más llamativo fue la magnitud de la derrota del peronismo santafesino. Unión para Cambiar Santa Fe ganó por una diferencia de 35 puntos. Creo no equivocarme si afirmo que nunca antes el peronismo sufrió una derrota de semejante magnitud desde que Perón ganó las elecciones presidenciales en febrero de 1946. Se trató, qué duda cabe, de un mensaje de la ciudadanía que no admite ninguna duda. Las urnas pusieron en evidencia el deseo de muchísimos santafesinos de castigar a Omar Perotti, a quien consideran el máximo responsable de la inseguridad que aqueja a la provincia en general y a Rosario en particular. También fue un golpe por elevación al gobierno nacional en general y a Sergio Massa en particular.

Para demostrar la magnitud de la derrota del peronismo en las PASO santafesinas nada mejor que comparar su performance del domingo 16 con la que tuvo en pasados comicios.

En las elecciones a gobernador de 1991 el Frente Justicialista Popular, cuyo candidato era Carlos Reutemann, obtuvo el 47% de los votos, mientras que la Unión Cívica Radical, cuyo candidato era el ex intendente rosarino Horacio Uzandizaga, obtuvo el 40% de los votos. En las elecciones a gobernador de 1995 el Partido Justicialista, cuyo candidato era Jorge Obeid, obtuvo el 50% de los votos, mientras que la Alianza Santafesina, cuyo candidato era Horacio Uzandizaga, obtuvo el 47% de los votos. En las elecciones a gobernador de 1999 el Partido Justicialista, cuyo candidato era Carlos Reutemann, obtuvo el 57% de los votos, mientras que la Alianza Santafesina, cuyo candidato era Horacio Uzandizaga, obtuvo el 41% de los votos. En las elecciones a gobernador de 2003 el Partido Justicialista, cuyo candidato era Jorge Obeid, obtuvo el 50% de los votos, mientras que el Encuentro Progresista, cuyo candidato era el socialista Hermes Binner, obtuvo el 44% de los votos.

En 2007 se estrenaron las PASO. El Frente para la Victoria obtuvo el 46% de los votos mientras que el Frente Progresista Cívico y Social, el 44%. En las elecciones a gobernador el Frente Progresista Cívico y Social, cuyo candidato era Hermes Binner, obtuvo el 52% de los votos, mientras que el Frente para la Victoria, cuyo candidato era Rafael Bielsa, obtuvo el 42% de los votos. En las PASO de 2011 El Frente Santa Fe para Todos (peronismo) obtuvo el 42% de los votos, mientras que el Frente Progresista Cívico y Social obtuvo el 41% de los votos. En las elecciones a gobernador el Frente Progresista Cívico y Social, cuyo candidato era Antonio Bonfatti, obtuvo el 40% de los votos; Unión Pro-Federal (macrismo), cuyo candidato era Del Sel, el 36%; y el Frente Santa Fe para Todos (peronismo), cuyo candidato era Agustín Rossi, el 23%.

En las PASO de 2015 Unión Pro-Federal obtuvo el 32% de los votos; el Frente Progresista Cívico y Social, el 31,87%; y el Frente Justicialista para la Victoria, el 22%. En las elecciones a gobernador el Frente Progresista Cívico y Social, cuyo candidato era el socialista Miguel Lifschitz, obtuvo el 31,74% de los votos; la Unión Pro-Federal, cuyo candidato era Del Sel, el 31,65%; y el Frente Justicialista para la Victoria, cuyo candidato era Omar Perotti, el 30,35%. Finalmente, en las PASO de 2019, el Frente Juntos (peronismo) obtuvo el 26% de los votos, mientras que el Frente Progresista Cívico y Social obtuvo el 19% de los votos. En las elecciones a gobernador el Frente Juntos, cuyo candidato era Omar Perotti, obtuvo el 42% de los votos, mientras que el Frente Progresista Cívico y Social, cuyo candidato era Antonio Bonfatti, obtuvo el 38% de los votos (fuente: Wikipedia, la Enciclopedia Libre).

