Por Luis Alejandro Rizzi.-

Añelo podría ser la “capital de Vaca muerta”, que es una de las reservas más importantes del mundo, la cuarta de gas y petróleo, pero se está convirtiendo en una suerte de “conurbano bonaerense”, en un aglomerado de indigencia y pobreza.

Ya es un fracaso de la política nacional y provincial, dado que lo que es un foco de riqueza importante, por ahora sólo irradia pobreza y miseria a su alrededor más cercano.

Añelo pasó en poco tiempo de 1500 habitantes a nueve mil y seguirá creciendo, pero la mayoría de su población carece de gas (sic) pero a toda máquina se construye un gasoducto al que se lo bautizó, quizás muy correctamente “Néstor Kirchner”, porque su misión es transportar el gas hacia el resto del país y dejar desamparada y sin su provisión al pueblo que la genera, hipocresía y populismo político.

Tanto el gobierno nacional como provincial tuvieron la oportunidad al conocer la magnitud de la reserva, para desarrollar un proyecto urbanístico sostenible para la gente en especial trabajadora, pero el “factor humano” no se tuvo en cuenta.

Esto podría llamarse “capitalismo bartolero y socialismo virtual”.

Creo que responsabilidad se reparte además con las empresas que explotan la reserva que lo estarían haciendo de modo muy desaprensivo.

Obvio; sólo hay confort para los directivos y empleados superiores que deben permanecer en el inhóspito conglomerado urbano que se está incubando.

El gobierno pone el énfasis en los dos o tres mil millones que se ahorrará en importaciones de gas, pero no puede explicar el destino de los u$s 110 mil millones que ingresaron desde 2019 por el sector agropecuario, de los que sólo 825 fueron a pagos al FMI y actualmente habría un déficit de casi quince mil millones. Es probable que esos millones de dólares se hayan gastado pro la guerra en Ucrania y la última sequía. Es obvio que el dinero se fugó subsidiando un dólar barato que benefició a los sectores más pudientes de la sociedad y perjudicó a los segmentos productivos. Hoy no tenemos dólares para pagar medicamentos e insumos para la salud.

Hace unos meses, Cristina se quejó de los “agapantos” que decoran la ciudad y comparó con los barriales y las carencias de La matanza. Ahora debiera compararse el gas que consumiremos en el resto del país con las carencias de la población de Añelo, generados por dos gobiernos populistas, tanto el local como el nacional.

Añelo es otra muestra cabal del populismo zurdo y miserable y en ese sentido hubo responsabilidad en el gobierno de Macri que también lo muestra como “bartolero” de la política.

En esa población ya se instalaron los vicios del populismo y la fatalidad de la pobreza; hay carencia de salud, educación; el “fracking” genera sismos que dañan viviendas; hay contaminación ambiental; los estados nacional y provincial ausentes.

Vaca Muerta ya comienza a tener su “conurbano bonaerense”, orgullo del populismo político, de unos y otros.

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