Por Carlos Tórtora.-

Las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre la ley ómnibus no dejan espacio para otra cosa. La política nacional se encuentra estancada porque el futuro del gobierno depende de lo que ocurra con este tema. Aun cuando se llegue a un acuerdo y se vote esta semana la media sanción, habrá por delante varias semanas más hasta conseguir destrabar el tema en el Senado. La tensión existente hizo además que se dejara hoy en el olvido que ambas cámaras del Congreso están obligadas en forma perentoria a pronunciarse por la aprobación o desaprobación del mega DNU. El hecho de que la oposición no se esté ocupando del tema constituye una victoria provisoria de Javier Milei.

Si las cosas siguieran como están, el decreto en cuestión seguiría la suerte de otros muchos DNU, es decir que continuaría vigente por la omisión del Congreso de tratarlo.

Alternativas

Todo hace pensar que este caso será distinto, porque la omisión de tratar el decreto, dada la trascendencia del tema, implicaría una derrota importante para la oposición y un verdadero escándalo político. Pero la realidad hace pensar que es muy difícil que la cuestión se trabaje hasta que se termine con la ley ómnibus.

Mientras tanto, en febrero la Corte Suprema debería tratar dos acciones presentadas por este tema: se trata de la acción declarativa de certeza presentada por el gobernador riojano Ricardo Quintela y del recurso extraordinario del gobierno contra el fallo de la Cámara de Apelaciones del Trabajo suspendiendo la aplicación del mega decreto en su capítulo cuarto.

Así, al menos en teoría, se abre la posibilidad de que la Corte falle antes de que el Congreso se pronuncie.

La ley 26122 no fija límites para el debate legislativo sobre los DNU, así que, dada la magnitud de la norma, el mismo podría extenderse largamente. Como es sabido, para que el DNU sea derogado hace falta el pronunciamiento negativo de ambas cámaras, por lo cual la Casa Rosada tiene chances de tener éxito.

Es de suponer que, ni bien le dé media sanción a la ley ómnibus, la Cámara baja debería hacerle frente al tratamiento del mega DNU.

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