Por Jorge Castro.-

Es necesario comprender que comprender lo que ha hecho el gobierno de Javier Milei en el primer trimestre de 2024:

• Desde el 10/12/23 se han incorporado U$S 12.500 millones de reservas al Banco central, cuando el punto de partida fueron reservas netas negativas por más de U$S 12.800 millones.

• Por eso la brecha cambiaria (distancia entre el dólar oficial y los alternativos) cayó a 12% en el momento actual, prácticamente ha desaparecido, cuando alcanzó a 180% en octubre de 2023; y esto ha ocurrido con una tasa de devaluación de 2% mensual, lo que equivale a afirmar que el tipo de cambio libre y el oficial coinciden hoy en la realidad de las cosas.

• Por su parte, el riesgo país (relación entre la economía argentina y los inversores del mundo entero) se derrumbó 31% desde el 10/12/23, y paso de 1923 pb a 1300 pb en el momento actual, el nivel más bajo de los últimos 4 años.

• La inflación de marzo sería aproximadamente del 10%, después de que trepó a 25.6% en diciembre pasado, lo que implica casi la 1/3 parte del que tenía hace 3 meses, un logro excepcional en un país mega e hiperinflacionario como es la Argentina.

• Lo fundamental es lo que significa en términos sociales, porque la drástica reducción del IPC es el principal instrumento de lucha contra la pobreza. De ahí que -conviene subrayarlo- en la primera semana de abril se ha producido una disminución acelerada del precio de todos los alimentos en los supermercados del país, lo que equivale al comienzo de un proceso de deflación alimentaria.

• Hay que agregar un dato estratégico fundamental, y es que en los primeros tres meses de 2024 no ha crecido nominalmente la base monetaria (circulante + depósitos en pesos del sistema financiero), lo que implica que se ha reducido 39% en términos reales; y esto ha sido el resultado de la drástica eliminación de la emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal.

• La consecuencia es que se ha producido una apreciación extraordinaria del peso argentino, y ha desaparecido prácticamente la brecha cambiaria, y se ha identificado el dólar oficial con los paralelos.

• Esto significa que pagar en dólares y pagar en pesos tendría el mismo significado económico en el segundo trimestre de este año; y esto sucedería en un país que es el tercero más dolarizado del mundo, después de EE.UU y Rusia.

• Esta tendencia comenzó a manifestarse en enero en toda su extraordinaria magnitud porque por primera vez en la historia argentina la oferta en dólares supero la demanda en más de U$S 400 millones.

• Esto es lo que lleva a la unificación del mercado cambiario y al levantamiento del cepo o control de cambios, lo que iría acompañada de una etapa de libre elección de monedas o dolarización voluntaria.

• Por su propia naturaleza, en un país con extraordinarios recursos naturales y humanos como es la Argentina, esto abre paso a una etapa de notable crecimiento económico a desplegarse a partir del último trimestre de 2024 financiada con los dólares de los argentinos, que en términos per cápita son los mayores del mundo.

• Hay que advertir que el crecimiento en condiciones de estabilidad macroeconómica a partir del último trimestre de 2024 es sinónimo de salto exportador de envergadura; y eso exige ineludiblemente la drástica reducción de la asfixiante presión tributaria, lo que es sinónimo de eliminación de las retenciones que se imponen al sector agropecuario, que es notoriamente la gran carta exportadora que tiene el país.

Estos datos permiten constatar cual es la realidad de la Argentina en 2024 y por lo tanto adquirir una autentica visión nacional y no meramente sectorial y reivindicativa.

Este es un momento de inflexión en la historia del país. Requiere de 2 virtudes indisolublemente vinculadas que son la lucidez y el coraje, que son las propias de lo mejor de la Argentina y que ejerció ostensiblemente la “generación del 80” y su figura arquetípica, el general Julio Argentino Roca.

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