Hasta las PASO del domingo 16 la peor elección del peronismo había sido en las elecciones a gobernador de 2011 donde Bonfatti le sacó a Rossi una diferencia de 17 puntos (40 contra 23). En aquel momento Rossi pasó a ser un emblema de la derrota, lo que en el peronismo constituye un pecado capital. Tuvieron que pasar varios años para que el Chivo fuera, en cierta manera, reivindicado. En efecto, Lewandowski rompió el récord de Rossi: en esta oportunidad el peronismo perdió por una diferencia de 35 puntos. La pregunta que todos nos formulamos es la siguiente: ¿podrá Lewandowski remontar semejante resultado adverso? En Argentina todo es posible pero en esta oportunidad todo indica que es altamente improbable. Creo que su suerte está echada.

Con semejantes números sobre la mesa confieso que el domingo a la noche no podía creer ni la diferencia a favor de Pullaro ni la diferencia a favor de Unión para Cambiar Sante Fe. Estaba convencido de que las urnas demostrarían el empate técnico que auguraban las encuestas entre Pullaro y Losada. Confieso que creía que, por escaso margen, Losada terminaría siendo la ganadora. En relación con el duelo entre el oficialismo y la oposición, no me sorprendió el triunfo de Unidos para Cambiar Santa Fe pero sí su magnitud. Estoy seguro que nadie previó semejante derrota del peronismo santafesino.

En su edición del 17/7/023 Infobae publicó un artículo de Facundo Chaves titulado “Ganadores y perdedores en Santa Fe: una derrota histórica del PJ y el fracaso del eje Losada, Bullrich y Macri”. Esto dijeron sobre las PASO santafesinas algunos de los encuestadores más reconocidos.

“Facundo Nejamkis (Opina Argentina) anotó entre los ganadores a Pullaro y Larreta, pero sobre todo al senador Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti, que desde el radicalismo porteño y la línea nacional Evolución sostuvieron políticamente al precandidato ganador. Y entre los perdedores, además de los inevitables Losada, Bullrich y Macri, incluyó al intendente de Rosario, Pablo Javkin, que hizo campaña con ellos y tomó distancia de sus adversarios. Pero también resaltó que hubo una derrota que también fue conceptual: “Muchas veces los mensajes duros suelen parecer que son mayoritarios y no siempre se comprueba. A veces las mayoría silenciosas o más moderadas, buscan opciones políticas que les den más tranquilidad y más seguridad”. Aunque aclaró que “no hay que hacer proyección lineal y directa con lo que después va a suceder en la elección de agosto”. Resaltó que “Santa Fe es una provincia que tiene una clara problemática vinculada al tema de la seguridad en su agenda, con el tema del narcotráfico, y sin embargo terminó eligiendo un moderado, y dándole la espalda a los duros o por lo menos eligiendo a una porción de los duros”. “Es una llamada de atención a determinado tipo de mensajes que plantea la dureza, el vamos por todo, o lo que es igual, el todo o nada. Creo que hay una señal de advertencia y no digo que necesariamente se traduzca a nivel nacional porque cada elección provincial tiene sus características particulares, pero es un dato a tener en cuenta”.

Carlos Fara (Carlos Fara y Asociados) coincidió con su colega. “Como lo vimos en San Juan, no gana la agresividad sino que gana la moderación. En estas peleas hacia adentro termina perdiendo más el que las genera. Esto no significa que esta sea la tendencia de la primaria del 13 de agosto, pero es una nueva expresión de lo que la sociedad va manifestando”. Por su parte, Lucas Romero (Synopsis) manifestó: “Hubo mucho más intento de nacionalización de la elección de parte de Losada, de Bullrich y de Macri-pero sobre todo de Bullrich-que se sumaron muy fuerte a la campaña y estuvieron muy presentes en Santa Fe en las últimas semanas”. “Fue una jugada riesgosa la que hizo Patricia Bullrich, que hoy la pone en el lugar de los perdedores. Asumió un riesgo que, después, se paga. Pareció que buscaban una victoria frente a Larreta que en ese punto les viene enarbolando una serie de triunfos provinciales que ya son muchos”.

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