Por Carlos Tórtora.-

La intervención en las tarifas de las prepagas fue sin duda el giro más notable que dio el gobierno en los últimos días. Pero no fue para nada el único. Diana Mondino le entregó a su colega brasileño Mauro Vieira una carta de Javier Milei solicitando una reunión con su par Lula da Silva. El deshielo de la relación bilateral aparece ante un semi congelamiento de las relaciones, luego de los variados insultos que Milei le dedicara a Lula durante la campaña electoral. Horas antes, Mondino pasó por Bogotá para reunirse con su par colombiano Luis Murillo. Ambos acordaron recomponer las relaciones diplomáticas luego del cortocircuito entre Milei y Gustavo Petro por los insultos que el primero le prodigó al segundo.

El giro diplomático del gobierno libertario podría ser profundo, toda vez que vendría acompañado de su readecuación a la política con Washington.

Mensajes diferenciados

¿Está dejando atrás Milei su repertorio libertario para ingresar en una etapa de realpolitik? No se advierten todavía señales claras en política interna. La calificación de ratas a los senadores que se aumentaron la dieta parece profundizar el rumbo de confrontación. Puede ser, entonces, que opte por el pragmatismo en las relaciones internacionales y la economía, manteniendo en cambio el lenguaje de condena a la casta.

La profundidad de la actual recesión coloca al gobierno ante un dilema comunicacional, porque ya no puede pregonar la llegada de la recuperación en V como si no hubiera pasado tiempo. Que el presidente se haya mantenido hasta acá relativamente indemne en las encuestas no quiere decir que continúe así. El humor social puede variar con gran rapidez, colocando al gobierno en un callejón sin salida.

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