Por Carlos Tórtora.-

El pacto en ciernes entre Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y Gerardo Morales sacude profundamente al PRO. A cambio del apoyo radical a su candidatura a presidente, el jefe de gobierno llevaría al jujeño como compañero de fórmula y aceptaría que Lousteau lo sucediera en la ciudad. De este modo, el PRO perdería su principal bastión y la gran caja política que sostiene su estrategia nacional. Pero hay una posibilidad más grave: si Larreta perdiese la elección presidencial y Lousteau ganara la capital, el PRO podría quedar prácticamente desmantelado.

La primera reacción de los que critican la jugada de Larreta, empezando por el macrismo, es ponerse detrás de la candidatura de Jorge Macri. Pero éste no mide lo suficiente y podría arrastrar al apellido Macri a una derrota contra los radicales en una interna de JxC. Las consecuencias de perder la primaria en su principal distrito contra su mayor socio también serían gravísimas. Otra figura en danza, Maria Eugenia Vidal, tampoco da garantías de derrotar a Lousteau. Ella genera un manto de desconfianza luego de que pasara de la capital a Buenos Aires para ser gobernadora y luego dejara la provincia para ser diputada porteña.

Las consecuencias

En resumidas cuentas, lo único que podría tranquilizar los ánimos de la dirigencia amarilla es que el pacto entre Larreta y Lousteau no se concrete. Pero en la medida en que él solo puede avanzar hacia la Casa Rosada a través de sumar el voto radical, el pacto se afianza cada vez más. Mientras tanto, el asedio al que Patricia Bullrich somete a Larreta viene limitando el crecimiento de éste dentro del PRO. Hoy por hoy y con las encuestas de por medio, Bullrich no estaría lejos de ganar una primaria, ya que son muchos los errores acumulados por el alcalde porteño, sobre todo desde el crítico episodio del vallado y la posterior refriega frente al domicilio de Cristina Kirchner en agosto pasado. En esa situación y en otras posteriores se lo vio a Larreta vacilante y sin altura de figura nacional. Al mismo tiempo, las dudas sobre la transparencia de su gestión empezaron a aflorar con el episodio del irrisorio canon cobrado a las empresas que realizan el acarreo por multas de vehículos y varios dirigentes radicales mencionaron otros posibles actos de corrupción.

En baja y cada vez más distante de Mauricio Macri, Larreta parece tener como única carta de triunfo su pacto con la UCR. Por su parte, el fundador del macrismo siente como una derrota personal que se busque dilapidar su gran herencia política, el control del PRO sobre la ciudad. Esto lo alejaría cada vez más de Larreta y lo acercaría un poco más a Bullrich.

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