Por Damián Belastegui (Agencia NOVA).-

Aníbal, Vidal y Domínguez. Sobre la balanza aparecen, además de los sondeos, quienes sacan a relucir el “peronómetro”, hasta los que hacen uso del grado de conocimiento de las problemáticas bonaerenses (Dibujo: NOVA).

El termómetro de campaña marca un incesante aumento en el grado de tensión a medida que se acerca la primera estación electoral en la provincia de Buenos Aires. Bajo esa atmósfera, las variables de medición no se limitan únicamente a las encuestas, sino que los distintos protagonistas de la contienda por el sillón de Dardo Rocha han puesto sobre la mesa otras unidades de registro tendientes a exaltar sus imágenes en detrimento de las de sus competidores.

De esta manera, sobre la escena de discusión aparecen, además de los sondeos, quienes sacan a relucir el “peronómetro”, pasando por los que apuntan a evaluar los niveles de “transparencia”, hasta llegar a quienes hacen uso del grado de conocimiento de las problemáticas bonaerenses. Todo vale al momento de intentar mover el amperímetro electoral a escasos días de la hora de la verdad.

En el campo del Frente para la Victoria, la balacera de declaraciones cruzadas entre el tándem Aníbal Fernández-Martín Sabbatella y la dupla Julián Domínguez-Fernando Espinoza, lejos de haber menguado, se ha recargado en los últimos días. Y aquí, sin dudas, está presente la disputa por dilucidar qué fórmula tiene mejor forjada la chapa y pintura peronista.

“No hay nadie en el mundo más peronista que yo”, supo exaltar el jefe de Gabinete de la Nación. Sin embargo, esas credenciales autoimpuestas no alcanzan para evitar el retruque: “Su vice Martín Sabbatella se enfrentó a Néstor Kirchner en 2009 e hizo que perdiéramos la elección. Nosotros no tenemos nada que esconder ni un archivo que editar”, machacó Espinoza para añadir que, con Domínguez, “somos la fórmula de los intendentes. Fernández y Sabbatella más que una fórmula son una alianza de la coyuntura”. En la misma sintonía del matancero, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación afirmó que el titular del AFSCA “no tiene historia en el peronismo”.

Y, al parecer, en algún punto el “bigotón” le dio la derecha a ese planteo (que también se escucha en varios despachos de intendentes), ya que en la foto de su boleta omitió a su vice y aparece en soledad, a diferencia del binomio rival de interna que se muestra unido (y con pilcha naranja) en su imagen.

Ser o no ser neutral: ésa es la cuestión

En otro round de la contienda bonaerense del FpV, mientras el quilmeño recibía promesas de “neutralidad” por parte de algunos caciques del conurbano ante su pedido de “imparcialidad” en la disputa provincial, Domínguez salió al cruce de esta postura. “No existe la política de neutralidad”, recalcó a NOVA el hombre de Chacabuco.

En tanto, al ser abordado por este medio sobre las declaraciones de su rival de interna, Aníbal deslizó: “Es un problema de Domínguez”. De todas formas, defendió su postura: “Ninguno se pega un tiro en un dedo. Hay gente que va a querer votar a la otra fórmula, acompañado de su propia candidatura (a intendente), hay gente que va a querer votar a nuestra fórmula, acompañada de su propia candidatura, y ¿quién va a ser tan tonto de no llevar nuestra boleta y privarse de un voto que no lo va a acompañar a él?, nadie”.

Más allá de esto, el temor por verse perjudicado en el cuarto oscuro de algunos distritos con la maniobra de la “boleta escondida” sigue flotando en el entorno del ricotero, al tiempo que el principal “enemigo íntimo” de su pago chico, el intendente de Quilmes Francisco “Barba” Gutiérrez (que apoya abiertamente a Domínguez) chicaneó: “Hasta aquí no hubo ninguna denuncia por las boletas. Quizás tenga miedo”.

