Por Luis Américo Illuminati.-

Perseo con la cabeza de Medusa, Antonio Canova, Museo de Arte de New York. Esta escultura representa el resultado final de la lucha entre el bien y el mal, o entre la subversión y el orden. Tome nota, Don Albistur, Ud. que desde las playas de Cariló, sentado en una reposera, vaticina burlonamente que en marzo o abril cae Milei.

¿Olvidó que su amigo Alberto K llevó al país a la ruina total con la ayuda de su esposa? ¿Se olvidó que usted, Cristina y demás Guasones como Insaurralde disfrutan de cuantiosas riquezas mientras una gran parte del pueblo está en la miseria? ¿Será que tanta hipocresía desplegada a lo largo de veinte años les hace creer que ustedes son una congregación de carmelitas descalzas?

¿No le afecta a usted el crimen de Umma, la nena de 9 años, ultimada a sangre fría hace dos días? ¿Nada tiene para decir? Seguramente le echará la culpa a Patricia Bullrich. Pues yo le digo que este alevoso crimen es el sello y símbolo del régimen kirchnerista después de veinte años de mantener un estatuto para que los criminales tengan luz verde.

Le recuerdo a usted y a todo el aparato kirchnerista los versos de Pedro Calderón de la Barca estampados en su obra teatral «La vida es sueño» para que vean que viven irremediablemente una vida irreal.

Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones * cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

* La cárcel es la falta de autopercepción de los ricos y egoístas que han creado su propia prisión, pues carecen de la libertad moral necesaria y conciencia plena para abrazar la verdad: el mundo en que viven es pura ilusión y vanidad, un falso y deletéreo paraíso. Cuando menos lo esperen, ya serán unas sombras. ¿Entonces por qué acumular tanta plata? ¿Por qué tanto despliegue de maldad insolente solamente por retener un poder del que abusaron todo el tiempo?

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