Por Antonio Rossi.-

Lejos de las promesas oficiales de avanzar hacia la normalización y transparencia, el accionar del SOMU -Sindicato de Obreros Marítimos Unidos- sigue registrando episodios polémicos y cuestionables.

Los que creían que con el ex líder del gremio, Omar “Caballo” Suárez preso se iban a terminar los problemas y los manejos oscuros, están reviendo su postura y ven cada vez con más preocupación el rumbo que va tomando la entidad sindical de la mano de los funcionarios macristas.

Mientras comienzan a aflorar varios reproches y objeciones a la gestión de la ex interventora y ahora titular de la ACUMAR, Gladys González; la nueva intervención que encabeza Alfredo Bertonasco quedó en la mira por haber utilizado vehículos y recursos del gremio para que punteros y militantes del PRO acudan al acto del día del trabajador en el estadio de Ferro donde estuvo presente el presidente Mauricio Macri.

La agrupación “Juventud Marítima Juan Ocampo” denunció que los responsables de la intervención enviaron al acto del 1 de mayo que el titular de la UATRE, Gerónimo “Momo” Venegas había armado a la medida de Macri una gran cantidad de “containers para regalar comida que pertenecían al patrimonio del SOMU y que se encontraban en las instalaciones que la Fundación Azul tiene en la Isla Demarchi”.

Tras destacar que esa metodología “es la misma que usaba el Caballo Suárez en los actos proselitistas del anterior gobierno kirchnerista”, los dirigentes de la Juan Ocampo advirtieron que las combis del gremio se utilizan para movilizar a los simpatizantes del PRO a los actos oficiales y que los camiones de la entidad son enviados periódicamente al sur para hacer política y el uso personal de los funcionarios de la intervención.

Además, los referentes de la agrupación interna del SOMU precisaron que en los últimos meses se registraron en la administración del gremio varios nombramientos de “punteros” macristas de Villa Lugano y Soldati que no tienen vinculación alguna con la actividad marítima.

“Al existir un proceso judicial en marcha en referencia al patrimonio de los afiliados al SOMU, consideramos un delito el uso de esos bienes sin consentimiento de sus verdaderos dueños y por lo tanto procederemos a denunciar estos hechos tanto al ministro de Trabajo, como al juez federal que tiene a cargo la causa por manejos irregulares en el gremio”, precisó la conducción de la Juan Ocampo que responde al dirigente Alejandro Giorgi.

Gladys González -la anterior interventora que aterrizó en la ACUMAR y que suena como candidata bonaerense a senadora nacional por CAMBIEMOS- fue remplazada al frente del SOMU a principios de año por Alfredo Enrique Bertonasco.

Funcionario de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales de la cartera que conduce Jorge Triaca, Bertonasco fue nombrado por el juez federal, Rodolfo Canicoba Corral, quien también lo dejó a cargo de la mutual sindical y la Fundación Azul.

En cambio, para manejar la caja de la obra social del SOMU, Canicoba Corral puso al frente a dos hombres de su círculo y confianza: Pablo Garrido y Sergio Ramito Tejada, quien -casualmente- es cuñado del juez.

Además -según informó el sitio infogremiales- el cuñado del ministro Triaca también pasó a integrar la lista de contratados del SOMU. Se trata de Sergio Borsalino, el esposo de Verónica Triaca, a quien como asesor le habrían asignado una remuneración superior a los 60.000 pesos mensuales.

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