Por Carlos Tórtora.-

Después del acto en Plaza de Mayo, ayer Sergio Massa y Wado de Pedro se presentaron juntos en otro acto y así tomó fuerza la versión de que estamos frente a la fórmula presidencial elegida por la vicepresidenta. En efecto, Massa Presidente, De Pedro Vice parece correr hoy con credibilidad en un kirchnerismo desesperado por señales. En la Chapadmalal, mientras tanto, Alberto Fernández estudiaba su próxima jugada para no extinguirse políticamente. La misma podría consistir en financiar con la caja del Estado Nacional a Daniel Scioli para que éste se presente en las PASO y le dé batalla a Massa. Aun perdiendo, Scioli podría obtener una minoría respetable y ésta sería la base para un peronismo disidente con la jefa. De no hacer la jugada con Scioli, Cristina quedaría otra vez dueña y señora del peronismo y el albertismo desaparecería definitivamente. Lo cierto es que si este panorama se concreta el cuadro no podría ser más conflictivo. La vicepresidenta apoyaría a los ministros de economía e interior en tanto que el presidente respaldaría al embajador en Brasil.

Semejante situación escandalosa no es para nada impensable, sobre todo si ambos bandos acordaran listas unificadas de legisladores nacionales y provinciales.

No al desdoblamiento

La hipótesis planteada es la que circula en medios kirchneristas este fin de semana. En caso de ir tomando fuerza en la semana la fórmula Massa-De Pedro, Axel Kicillof iría desechando la idea de desdoblar la fecha de las elecciones en Buenos Aires. El gobernador no tiene las mejores relaciones con Massa pero reconocería que puede ser un candidato de peso, aunque esmerilado por el 8,4% de inflación de abril y el 10% que se espera para mayo.

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