Por Carlos Tórtora.-

La cortina de humo tendida por el gobierno con la propuesta del Pacto de Mayo está consiguiendo ciertos efectos inmediatos. Todo el arco político está pendiente de la convocatoria del viernes a la Casa Rosada de los gobernadores, donde se avanzaría en la proyección del pacto fiscal y la ley ómnibus.

Lo llamativo es que, después del discurso de Javier Milei en la apertura de las sesiones ordinarias, la parálisis parece dominar al peronismo. Los bloques de senadores y diputados de Unión por la Patria no dan todavía señales de vida. En el Senado, la ofensiva para que Victoria Villarruel convoque a una sesión especial para tratar el DNU 70/23 parece estar paralizada. Algunos senadores kirchneristas ya dudan de contar con los votos necesarios para rechazar el DNU porque varias provincias dialoguistas abandonarían su postura a favor del rechazo. Por su parte, en el bloque de diputados de UP reina el desconcierto ante el plan oficial de volver a presentar el proyecto de Ley Ómnibus con el apoyo de varios gobernadores. La existencia de un diálogo subterráneo entre JM y Cristina Kirchner empujaría al kirchnerismo hacia cierta complacencia con el gobierno, dándole a éste el tiempo que necesita para que las actuales medidas económicas empiecen a dar resultados.

Un paro demorado

El otro factor en juego es la CGT, que parece sentir el efecto del diálogo por el Pacto de Mayo. La convocatoria a un nuevo paro general se demora y varios integrantes de la cúpula sindical -Pablo Moyano para empezar- se quejarían de que los políticos los dejaron solos con todo el peso de oponerse al gobierno. La presión de muchos gremios para fijar el paro aumentaría en los próximos días y una de las posturas que se trata es la de ponerle fecha a la medida para después del 24, cuando habrá una gran marcha contra el gobierno convocada por las entidades de derechos humanos.

Una excepción a la paralización peronista es Axel Kicillof, ya plantado como el principal opositor al Pacto de Mayo y la cabeza del grupo de provincias peronistas -con La Rioja y La Pampa al frente- que plantearía la inviabilidad del pacto con el texto propuesto por el gobierno.

La realidad es que se hace difícil pensar en un pacto federal que no tenga la firma de Buenos Aires, que suma el 38% de la población del país.

Share