Por Malú Kikuchi.-

Retroceso, la palabra deriva del latín, “retro”, hacia atrás y “cessus”, andando. Ir hacia atrás. Y esta vez, algunos argentinos han tratado de retroceder 109 años, es un poco mucho. En la Argentina del 2018, en el tiempo de internet y de la nanotecnología, hay ¡ANARQUISTAS!

La anarquía es una doctrina política que defiende a rajatabla la libertad absoluta y no reconoce ningún tipo de autoridad. A los que profesan la anarquía que es casi una religión, también se los llama libertarios. No confundir con liberales. Se ha detenido hasta ahora a 13 personas.

Deben ser más. Eso fue luego de los dos ataques con bombas, uno a la vivienda del Dr. Bonadío, ¿por procesar a los K? y otro, el más demencial, al mausoleo del Coronel Comisario Ramón Falcón. Este fue asesinado cuando era el jefe de la Policía Federal del presidente Figueroa Alcorta.

Falcón se distinguía por su mano dura. Los anarquistas se vengaron el 14/11/1909. Falcón salía del cementero de la Recoleta con su secretario Juan Lartigau, había asistido al entierro de un colega, y ya en el carruaje, yendo por Quintana hacia Callao, se les cruzó un muchacho que les arrojó una bomba casera que mató a los pasajeros.

El muchacho de 18 años, menor de edad (la mayoría se cumplía a los 22 años), era Simón Radowitzki, argentino de origen ucraniano. Trató de escapar, la policía lo alcanzó; intentó suicidarse con una pistola, falló. La policía lo torturó para averiguar quiénes eran los cómplices. Nunca habló.

Zafó de la pena de muerte por ser menor. Fue condenado a cárcel de por vida. Lo indultó Hipólito Yrigoyen en 1929. Viajó a Montevideo, sus actividades lo metieron en la cárcel hasta 1936. Se fue a España a pelear en la guerra civil del lado de los republicanos. Luego México, trabajó como obrero en una fábrica de juguetes y murió en 1956, de un infarto.

Después de 109 años, tratar de reivindicar a Radowitzki intentando destruir el mausoleo de Falcón, ambos muertos, parece fantasmagórico. La anarquía, políticamente, tuvo su auge antes de la 1ª Guerra Mundial, que se desencadenó, oficialmente, por culpa de un acto anarco terrorista.

Poca actividad entre las dos guerras mundiales y luego de la 2ª, el mundo civilizado abrazó la democracia, una democracia representativa, que no siempre representa, pero es mejor que la anarquía, en la cual no se podría vivir. El orden, no el orden fascista, el simple orden para convivir es imprescindible. Y eso lo provee un gobierno democráticamente electo.

¿Cómo puede ser que en la Argentina de hoy exista un movimiento anarquista? Tienen una página web, hacen obras solidarias y por lo visto, llegado el momento, justo antes del G20, como justo antes del centenario (1910), ponen bombas. El poner bombas, es terrorismo, así de claro.

Asusta pensar que la Argentina que lleva tantos años estancada, además, retrocede 100 años. El futuro está por delante, el pasado quedó atrás. No se lo puede revivir, es inmutable. El gobierno y las Fuerzas de Seguridad creen que los dos atentados, el del juez y el de la Recoleta, están conectados.

Han allanado la casa, en Pavón 2345, ocupada por los anarquistas. Se encontraron elementos para la fabricación de las bombas. Entre los detenidos, la mujer que llevaba la bomba en la Recoleta, que entró al cementerio en silla de ruedas.

Por sacarse una selfie, le estalló la bomba y quedó mal herida. Se trata de Anahí Esperanza Salcedo, argentina, 32 años, DNI 33059677, José Martí 1553, Don Torcuato. Cobra 2 planes, tiene 2 hijos, es monotributista. Familiar de Lizu Salcedo, ex diputada FPV, empleada por Massa en PAMI.

¡Bombas a los muertos! Es la más acabada forma de retroceso, no sólo temporal, es retroceso mental, el más paralizante. La reunión del G20 es atractiva para estos energúmenos, “cuanto peor, mejor”.

Winston Churchill decía: “la democracia es el peor de los sistemas…exceptuando todos los demás”. Hasta a estos anarquistas de pacotilla, les llegará un futuro democrático y sin bombas.

Pero puede que estos actos sin sentido sean el telón que oculta a Hezbollah, movimiento del terrorismo islámico. Se detuvo a 2 hermanos argentinos de origen libanés, uno de ellos con adiestramiento militar en Irán, Axel Ezequiel Abraham Salomon. ¡Ojalá sean sólo los anarquistas!

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