El proceso electoral bajo la lupa

Pero el nebuloso fantasma que se posa sobre el acto comicial no sólo flota en la tropa del “bigotón”. La precandidata a la Gobernación de “Cambiemos”, María Eugenia Vidal, solicitó a los ciudadanos que “ayuden a controlar la transparencia del comicio”, instando a que los votantes tomen fotos con sus celulares y las difundan por las redes sociales ante cualquier irregularidad que adviertan.

A pesar de confiar en los 200 mil voluntarios que asegura tener para fiscalizar la elección en territorio provincial, la vicejefa de Gobierno porteño consideró: “No me parece justo ni lógico que la elección se defina por quién tiene más fiscales o más boletas en el cuarto oscuro”. Por tal razón, bregó por la implementación de la boleta única electrónica: “no existe ninguna excusa para no aplicarlo en la provincia”, agregando que, así, “se vota más rápido, es transparente, se necesitan menos fiscales y se conocen los resultados más rápido”.

Por otro lado, persiste la polémica que gira en torno al Juzgado Federal Nº 1 de La Plata, ámbito responsable del control de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Luego de que la Cámara Federal platense ratificara a cargo de ese Juzgado al subrogante Laureano Durán, desde la UCR se insiste en la postura que originó la presentación inicial de reclamar por la manera en que el magistrado en cuestión fue designado por la mayoría oficialista en el Consejo de la Magistratura.

“Hicimos una presentación en el Tribunal de Alzada para volver a reconsiderar la situación de Laureano Durán. No nos vamos a resignar con esto porque nos parece un terrible atropello a la Justicia. El Gobierno avanza con un objetivo político que es garantizar un resultado en un momento en el cual se está discutiendo si van a continuar o no en el poder”, recalcó a NOVA el presidente de la UCR platense, Marcelo Uriarte.

Felipe con los tapones de punta

Otro que sembró incertidumbre sobre el proceso electoral fue el precandidato a gobernador del Frente Renovador, Felipe Solá, quien calificó al sistema electoral vigente como “el que le conviene al puntero”, agregando que, a la hora del escrutinio en los distritos del conurbano, “tenés que tener gente que se la banque, porque se va la policía y los dejan solos a los fiscales”.

Pero el ex mandatario provincial levantó más polvareda con su spot de campaña, en donde se apunta con munición gruesa a Aníbal Fernández. Allí, su compañero de fórmula, Daniel Arroyo, observa: “La mamá y el papá están preocupados por la inseguridad, porque se venden drogas en el barrio. Deberían pensar en serio si Aníbal Fernández es la persona para manejar la Policía Bonaerense”.

En ese momento, Felipe fue con el cuchillo entre los dientes: Cuando apagamos la luz y nos quedamos a solas, pensamos en serio. Bueno, imaginen a Aníbal Fernández conduciendo la Provincia”. Dicho eso, el spot cerró con el mensaje: “Drogas sí o drogas no. Vos elegís”. Ante eso, el quilmeño prefirió optar por no responderle “a los cuatro de copas”:

Algunos números

En lo que refiere a los números que reflejan algunos sondeos dados a conocer durante la última semana, la consultora Ricardo Rouvier y Asociados reveló que en La Matanza se imponía en la interna del FpV la fórmula Domínguez-Espinoza, algo que bastó para envalentonar al matancero y pedirle un “baño de humildad” al jefe de Gabinete. Pero el “bigotón” no se quedó callado: “Si me ganan por apenas 5 puntos en La Matanza, ¿cómo me ganan el resto de la provincia?”

Lo cierto es que en un estudio de la misma consultora pero en todo el territorio provincial, marca a Fernández arriba con 20.7 por ciento, mientras que Domínguez cosecha el 15.8 por ciento. Allí, la figura que mejor mide es alguien a la que se le ha machaca su condición de porteña y, por ende, su nivel de desconocimiento de las problemáticas bonaerenses: María Eugenia Vidal (26.4 por ciento), mientras que Felipe Solá obtiene un 14 por ciento.

Para la encuestadora Raúl Aragón y Asociados, también se impone en la interna del FpV Aníbal Fernández (22 por ciento contra 12 de Domínguez), mientras que a Solá y Vidal se les asigna una performance del orden del 20 por ciento.

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