Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno tiene un serio problema con la evolución del virus de acá hasta las elecciones. En efecto, primero fue la campaña de la oposición contra la Sputnik V, que el gobierno revirtió con la publicación en la revista especializada The Lancet, lo que dejó en offside a los medios y los opositores; pero a los pocos días, ante la imposibilidad de Rusia de fabricar hasta ahora las 20 millones de vacunas prometidas por Putin a Alberto, los medios de comunicación, especialmente el grupo Clarín, por el pequeño aumento que le dieron en Personal, Cablevisión y Fibertel, desató una campaña salvaje contra el gobierno y la falta de vacunas, al punto de entrevistar al embajador de la India en la Argentina, que señaló que en ese país no se autorizó la vacuna rusa y, por tanto, no la pueden fabricar. Las dosis que enviará Rusia se fabricarían en India y Corea y la verdad que un país que no vacune a sus habitantes no parece creíble que no autorice una que se fabricará en ese lugar y será exportada a otros países para ser un invento del medio. De todos modos, el ataque de los medios y los opositores por la falta de vacunas es muy fuerte ahora, un poco menor por las 400.000 Sputnik y los dos envíos de Astrazeneca de la India, de 580.000 dosis cada una, y la posible contratación de 1 millón de vacunas chinas de Sinopharm le darán respiro al gobierno por el término de un mes. Pero otra situación le da optimismo al gobierno y es la baja sostenida de contagios con una positividad del 10/11% contra más del 25% de hace un mes atrás y la confirmación por parte de la Organización Mundial de la Salud que los contagios bajaron a la mitad en el mundo, aun en países que no están vacunando, y las razones son varias, entre las cuales está el uso masivo de tapabocas y mayores cuidados de la población y algunas causas que no tienen explicación permiten una dosis de optimismo para un gobierno que con una segunda ola benigna puede tener un rebrote o reactivación de la economía del 7%.

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